Capítulo 39.

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 —¡Despierta, cariño, despierta! —Escuché decir a Alissa, mientras trataba de despertarme.

Abrí los ojos y un leve mareo me obligó a permanecer apoyado contra la almohada. La cegadora luz del mediodía que entraba por la ventana me quemó las retinas por un instante.

Luego de una larga noche, agradecí bastante poder descansar correctamente, por primera vez en muchos meses. Finalmente, logré incorporarme y me restregué los ojos, antes de mirar la hora, era la una de la tarde.

—¿Qué pasa, Alissa? Aún tengo demasiado sueño.

—Tienes que ver esto.

Me entregó la primera plana del periódico local, y el titular en letras grandes, decía:

FAMOSA EMPRESARIA VINCULADA CON MAFIOSO RECIENTEMENTE ARRESTADO.

Bajé los pies de la cama y comencé a leer muy por encima:

«El presidente de W&L, Jules Hamilton, mencionó en una rueda de prensa a la que convocó, lo siguiente: W&L no tiene ninguna relación con este escándalo. Solicitaré una auditoria externa para demostrar que el corporativo no está involucrado de ninguna manera con las acusaciones hacia la ex presidenta».

«El nuevo líder de la mafia italiana, Pierre Duxbory, acusó en su declaración a Miranda Flamfourt, la empresaria del año, de sostener una relación sentimental con él, además de compartir negocios en los que se hallan involucrados el lavado de dinero, evasión fiscal y tráfico de armas».

«Al respecto, la empresaria no se ha pronunciado al respecto, puesto que para este y otros medios, ha sido imposible localizarla para una entrevista: rumores afirman que huyó del país».

«La policía ha informado esta mañana que aún hacen falta datos concluyentes, antes de girarse una orden de aprehensión en contra de Miranda Flamfourt, pero no desestimó los rumores alrededor de este caso».

Arrugué el periódico y lo destruí en pedazos. Maldiciendo en mi cabeza una y otra vez a Jules.

—¡Jules es un imbécil! —Me levanté y abrí el clóset.

—Creí que era importante informártelo a ti y a Paul.

—¿Dónde está él? —Comencé a sacar ropa a diestra y siniestra.

—En la sala, mirando el noticiero. Me preocupa demasiado porque la información está por todas partes.

—A mí me preocupa más lo que va a hacer mi hermano —Tomé unos vaqueros y una camisa de botones color crema.

—¿Crees que tu ex jefa ya se haya enterado de todo?

—No tengo idea —Comencé a vestirme—. Pero suponiendo que ella se haya enterado de la estafa de Jules inmediatamente después de haber llegado a Shanghai y haciendo cuentas, a estas horas es probable que ella ya esté por llegar a Salzburgo —Abroché los botones de la camisa y mis pantalones antes de salir de la recámara.

Alissa fue detrás de mí por las escaleras: —Por favor, solo no cometan una locura.

Vi a mi hermano en el sofá de la sala, con los codos apoyados en sus rodillas, mirando en el televisor la noticia del momento. Lanzó el control remoto contra la pared, lo cual hizo que se partiera y las baterías salieran por los aires.

—¡Voy a matar a Jules! —gritó, lleno de furia.

—¡Tranquilizate! —le pedí—. No solucionaremos nada así.

Paul se llevó las manos al rostro, intentando contener su enojo. Luego me miró:

—Logan, ¿y si se entera por otro lado antes de si quiera haber leído tu carta?

De Realismo Mágico Se Compone El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora