Capítulo 8

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La tarea impuesta por si misma de evitar a su padre fue más difícil de lo que ubiera esperado porque entre las reuniones del consejo privado donde gracias a ser la heredera tenía un lugar donde lo veía sonreír a su consejo y a ella que se forzaba en devolverla aunque lo más se repetía dn su mente y entrañas se repetian una y otra vez era: mátalo, tomó a tu Omega la hará suya antes que tú. Sus fuerzas para contenerse estaban eran las palabras de su tío que se mantenían tan frescas en su mente hasta el punto de ser volverse su mantra.

Tres días antes...

—No seas estúpida y hagas una estupidez contra tu padre por sus decisiones —la tomó por los hombros dándole un fuerte apretón—. Odialo si eso quieres pero asegúrate que solo tú sepas eso y él nunca lo haga a menos claro que quieras que te retire como su heredera.

—Me importa una mierda si lo hace, tomó a mi Omega —gritó estallando en cólera—. ¿No es eso cruel?

—Lo es pero, dime que no es cruel e injusto sobrina y deja de gritar como una niña que solo sabe hacer berrinches y actúa más como la futura Reina.

—¿Qué debo hacer, tío?

—Necesitas ser más astuta, fuerte, imponente y por sobre todo controlarte. Debes aprender a ser fría y calculadora en tus movimientos, seguir en el consejo privado, hacerte notar  y dejarle a todos en claro tú eres la heredera y que ninguna torre hará que te lo quiten y, recuerda dominar tus sentimientos y que estos no te dominen a ti.

El momento de silencio, de asimilación que le siguió a las palabras de Daemon fueron extensos.

—Gracias tío —le sonrió y abrazó—. Seré el dragón de tres cabezas mismo si es necesario, lo prometo.

Actualidad...

—El asunto de los peldaños de piedra necesita ser tratado de inmediato, su Majestad.

—Los peldaños de piedra pueden esperar, Lord Corly — habló la mano con calma—.Hay asuntos más importantes que atender.

—El cangrejero está dañando mis embarcaciones e intentando robar los  territorios de la corona, la triarquía debe ser detenida de inmediato.

—No entraremos en guerra de momento, los peldaños de piedra pueden esperar un tiempo más, de momento momento la mi boda deber ser atendida —declara Viserys tranquilamente—. Lord Beesbury ¿como va el presupuesto de la boda real?

Antes de que el encargado de las cuentas pudiera siquiera abrir la boca Rhaenyra lo interrumpe.

—Lord Corlys tiene la razón, su Gracia debemos atender y exterminar a la triaquía antes de que los tengamos aquí en Kings landing —reconoce remarcando "debemos"—. Y Lady Alicent se está encargando de los preparativos de la boda real.  Que Lord Beesbury se reúna con ella y listo.

El silencio tenso que se instauró en la sala tras la intervención, la primera desde que inició de la princesa yendo en contra de su padre.

—Una guerra en estos momentos sería una gran perdida para la corona, princesa —afirmó con seguridad Otto—. Usted no sabe de guerra deje esos asuntos en manos expertas.

—Las arcas están llenas según el libro de este mes y si sumamos los gastos de guerra que a largo plazo será un problema todavía más costoso y, si el dinero es el problema déjeme decirle, Lord mano que el presupuesto utilizado para la boda es más alto que el necesario para los peldaños de piedra.

—Con todo respeto princesa, la boda de Rey debe ser opulenta y su preocupación no debería ser la guerra.

—¿Entonces de quien debe ser la preocupación, aparte del señor de la Mareas? —responde mientras juega con su esfera—. Como heredera es normal que lo haga y le recuerdo que su experiencia en batallas es tan nula como la mía ¿será ese el motivo por el cual no desea hablar de guerra? ¿Su inexistente experiencia se lo impide?

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