La tarde en la base de operaciones estaba llena de actividad frenética mientras los equipos de rescate y el personal administrativo se preparaban para las próximas misiones. En medio del bullicio, Shahar encontró un momento de calma en su oficina, revisando el informe sobre la infiltración más reciente.
A través de la ventana de su despacho, el atardecer proyectaba sombras largas sobre los edificios desmoronados de la ciudad, una imagen que nunca parecía perder su impacto. Shahar había comenzado a apreciar estos momentos tranquilos, un contraste con la intensidad de sus días en la base.
Kaidos entró en la oficina con una actitud relajada pero determinada, su presencia era una fuente de estabilidad en medio del caos. "¿Cómo va todo?" preguntó mientras se acercaba a la mesa de Shahar.
"En realidad, bastante bien," respondió Shahar, guardando los documentos en su maletín. "Pero sigo pensando en el remitente anónimo y en lo que Kaidos me dijo. Me parece que hay más detrás de sus comentarios de lo que inicialmente asumí."
Kaidos se acomodó en una silla frente a Shahar, observándola con atención. "He notado que estás preocupada por eso. A veces, las pistas más sutiles son las más reveladoras. Si alguien tiene razones para mantenerse en las sombras, puede que tenga un motivo muy personal."
La conversación fluía con una naturalidad que reflejaba la creciente camaradería entre ambos. Shahar y Kaidos habían trabajado juntos durante varias semanas y habían desarrollado una relación de respeto mutuo, fundamentada en la confianza y la competencia profesional.
"Es curioso cómo te involucraste tan rápido en todo esto," comentó Shahar mientras revisaba un documento. "No recuerdo haber oído mucho sobre ti antes de que te unieras a nosotros."
Kaidos sonrió, un gesto que reflejaba tanto la nostalgia como la gratitud. "Antes de llegar aquí, estuve en una unidad de investigación en el exterior. Fue una experiencia intensa, pero me dio una perspectiva valiosa. Cuando supe de la oportunidad aquí, sentí que era el momento de poner a prueba lo que había aprendido."
Shahar asintió, interesada en la historia detrás de su compañero. "¿Y qué te atrajo específicamente de nuestra misión aquí?"
"Lo que me atrajo fue el desafío," respondió Kaidos. "Trabajar en una ciudad con tantos secretos y problemas ocultos, intentar desentrañar la verdad detrás de la fachada de orden, me pareció una oportunidad única para aplicar mis habilidades en un contexto muy complejo."
El diálogo continuó, con Kaidos compartiendo detalles de su experiencia y Shahar hablando sobre los desafíos y logros de su equipo. La conversación fluía de manera natural, reflejando la profunda conexión que se había formado entre ellos. Aunque Shahar había estado enfocada en su trabajo y en la misión, la relación con Kaidos se estaba desarrollando como un ancla en medio de la tormenta.
Mientras conversaban, Shahar recordó cómo se conocieron. Fue durante una operación de emergencia en la que Kaidos había sido asignado para coordinar la logística. Su habilidad para analizar rápidamente la situación y proporcionar soluciones efectivas había sido impresionante. A pesar de la tensión, Kaidos había logrado mantener la calma y orientar al equipo de manera eficiente, ganándose el respeto de todos, incluido Shahar.
La relación entre ellos se fortaleció a través de desafíos compartidos, sesiones de entrenamiento y la resolución de problemas en el campo. Kaidos había demostrado ser no solo un profesional competente, sino también una persona de confianza, lo que hizo que Shahar lo considerara un aliado valioso en su búsqueda de justicia.
Mientras la tarde se desvanecía en la noche, Shahar y Kaidos decidieron hacer una pausa para cenar. Se dirigieron al comedor central, un espacio que, aunque funcional, no era especialmente acogedor. Sin embargo, la compañía de Kaidos proporcionaba un contraste agradable con el ambiente austero.
Mientras se servían la comida en sus charolas de metal, Shahar observó a los miembros del equipo alrededor, notando la dinámica entre ellos. Las discusiones y risas compartidas en el comedor mostraban una camaradería que también se había desarrollado en su equipo.
"Te he visto en acción," dijo Shahar, sirviéndose una ración de comida. "No solo eres hábil con la logística, también tienes una forma natural de conectar con las personas. ¿Eso se aprende en el trabajo o es algo innato?"
Kaidos la miró, considerando su respuesta. "Creo que es una combinación de ambas cosas. Trabajar en diferentes entornos y con diferentes personas me ha enseñado mucho sobre cómo manejar las relaciones humanas. Pero también creo que tiene que ver con cómo me siento al respecto. Si realmente te importa lo que haces y a quién estás ayudando, eso se refleja en cómo interactúas con los demás."
La conversación continuó mientras comían, con Shahar y Kaidos compartiendo historias y reflexiones. La conexión entre ellos se hizo más evidente, no solo en sus conversaciones, sino también en su capacidad para apoyarse mutuamente en los momentos de necesidad.
Al terminar la cena, Shahar y Kaidos regresaron a la oficina para preparar la siguiente fase de la misión. La noche se llenó de preparativos y estrategias, con cada detalle cuidadosamente planificado para garantizar el éxito de la operación.
Shahar no podía evitar pensar en la relación especial que había desarrollado con Kaidos. La forma en que él abordaba los problemas, su dedicación y su capacidad para ofrecer una perspectiva equilibrada eran cualidades que Shahar valoraba profundamente.
A medida que el equipo se preparaba para la misión, Shahar se sintió fortalecida por el apoyo y la compañía de Kaidos. La búsqueda de la verdad continuaba, y aunque el camino estaba lleno de obstáculos, Shahar estaba decidida a seguir adelante con la certeza de que no estaba sola en esta batalla.
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Nada mas importa
AventuraEn un futuro distópico, la humanidad se encuentra al borde del colapso tras una devastadora guerra y una epidemia de gripe que arrasó con las ciudades y mató a millones. Shahar, una mujer delgada pero atlética, ha sobrevivido a esta realidad desolad...