Nada mas importa

Capítulo 9: Susurros en las Sombras

La base de operaciones estaba tranquila a última hora de la noche, pero en una oficina oscura en una sección aislada, Shahar estudiaba documentos filtrados en su tablet. Unos informes anónimos habían llegado a sus manos, insinuando una red de corrupción y conspiración que involucraba a varios niveles del nuevo gobierno. La información era fragmentaria, pero sugería una conexión entre las bandas que dominaban la ciudad y ciertos funcionarios de alto rango.

Shahar se sentó en su escritorio, la luz de la pantalla iluminando su rostro concentrado. Los documentos revelaban pagos irregulares y contactos sospechosos entre líderes de bandas y funcionarios gubernamentales. La combinación de estos elementos le dio una nueva perspectiva sobre la situación que enfrentaban.

"Esto no es solo caos," murmuró Shahar para sí misma. "Hay algo más en juego aquí."

Tomó una decisión. Necesitaba investigar más a fondo, y para eso, debía salir de la base. Mientras se preparaba para salir, su equipo ya estaba dormido, y la base estaba en un profundo silencio. Se puso su chaqueta de combate y tomó su equipo, saliendo sin hacer ruido para no despertar a los demás.

La ciudad exterior estaba envuelta en una densa niebla, el silencio roto solo por el eco lejano de las sirenas y los pasos de unos pocos transeúntes. Shahar se dirigió a una de las unidades habitacionales cercanas, un área conocida por su alta densidad de población y actividad. Las luces parpadeantes y los ruidos de la noche creaban una atmósfera inquietante.

Llegó a un edificio en particular que había sido mencionado en los informes. Era un complejo residencial que parecía estar en peor estado que otros; las ventanas rotas y las puertas oxidadas daban una impresión de abandono. Sin embargo, Shahar sabía que detrás de esa fachada deteriorada podría haber pistas cruciales.

Utilizó una ganzúa para abrir una puerta lateral que estaba atascada con escombros. La entrada llevaba a un pasillo oscuro con luces intermitentes que apenas iluminaban el lugar. El aire era denso y cargado, y cada sonido resonaba en el vacío.

Shahar avanzó sigilosamente, siguiendo un mapa de las rutas de escape mencionadas en los documentos. Su objetivo era encontrar un punto de contacto en el edificio que pudiera proporcionar más información sobre la conexión entre las bandas y los funcionarios. El mapa indicaba una habitación en el tercer piso, que parecía ser el centro de operaciones.

Mientras ascendía por las escaleras, se topó con un grupo de personas desorientadas que se refugió en uno de los pisos. Se trataba de un pequeño grupo de residentes que habían sido desplazados por la violencia en otras partes de la ciudad.

"¿Están bien?" preguntó Shahar, acercándose a ellos con cuidado. "¿Necesitan ayuda?"

Uno de los residentes, un hombre mayor con una mirada cansada, asintió. "Estamos bien por ahora. Pero la situación es cada vez peor. Hemos oído rumores de que alguien está vendiendo información a las bandas."

Eso confirmó las sospechas de Shahar. "Gracias. Si oyen algo más, avísenme. Mi nombre es Shahar."

Continuó su camino, finalmente llegando a la habitación marcada en el mapa. La puerta estaba cerrada con un candado viejo. Shahar lo forzó con facilidad y entró en la habitación. Dentro, encontró varios documentos y equipos de comunicación que parecían estar en uso reciente. Las paredes estaban llenas de mapas y notas, algunos de los cuales mencionaban operaciones de bandas y pagos a funcionarios.

Mientras examinaba los documentos, escuchó un sonido detrás de ella. Se giró rápidamente, sacando su arma con precisión. Un hombre encapuchado apareció en la puerta, mirando sorprendido.

"¿Quién eres?" exigió Shahar, apuntando con firmeza.

El hombre levantó las manos en señal de rendición. "No me hagas daño. Solo estoy aquí para recopilar pruebas sobre lo que está pasando."

"¿Pruebas? ¿De qué estás hablando?" preguntó Shahar, bajando lentamente el arma pero manteniéndose alerta.

"Soy parte de un grupo independiente que está investigando la corrupción y las conexiones entre las bandas y el gobierno," explicó el hombre. "Mi nombre es Elias. He estado recopilando información durante meses, pero no puedo hacerlo solo. Necesito tu ayuda."

Shahar se tomó un momento para considerar sus opciones. Elias parecía genuino, y su presencia confirmaba que había una red de conspiración más amplia de lo que pensaba. Decidió colaborar con él.

"Bien, pero si intentas algo, no dudaré en actuar," advirtió Shahar.

Juntos, comenzaron a revisar los documentos y equipos encontrados en la habitación. Elias explicó que su grupo había descubierto conexiones entre varios funcionarios y los líderes de bandas. Los documentos incluían listas de nombres, fechas y pagos que detallaban cómo la corrupción estaba alimentando el caos en la ciudad.

"Esto es mucho más grande de lo que imaginábamos," dijo Shahar, mientras revisaba los papeles. "Necesitamos llevar esta información a alguien en quien podamos confiar."

"Estoy de acuerdo," dijo Elias. "Pero debemos ser cuidadosos. Si el gobierno está involucrado, estarán vigilando de cerca."

La conversación continuó mientras planificaban sus próximos pasos. Decidieron que Elias se encargaría de seguir recolectando pruebas mientras Shahar llevaría la información a un contacto dentro de los equipos de rescate que podría ayudarles a filtrar la información a los canales adecuados.

Regresaron a la base de operaciones en la madrugada, evitando los puntos de control y patrullas. Shahar se despidió de Elias, quien se adentró en la oscuridad de la ciudad para seguir con su investigación. La información que habían encontrado era valiosa y necesitaba ser manejada con cuidado.

Al regresar a su habitación, Shahar se tumbó en la cama,  para reflexionar sobre la magnitud de lo que había descubierto. La conspiración era profunda, y la lucha por exponer la verdad apenas comenzaba. Sabía que la colaboración con Elias y el contacto con otros equipos de rescate serían cruciales para desentrañar la red de corrupción y restablecer algún tipo de orden en la ciudad.

El amanecer llegaría pronto, y con él, nuevas misiones y desafíos. Pero Shahar estaba lista para enfrentarlos con la determinación y la valentía que siempre la habían caracterizado.