TITTLE : someone unknown
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Mientras corría por el campus para llegar a mi primera clase, note a una chica pelirroja un poco delante de mi. Parecía perdida en sus pensamientos, caminaba con toda la tranquilidad del mundo como si la campana que anunciaba el inicio de las clases no estuviera sonando.
— Run Lyliana run — Escuché a unos chicos al lado de mi.
Voltee para ver quiénes estaban gritando, pero al no identificar los rostros, decidí concentrarme en seguir corriendo. Sin embargo, cuando volví a mirar al frente, me di cuenta de que la pelirroja estaba directamente en mi camino.
El choque fue inevitable. Ambas caímos al suelo, un poco aturdidas por el impacto. Con una expresión de sorpresa, me levante rápidamente mientras la ayudaba a incorporarse.
— Mierda, perdón —dije apenada—. No te vi.
Ella se sacudió un poco, intentando recomponerse mientras me miraba con vergüenza y timidez .
— No te preocupes, yo tampoco te vi venir —respondió con una sonrisa nerviosa—
Me reí un poco, aliviada de que no haya ocurrido nada grave.
— Perdón soy Lyliana — dije extendiendo mi mano.
Ella aceptó mi saludo con una sonrisa timida.
— Lo sé.
Levante una ceja, sorprendida por su confesión.
— Quiero decir, todos lo saben. Eres popular o algo así. — Reí un poco al notar sus mejillas ponerse algo rojitas.
— Eres nueva ? Nunca te había visto — pregunté con una ceja levantada,ya que ella me intrigaba.
— No —respondió, tímida — Las personas como tú no suelen mirarme .
Su respuesta me sorprendió y, al mismo tiempo, te hizo sentir curiosidad por ella.
— Personas como yo? —pregunte confundida—.
— Bueno, me refiero a que suelo pasar desapercibida —explicó, mirando al suelo—. No suelo estar en el radar de la gente más conocida.
— Creo que todos merecen ser notados —dije—. Y me alegra que estemos hablando ahora. Pero de verdad necesito llegar a mi clase o reprobaré y me sacarán del equipo.
Ella asintió, comprendiendo la urgencia
— Claro, no te preocupes —dijo con una sonrisa timida.
La observé por un momento, sintiendo que había más en ella de lo que parecía a simple vista. Mientras caminaba nuevamente a mi salon, no podías evitar pensar en ella, y ni siquiera sabía su nombre.
Finalmente llegué a mi salon, justo a tiempo para evitar problemas. Sin embargo, durante toda la clase, mi mente seguía regresando a la pelirroja que había conocido.
— Todo bien ? — susurró mi amigo de al lado, notando mi distracción.
Asentí, pero no pude evitar sonreír mientras respondía en voz baja.
— Sí, solo que estaba pensando que no conocemos a la mayoría de la escuela.
Mi amigo arqueó una ceja, curioso.
— No necesitamos conocerlos , ellos nos tienen que conocer . Somos sus dioses.
Me reí, aunque la respuesta no me dejó del todo satisfecha. El era mi amigo Arturo , lo conocía desde bebé , nuestros padres son grandes amigos . Cuándo mi papá llegó de Australia no conocía a mucha gente pero el padre de Arturo lo hizo sentir como en casa .
