ⅩⅤ

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La familia McCartney les había permitido, con mucho gusto, a Mimi y Julia, además de John, quedarse por esa noche en la casa de ellos; claramente hasta que por la mañana pudiesen irse de regreso a Liverpool. Las maletas fueron preparadas durante la tarde, y John ayudó a Paul a empacar la mayoría de sus cosas, especialmente algunas fotografías e recuerdos familiares, especialmente para que Paul no extrañe mucho a su familia en los meses de vacaciones que estará en Inglaterra.
Al tener todo, ya por la noche después de la cena, tanto los Lennon como los McCartney fueron a sus respectivas habitaciones para finalmente culminar con ese día tan agotador pero a la vez reconfortante.

𖹭

John

Me encontraba durmiendo plácidamente abrazado al cuerpo de Paul, hasta que de repente sentí unos toquecitos suaves pero constantes en mi rostro; de seguro ese era Paul.

—Hmm... —Moví un poco mi cabeza. Aún no quería despertarme.

—Johnny —Llamó Paul en un susurro-. Johnny boy —Volvío a llamar.

Abrí un poco mis ojos para mirarlo y respondí con voz ronca —Mm... ¿Qué pasa, Paulie? —Volví a cerrar mis ojos y me acomodé de nuevo en la misma posición que antes.

—Vamos Johnny —Paul me movió un poco.

—Aún no amanece McCartney —Mantuve mi agarre fuerte a su cuerpo y dije—. Déjame dormir.

—Oh... Es que tenía una sorpresa... —Dijo Paul algo triste.

—¿Sorpresa? —Levanté mi cabeza y abrí mis ojos rápidamente.

—Que interesado eres, Johnny —Paul rodó sus ojos.

—Ahg —Fruncí mi seño—. Ya, ¿Qué es?

Paul sonrió —Si te digo no será sorpresa, John. Además, sé que te gustará.

Paul quitó suavemente mis brazos de su alrededor y luego se levantó de la cama de forma silenciosa. Se estiró y luego giró a mirarme.

—¿Vienes? —Estiró su mano hacia mí.

Tomé su mano gustoso y hable —¿Acaso hay que salir? —Jaló de mi y me levanté.

—Pues... —Paul ladeo la cabeza—. Si, debemos salir.

Sonreí, y, luego me estiré mientras intentaba no mirar a Paul mientras se cambiaba, pero se me hacía a estas alturas, muy imposible.

—¿Irás en pijamas? —Preguntó un Paul divertido mientras me miraba.

—Ah, claro que no —Reaccioné y me acerqué a la pequeña silla de la habitación de Paul, donde estaba mi ropa que había usado ayer.

Al terminar de vestirnos, acto en el cual se nos escapaban miradas, pero lo pasábamos por alto; me estaba preguntando algo en mi cabeza...

—¿Cómo saldremos sin que nadie se entere, y ni se despierten? —Miré a Paul con risa.

—Emm... —Pensó.

—¿No lo planeaste? —Reí bajito.

—Ay... Bueno, no, es que la idea se me vino a la mente hace minutos atrás antes de despertarte —Exclamó Paul también riendo un poco—. ¿Qué tal si salimos por la ventana?

𝐔𝐧 𝐄𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨 𝐈𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨 | McLennon [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora