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—¿A qué te refieres con que no tienes idea de donde está? — preguntó Derek con molestia ante la cara de Allison.

—No solemos hablar de ese tipo de objetos — dijo la chica con obviedad.

—Ustedes son los Argent, mataron a la bestia en el pasado ¿y resulta qué no sabes dónde está la lanza? — dijo Derek con frustración.

—Debe estar por ahí en algún tipo de repisa — se quejó la muchacha continuando con su tarea de poner patas arriba el ático.

—Esto está mal, deberíamos estar en búsqueda de Liam y Stiles, no perdiendo el tiempo con una lanza que no sabemos si servirá — Lydia revisaba su teléfono como esperando un mensaje esperanzador.

—Lydia tiene razón, podrían estar en peligro — dijo Scott en voz baja asomando su cabeza por la puerta del ático — debemos ir tras ellos.

—Scott vuelve a la cama, tus heridas aun no han sanado del todo — dijo Allison reprendiéndolo — nosotros nos haremos cargo de esto.

—¿Qué piensas hacer con la lanza si la llegas a encontrar? — preguntó Scott con suavidad — ¿vas a matar a Stiles?

—No lo sé — dijo Allison para posteriormente soltar un fuerte bufido — ¿alguno tiene un mejor plan para detener a una bestia resucitada?

—Deberíamos consultar con Deaton, quizás tenga un mejor plan.

—¿Tienes idea de donde encontrarlo? — preguntó Derek con ligera molestia.

—Tengo su número de teléfono — dijo Scott en voz baja — voy a llamarlo.

Scott se sentía poco optimista, su jefe era especialmente conocido por ser poco localizable después de su horario de trabajo, el hombre iba y venía, siempre recolectando objetos, plantas y cualquier cosa que pudiese resultar interesante para él, en el pasado le había costado trabajo localizarlo por teléfono, pero una sonrisa leve apareció en su rostro en cuanto escuchó la voz somnolienta del veterinario.

—¿Scott? ¿qué sucede?, es la una de la madrugada — se quejó el hombre con un leve bostezo.

—Estamos en problemas — dijo el alfa sujetando su estomago ante un arrebato de dolor — necesitamos de tu ayuda.

—¿No puede esperar a la mañana? — preguntó Deaton en voz baja.

Lydia no dudó en arrebatarle el teléfono a Scott al verlo luchando por buscar una respuesta lo suficiente convincente para él veterinario.

—Deaton, soy Lydia, tenemos que hablar de algo muy importante — dijo la pelirroja con seriedad — de alguna manera los doctores del terror han logrado traer a la vida a la bestia de Gévaudan.

—¿Es alguna clase de broma? ¿están bebiendo alcohol? — dijo Deaton con voz somnolienta.

—Utilizaron a Stiles como un recipiente para el espíritu de la bestia, está aquí en Beacon Hills y probablemente en este momento esté asesinando a mucha gente.

El hombre permaneció en silencio durante algunos minutos que se sintieron eternos para el grupo de adolescentes, Derek se limitó a escuchar la respiración nerviosa del hombre al otro lado de la línea, decir que la bestia había vuelto eran palabras mayores y esperaba que el antiguo druida tuviese algún tipo de consejo útil para lidiar con la situación.

—Los Argent fueron quienes se deshicieron de la bestia en la antigüedad — dijo el hombre rebuscando entre las paginas de su libro.

—¡Dime algo nuevo! — gritó Allison desde el interior de un enorme baúl lleno de viejos juguetes.

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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Full Moon Nights (Stiam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora