IX

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Un tiempo había pasado desde la partida de la realeza de vuelta a King's Landing... Un tiempo había pasado y Brandon Stark aún no despertaba. Su madre se mantenía día y noche a su lado haciendo oídos sordos a las insistencia de los demás en que se levantará y descansara, aunque... Una persona solía convencerla.

- Solo será un momento, lady Catelyn, además King y Summer estarán con nosotros.- persuadió la de cabellos y ojos oscuros.

- Esta bien, Lya.- cedió suspirando la mayor poniéndose de pie y dirigiéndose a la salida.- Tengan cuidado.

- Igualmente usted y asegúrese de descansar.- se despidió la niña de la mujer.- Estaremos aquí por un buen rato.- dijo a su lobo, quien se recostó a sus pies gruñendo con molestia, y desvainó su espada para afilarla con una de las tantas piedras de afilar que tenía en su bolso.

Todos se sorprendían con la facilidad que poseía la Baratheon en lograr la imposible tarea de que la Tully se alejara por al menos una hora del escalador y descansara, ni siquiera su hijo mayor podía convencerla de hacerlo.

- Regresé, niños.- informó la esposa de Eddard ingresando a la habitación, con un estado menos cansado.

Lo que no esperaba la dama era encontrarse a la hija del rey profundamente dormida en su silla, recostando parte de su cuerpo en la cama de Bran, y al pequeño Rickon en las mismas condiciones solo que acostado junto a su hermano mayor y abrazando a la chica.

- Mi Lady.- saludó Jeremy Corr poniéndose de pie y asustando a la mujer, dado que el chico se encontraba en una esquina alejada a los demás y en completo silencio.

- Oh, hola Jeremy.

- ¿Cómo se encuentra?

- Mucho mejor y ¿Tú?- sonrió.

- Me alegro por ello y gracias por preguntar, me encuentro perfectamente.- respondió con voz relajada pero cortés.

- También me alegro que lo estés.

La fémina caminó hacia donde se encontraban los niños dormidos y sonrió con dulzura.

- Hace tiempo que duermen, el primero fue su hijo menor y luego le siguió Lyanna.- notificó el chico.

La madre acarició el rostro de su pequeño.

- Ha estado muy unido a ella desde que Bran...- se detuvo sin deseos de terminar la frase.

- Lord Rickon a menudo repite que, aunque ambos no compartan la misma sangre, son hermanos.- recuerda el Corr aún con postura recta y firme- Y Lyanna siempre está de acuerdo con ello.

- Lo sé.- soltó entre risas- Desde el momento en que llegó a Winterfell, la persigue como un cachorro.- lo miró- Los tres lo hacen.

El niño solo sonrió sonrojado y bajó la mirada aceptando que, además de los hermanos Stark, él también era poco discreto en su comportamiento cuando está junto a la Baratheon.

- ¿Qué le sucedió en el rostro?- cuestionó con preocupación al notar pequeños rasguños y leves moretones en la muchacha.

- Últimamente tiene una gran meta...- suspira- Y esa es dominar dos espadas a la vez.

"He recorrido gran parte de los Siete Reinos en mi corta vida y nunca oí sobre alguien tan bueno como La Espada del Amanecer, aquel hombre que luchaba con dos espadas y al cual Lord Stark derrotó durante la rebelión de mi padre. Yo me convertiré en ese alguien, Jery". Escucha la voz de su amiga resonar en su mente.

- Conociendola es imposible que se detenga, aunque pierda un ojo, hasta conseguir lograrlo.- dedujo la mujer con diversión.

- Está en lo correcto, mi lady.- asiste el Corr.

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⏰ Última actualización: Sep 20 ⏰

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