Capítulo 17: Momentos de Respiro

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El ritmo frenético de la base de operaciones había disminuido temporalmente. Tras el último rescate, el equipo de Shahar tenía un breve periodo de descanso antes de prepararse para su próxima misión. Aprovechando este tiempo, Shahar decidió organizar una reunión informal para fortalecer los lazos entre los miembros del equipo.

La sala común de la base, aunque sencilla, estaba decorada con pequeños detalles que los equipos anteriores habían dejado atrás: fotografías, dibujos y recuerdos personales que aportaban un toque humano al entorno austero. Shahar, acompañada por Kaidos, había dispuesto algunas bebidas y bocadillos sobre una mesa improvisada.

"¿Qué tal una pausa de todo el caos?" sugirió Shahar mientras servía una ronda de bebidas.

"Definitivamente, lo necesitamos," respondió Aiden, uno de los miembros más experimentados del equipo. Su mirada reflejaba tanto cansancio como gratitud por el momento de descanso.

Kaidos, que se encontraba a su lado, añadió: "A veces olvidamos lo importante que es desconectar, aunque sea por un rato. Estas pausas son esenciales para mantenernos fuertes mentalmente."

Mientras el grupo se reunía alrededor de la mesa, la conversación comenzó a fluir. Hablaron de sus entrenamientos físicos y armamentísticos, de las sesiones agotadoras pero necesarias que fortalecían tanto el cuerpo como la mente. Shahar recordó un entrenamiento reciente en el que Kaidos había demostrado una habilidad impresionante con el rifle de precisión, lo que había dejado a todos asombrados.

"Kaidos, todavía no puedo creer lo que hiciste en el campo de tiro la semana pasada," comentó Shahar, provocando risas y asentimientos entre los demás. "Parecía sacado de una película."

"Bueno, solo intento mantenerme en forma," respondió Kaidos modestamente, aunque una sonrisa se asomaba en sus labios. "Pero debo admitir que no hubiera sido posible sin la ayuda y el apoyo de todos ustedes."

A medida que la tarde avanzaba, la conversación se desvió hacia temas más personales. Aiden compartió anécdotas de su familia, hablando de su esposa e hijos que estaban a salvo en una de las zonas menos afectadas por el caos. Otros miembros del equipo hablaron de sus sueños y aspiraciones, de los tiempos anteriores a la guerra y la devastación.

Shahar observaba a su equipo, sintiéndose agradecida por la conexión que habían formado. Estos momentos de camaradería eran fundamentales para mantener la moral alta en tiempos tan difíciles.

La charla se tornó más seria cuando uno de los miembros del equipo mencionó las crecientes tensiones en otras ciudades. "He escuchado rumores sobre desapariciones misteriosas," dijo Lena, una rescatista joven pero valiente. "Dicen que la gente desaparece por las noches sin dejar rastro."

Shahar y Kaidos intercambiaron miradas preocupadas. La noticia era inquietante y requería atención inmediata. Sin embargo, Shahar decidió dejar esa conversación para un momento más privado.

Después de la reunión, cuando la mayoría del equipo se había retirado a descansar, Shahar y Kaidos se dirigieron a la terraza del edificio donde vivía la familia de Shahar antes de la tragedia. La vista desde allí ofrecía un panorama de la ciudad, con sus sombras y luces parpadeantes en la distancia.

"¿Qué opinas de lo que mencionó Lena?" preguntó Kaidos, rompiendo el silencio.

Shahar suspiró, apoyándose en la barandilla de metal. "Es preocupante, sin duda. Si las desapariciones están ocurriendo en otras ciudades, podría significar que estamos enfrentando algo mucho más grande de lo que imaginamos."

"Es como si estuviéramos lidiando con un enemigo invisible," dijo Kaidos, su voz grave. "Necesitamos más información, y rápido. No podemos permitir que esto siga ocurriendo."

Shahar asintió, su mente trabajando rápidamente para formular un plan. "Tenemos que investigar. Pero primero, necesitamos asegurarnos de que nuestro equipo esté preparado y al tanto de la situación."

La conversación continuó, con Shahar y Kaidos compartiendo teorías y estrategias para abordar el nuevo desafío. La conexión entre ellos se hacía más fuerte con cada intercambio, cimentada por la confianza y el respeto mutuo.

Mientras la noche avanzaba, Shahar recordó a su familia y los momentos felices que habían compartido en esa misma terraza. Era un recordatorio de lo que estaba en juego y de la razón por la que seguía luchando.

"Vamos a resolver esto, Shahar," dijo Kaidos, colocando una mano en su hombro. "Juntos."

Shahar miró a Kaidos, encontrando en su mirada una determinación que reflejaba la suya propia. "Sí, juntos," respondió, sintiendo una renovada esperanza en medio de la oscuridad.

Con la determinación renovada, Shahar y Kaidos descendieron de la terraza, listos para enfrentar el siguiente capítulo de su misión. La lucha por la verdad y la justicia continuaba, y aunque el camino era incierto, Shahar sabía que no estaba sola en esta batalla.

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