Kim Sunoo nunca cambiaría de opinión; el odiaba el frío. Sin embargo, el agua helada durante el baño que tomó lo había ayudado a relajarse un poco. Luego de aquel almuerzo con el duque solo se fue a su habitación y estuvo ahí mientras el día transcurría de forma lenta.
A la mañana siguiente los suaves golpes en la puerta hicieron que despertara de su sueño para recibir a el señor Lee con su desayuno y la premisa de que por la tarde el estudio estaría más que listo. No tenía expectativas de nada, no tenía ningún tipo de emoción por ese trabajo que iba a realizar solamente quería irse, no le importaba el dinero solo quería que el tiempo transcurriera lo más rapido posible.
Luego de desayunar y ducharse se las arregló para salir por la parte trasera hacia el jardín del castillo, realmente necesitaba salir de esas cuatro paredes. Iba muy bien abrigado con bufanda y hasta guantes caminando perezosamente con las manos dentro de los bolsillos de su abrigo. El cielo estaba completamente gris, la brisa helada hacía que sus mejillas enrojecidas picaran y las flores en los arbustos que en algún momento estuvieron vivas y hermosas ahora eran solo capullos completamente congelados. Y eran muchas.
Caminó por un largo rato observando el lugar e imaginando como se vería en primavera, los arbustos y plantas florales eran demasiados, imaginar como florecían cada uno de ellos inconscientemente hizo que sus labios se curvaran en una sonrisa, tal vez formar un ramo con todos los tipos de flores que allí había sería divertido.
Se fijó en un pequeño banco de madera que estaba en los límites del jardín, apresuró sus pasos hasta llegar y tomar asiento soltando un suspiro. Subió la mirada para ver a lo alto el prepotente castillo frente a él.
Por un momento sus cejas se juntaron con algo de curiosidad, realmente no podía imaginar a alguien tan mezquino como el duque disfrutando de un jardín tan colorido y lleno de vida, ya que si estaban tan bien cuidados los arbustos y las plantas era porque habían personas encargadas de esto y no pensaba que se cuidaría tanto ese lugar solo porque si. Intentó imaginar a el duque cortando algunas flores y poniéndolas con delicadeza en una canasta pero simplemente no pudo, así que soltó una leve risa recostando la espalda en el banco. Cerró sus ojos por un instante para luego abrirlos con sorpresa al sentir el pequeño banco crujir por el peso extra de una persona a su lado.
Inmediatamente se puso de pie para mirar a el duque ahí sentado con cara de pocos amigos. Llevaba una larga y muy bien ajustada túnica de dormir, botas de invierno y una bufanda alrededor de su cuello, sus brazos estaban cruzados bajo su pecho y su mirada inexpresiva al frente, hasta que decidió fijarla en el castaño parado junto a él.
Miró de arriba a abajo sin aparente interés, sus cabellos revueltos por la brisa caían sobre sus brillosos ojos miel, sus mejillas rellenas y nariz estaban completamente rojas y pudo notar como su labio inferior temblaba levemente por el frío. Algo dentro del duque se estremeció, era jodidamente lindo.
—¿Vas a quedarte ahí parado por siempre? —preguntó indiferente, sin dejar de mirar cada una de sus expresiones.
—Y-yo...
—Sientate. —ordenó, interrumpiendolo cuando estaba a punto de inclinarse en una reverencia.
Sunoo lo hizo, se sentó lentamente tratando de evitar la mirada intensa que seguía cada uno de sus movimientos, no quería conectar con esos ojos oscuros por nada del mundo. A esas alturas ya le preocupaba estar cerca de ese hombre, su mirada oscura le ponía los nervios de punta a tal punto que sentía como si su corazón fuera a explotar, supuso que era el efecto que el hombre tenía sobre las personas, un hombre así de importante tenía que hacerse sentir.
Juntó las manos sobre su regazo y miró de soslayo a el pelinegro junto a él, notando que solo estaba mirando al frente. Soltó un pequeño suspiro relajándose un poco y miró en la misma dirección.
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El modista privado del duque - Sunsun [Sin Editar]
FanfictionSunghoon es un duque adinerado y codiciado por todas que vive su vida de mujeriego sin la intención de casarse ni tener hijos en venganza de su padre, un día decide contratar a un modista llamado Kim Sunoo, tras verlo y quedar encantado a primera vi...