Capítulo 14

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No entiendo por qué insistes un matrimonio con ella —dijo Rhaenyra en Valyrio—. No me malinterpretes, la quiero como algo más que una prima eso te lo aseguro pero ¿por qué lo quieres tú tanto?

—Creo que ella es perfecta para ti —<<y porque el oro que me da Laenor>>—. Además ella a parte de hermosa es jinete y eso no es todo sino que también es políticamente inteligente una unión con ella y sé que tú lo entiendes.

Sí, es todo lo que dices e incluso más —murmuró sopesando las palabras de su hermana—. Está bien, tú ganas lo voy a considerar.

—Espero solo respuestas positivas, eh.

Después de ese intercambio Visenya dijo que se tomaría una copa más y se iría a dar un buen baño por lo que Rhaenyra la dejó a petición de su hermana que dijo que habían más personas que deseaban la presencia de la delicia del reino y entre bromas Rhaenyra respondió que quien era ella para negar tales súplicas.

Alicent se acercó con pasos suaves y elegantes, muy característico en la joven reina a donde se encontraba Visenya sola, con la mirada perdida en el contenido de su copa, ajena a todo a su alrededor.

—Princesa Visenya —llamó Alicent con suavidad, una sonrisa tranquila dibujada en su bello rostro—. Un placer volver a verla, espero que acepte tomarse una copa conmigo.

—Mi reina, por supuesto aunque creo que no debería dirigirse a mí de ese modo; el título de princesa ya no me pertenece —le respondió con tranquilidad—. Pero le acepto esa copa; el vino está delicioso.

—No le entiendo a que se refiere con que no es una princesa, ¿podría explicarme eso? —le pregunta con curiosidad genuina mientras le pasa una copa—. Sólo sé, como todos que un día se fue y no volvió...hasta hoy.

—Bueno esa es una historia larga y tediosa, perfecta para otra ocasión pero hasta donde sabía el Rey me había retirado de mi título real pero, ¿no lo sabía usted ya?

—Oh, honestamente no tenía ni idea de eso. Nunca se habló de usted, ni mucho menos de algo como eso.

—Eso es curioso pero que más da, supongo que es algo solo saben pocos. Se quería ahorrar la vergüenza quizás —tomó un trago de vino, tratando de ignorar su curiosidad—. Aunque no es algo importante ya de igual modo me marcharé hoy mismo.

—¿Se va tan pronto? Pero si apenas llegó —murmuró con el ceño fruncido—. Deseaba que conociera a sus hermanos. Son tan pequeños y dulces.

—Un príncipe y una princesa ¿correcto?

—Sí, Aegon y Helaena —respondió alegre—. Creo que Helaena se parece a usted incluso mi padre lo mencionó en una ocasión si no mal recuerdo.

—Eso es definitiva me terminó de convencer. Después de tomar un baño los iré a ver ¿dónde los podría encontrar?

—Si lo desea después de tomarse su baño puede ir a mis habitaciones y verlos allí.

—Perfecto, así será. Me despido ahora. La veo en su habitación en un rato entonces.

—Claro, adiós y descuide estaré ahí.

Después de despedirse Alicent vió como la Targaryen se marchaba con pasos casi que apresurados y al dejar de poder tenerla en su campo de visión se dispuso a ir dónde estaban su esposo junto con el príncipe Daemon y ella, su amada Rhaenyra.

Se arrepentía y mucho de casarse con Viserys en lugar de Rhaenyra después de todo aún sería reina algún día con la ayuda de su padre pero precisamente por culpa de éste es que estaba atrapada con un hombre mucho mayor que ella y no con la Alfa que ella quería y por lo dioses su padre se equivocó tanto al creer que Rhaenyra sería una Beta e incluso tenía el extraño pensamiento de que podría llegar a ser una Omega, como si eso fuera posible.

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⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

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