78 7 0
                                    

Ya habían pasado dos semanas de la llegada de Paul a Liverpool. Los días fueron transcurriendo de manera normal. Los días de escuela entre Paul junto a John eran geniales y agradables. Cuando John necesitaba ayuda con algún examen, Paul estaba ahí para ayudarlo y pasarle alguna respuesta (ya sabrán quien es el estudioso aquí). Luego cuando John hacía alguna payasada era defendido y incluso algunas veces salvado y cubrido por Paul. Ambos se llevaban muy bien y se complementaban con el otro.

Paul

Estaba saliendo de la casa de Geo y como dije anteriormente, mi hogar temporal, en dirección a la escuela. Hoy George no me acompañaría, se quedó en casa durmiendo debido a un pequeño resfriado que se agarró en su última clase de educación física, con un clima húmedo y horroroso. Pero la ausencia de su compañia no sería problema, ya que debido al pasar de los días me había aprendido el camino tanto de ida como de vuelta.
Mientras iba mirando el cielo que amenazaba con llover, comencé a apresurarme cuando sentí que en ese instante caían gotas de manera constante y con más intensidad.

—¡Mierda! Espero no llegar todo empapado —Dije algo molesto mientras ya mi cabello estaba mojado casi por completo.

Pero mientras iba caminando a paso rápido y con cabeza gacha, podía visualizar una sombra que se asomaba detrás mío. Me tensé por un momento hasta que oí aquella voz tan peculiar y que con el poco tiempo que llevábamos siendo amigos ya podía reconocerla a miles de kilómetros de distancia.

—Buen día mi princesa —John dijo mientras venía con un paraguas y se puso al lado mío, cubriendonos a ambos.

—Hola Johnny boy —Lo miré con una sonrisa. Ahora este era uno de mis nuevos apodos hacia él—. Que bueno que estás aquí, de en serio me salvaste de llegar al colegio todo mojado —Dije mientras pasaba mi mano por mi cabello que estaba recién secándose debido a las gotas que lo mojaron anteriormente.

—Ay viste princesa, aquí está tu príncipe para rescatarte —Me miró él con una sonrisa.

—Si que eres todo un galán... —Dije y ambos continuamos riéndonos.

—Resulta que él me dijo eso, ¿Puedes creerlo? -Me contaba John una anécdota mientras íbamos caminando por la cafetería del patio de recreo.

Pero no pude contestarle, debido a que por ser despistado y estar mirandolo a sus ojos, me llevé por delante a una chica. A quien le tiré su bebida al suelo.

—Oh rayos... de en serio lo siento —La miré y ayudé a levantar la botella que le había tirado sin querer.

Era una chica pelirroja muy bonita.

—Mmm... tal vez fue mi culpa, y-yo no estaba mirando hacia adelante y por eso te choqué —Decía ella mientras sacaba una servilleta de su bolsillo para limpiar aquellas gotas rebeldes que le habían manchado un poco la parte superior de su camisa.

—No, tú no has sido. Fui yo, venía distraído y no te ví. Lo lamento. —Expliqué mientras mi vista se perdía en los ojos de aquella jovencita—. Déjame que te compré una bebida nueva.

—De en serio, muchas gracias... ehh..

—Soy Paul McCartney —Hablé con mi acento francés marcado

𝐔𝐧 𝐄𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨 𝐈𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨 | McLennon [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora