Fuego y Mar

Capítulo 6

Una sirvienta entró con una carta para la princesa, la cual miraba por la ventana con sentimientos encontrados acerca de la decisión de su padre de volver a tomar a un Omega pues sentía que tal vez se estaba arrepintiendo de su decisión de nombrarla heredera y el volver a contraer nupcias era para tener a su tan soñado hijo varón, un Alfa.

—Su alteza, le envían esta carta —explicó haciendo una reverencia—. Es de su prima, Lady Laena Velaryon.

—Puedes retirarte —contestó tomando la carta—. Y di que quiero algo de vino.

—Como diga, su alteza.

Cuando la sirvienta salió Rhaenyra se recostó en su cama, sonriendo al ver la letra de su querida prima y terminar por fruncir el ceño al ver el contenido.

Para Rhaenyra Targaryen:

Hola, Nyra. Antes de empezar a contarte el propósito de la carta quería preguntarte como estabas bueno, no puedes estar tan feliz como siempre pero quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que necesites.

Ahora sí, a lo iba;mi padre desea que me case con tu padre para pues, él sabrá y yo la verdad no quiero, él es muy viejo para mí y además es tu padre y no quiero ser tu madrastra, eso sería raro, si el matrimonio por mi mala suerte se concreta y terminara prometida con el Rey te pido que no me odies o algo por el estilo, yo te quiero mucho y no lo soportaría. Adiós y cuídate mucho.

Posdata: iré a King's landing en un par de días y Laenor te manda saludos y que te diga que él también irá, ahora si me despido.

–Laena Velaryon, tu prima favorita.

Rhaenyra después de haber releído la carta un par de veces no pudo evitar sonreír por la preocupación genuina que su prima mostraba aunque no pudo evitar sobrepensar sobre el que Lord Corlys quisiera casar a su hija con su padre y el mal sabor de boca que esto presentaría pues su padre con su amiga que de paso era muchísimo menor, lo cual no era raro solo que incluso ella era mayor, eso era lo raro pero a pesar de todo ella sabía que si era necesario lo tendría que hacer.

Alicent se encontraba con su septa en sus lecciones para ser una dama correcta y sobre todo una Omega digna.

Después de terminar sus lecciones se apresuró donde Rhaenyra encontrandola pensativa mientras bebía una copa de vino, lo cual la  desconcertó, así que se acercó a pasos apresurados notando como apenas entró al campo de visión de la princesa esta solo sonrió pero no con su típica alegría, lo cual la dejó aún más preocupada.

—Deberías dejar de beber, sabes que no me gusta —dijo finalmente con voz suave—. Dima qué te sucede, por favor.

—¿Sabes que mi padre se volverá a casar? —pregunta de repente—. ¿Y que una de las opciones potenciales es mi prima?

—No, no lo sabía —finge conmoción y estar confundida—. Lady Laena es algo joven así que no creo que la elija.

—Ojalá, ella es muy pequeña para eso —tarareó de acuerdo—. Dime que candidatas crees que podrían ser mi nueva madrastra.

La pregunta descolocó a Alicent pues no sabía como contestar a eso pues era consciente que en un par de días ella sería anunciada como la futura reina consorte.

—No lo sé, eso son temas que se me salen de las manos pero si lo supiera te lo diría.

—Lo sé, tranquila. Ahora vamos al jardín un rato que el día se ve maravilloso.

—Claro, como quieras.

Cruzando sus brazos alrededor del de Alicent Rhaenyra comenzó a casi que a arrastrarla y los sirvientes ya acostumbrados a tales escenas ni se inmutaron aunque recientemente algunos decían que Lady Alicent debería dejar de hacer ese tipo de cosas pues ya era una Omega que pronto tomaría nupcias y que debería dejar de actuar tan infantil. Estupidez, es una estupidez total, fue lo que respondió la princesa cuando Elinda, una de sus doncellas de confianza le comentó lo que escuchó.

—El día es realmente bonito —comentó Alicent mientras caminaban—. Tenías razón.

—Como siempre —respondió arrogante—. Soy perfecta, ¿no es obvio?

—Me empiezo a preocupar por tu ego;deberías dejar de juntarte tanto con tu tío.

—No es culpa de mi tío, además —detuvo su andar y la tomó de los hombros—. Soy Rhaenyra de la casa Targaryen heredera al trono de hierro, es más que obvio que debería ser así es más, preocupante sería si no.

—En serio, siento que estoy en presencia de Daemon.

—Dioses...ni siquiera yo sé me sucede últimamente.

—Actúas como —se calló de golpe y la miró con los ojos muy abiertos —. Una Alfa...

—¿Crees que estoy por presentarme?

—Sí y más con eso de que últimamente eres muy territorial y por los dioses, Nyra.

—Ali, si lo que dices es verdad entonces podríamos casarnos pronto —chilló con alegría y ojos brillantes—. Todo es tan magnífico.

—Oh, por supuesto que es maravilloso —le responde con timidez—. Siempre supe que serías una Alfa, como Visenya.

—¿Como Visenya? —preguntó esperanzada—. Ese es el mayor cumplido que han dado y me han dado muchos, créeme.

—Tu amor por Visenya es mayor que el sientes por mí ¿no es así?

—Son tipos de amores distintos.

—Una guerrera muerta me está quitando el amor de mi pareja, que horror.

Después de percatarse de lo que dijo, Alicent se puso a arrancarse la piel alrededor de sus uñas con ansiedad y todavía más cuando la princesa sonrió de una forma tan pero tan brillante mostrando todas sus perlas haciéndola sentir más culpable que nunca.

—Mi pareja, déjame saborear un rato más. Suena precioso con tu voz.

—Eres una romántica sin remedio pero por ahora ya quiero ir adentro.

—Bien si así quieres, pero yo quiero comer pasteles.

—Sí, esa eres tú y no Daemon.

Entre risas cómplices regresaron al interior de la fortaleza donde apenas poner un pie en los aposentos de la princesa esta pidió más pasteles del que deberían comer a vista de Alicent. Las horas se fueron y con ello Lady Alicent dejando a una Rhaenyra embobada por el beso, aunque casto lo suficiente para dejarla en ese estado de transe, por su parte Alicent estaba igual, sin saber de dónde sacó el valor para esa acción que le dejó el corazón latiendo desenfrenado.

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La paz antes de la tormenta si soy honesta.

Holaaaa, que tal todo? KSKSKSKKS me siento esquizofrenica sabiendo que esto lo más probable es que no lea nadie ☝🤨

En fin toma awita personita que decida leer esto. Bai