TITTLE : First date
⋆⋆⋆
𝘕𝘰 𝘮𝘦 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵é𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘮𝘪𝘨𝘰,
𝘴𝘪 𝘵𝘶𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴 𝘣𝘳𝘪𝘭𝘭𝘢𝘯 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢𝘯𝘤𝘪𝘢,
𝘴𝘪 𝘵𝘶 𝘳𝘪𝘴𝘢 𝘣𝘢𝘪𝘭𝘢 𝘦𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘣𝘰𝘤𝘢𝘴,
𝘴𝘪 𝘵𝘶𝘴 𝘥í𝘢𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘤𝘦𝘯 𝘴𝘪𝘯 𝘮𝘪 𝘴𝘰𝘮𝘣𝘳𝘢.
𝘠𝘰 𝘭𝘰 𝘴𝘰𝘺, 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘴𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳𝘰,
𝘢𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘶𝘴 𝘱𝘢𝘴𝘰𝘴 𝘯𝘰 𝘴𝘪𝘨𝘢𝘯 𝘮𝘪𝘴 𝘩𝘶𝘦𝘭𝘭𝘢𝘴,
𝘢𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘶𝘴 𝘴𝘶𝘴𝘶𝘳𝘳𝘰𝘴 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘯𝘦𝘯 𝘮𝘪𝘴 𝘰í𝘥𝘰𝘴.
𝘓𝘢 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘤𝘪𝘥𝘢𝘥, 𝘢𝘭 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭, 𝘯𝘰 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢 𝘤𝘦𝘳𝘤𝘢𝘯í𝘢.
𝘛𝘶 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥 𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘱𝘢𝘻,
𝘵𝘶 𝘴𝘰𝘯𝘳𝘪𝘴𝘢 𝘮𝘪
𝘢𝘭𝘪𝘷𝘪𝘰 𝘴𝘪𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰𝘴𝘰 ~ 𝘓.𝘛
⋆⋆⋆
" 𖹭 "
Leer esas palabras me dio un alivio que no sabía que necesitaba. Esa persona que tanto decía "amarme" finalmente me dejaría ser feliz con alguien más. Sin embargo, sigo sin saber quién era realmente. Esa incógnita me persigue, pero por primera, no siento que importe tanto.
— ¿Qué hay de nuevo tú? — La voz de Alexa me sacó de mis pensamientos de golpe.
— Nada especial, supongo — le respondí, encogiéndome de hombros.
En ese momento, su mirada era suficiente para que supiera que no me iba a dejar escapar con una respuesta tan vaga.
— ¿Nada especial? — dijo, arqueando una ceja — ¿A caso tiene algo que ver con tu nueva novia ?
La pregunta me tomó por sorpresa. Me quedé en silencio unos segundos, sin saber muy bien cómo responder.
— No es sobre ella — respondí, tratando de no sonar indiferente — Y todavía no es mi novia .
Alexa sonrió con un toque de picardía en los ojos.
— Pero pronto lo será — dijo, cruzándose de brazos como si fuera un hecho inevitable.
No pude evitar sonreír de lado, aunque intentara mantener la compostura.
— ¿Tan segura estás? — pregunté, alzando una ceja.
— Estoy tan segura como que tu chica viene detrás de ti con una sonrisa que podría iluminar toda la escuela — respondió Alexa, con esa sonrisa traviesa que siempre anticipaba algo.
Me giré rápidamente, y ahí estaba, caminando hacia nosotras, su expresión tranquila y esa sonrisa brillante que, como dijo Alexa, parecía capaz de iluminar todo a su alrededor. Por un instante, todo lo que me había estado preocupando se desvaneció, y solo quedaba el alivio de verla acercarse.
— Te lo dije — susurró Alexa, dándome un ligero empujón en el brazo antes de alejarse con una sonrisa satisfecha.
— Hola — escuché su voz justo cuando se detuvo frente a mí, con esa sonrisa suave y cálida que hacía que todo lo demás pareciera menos importante.
