TBATE: Destiny

Sapin: Una Visión Al Pasado

45 años antes de la Subasta

Pov de Arthur Leywin I

Me pase la mano por mi pelo cenizo, estaba cansado de tanta política.

Mi corazón estaba en el campo de batalla, no en una mesa, rodeado por nobles inutiles.

Más cuando la mayoría no han pisado una mazmorra en su vida.

-Los elfos están cada día más adentro de las llanuras- fue Wykes quien habló, su petulante lengua, cuanto lo odiaba.

-Si las toman nuestra principal fuente económica se perderá- fue Lrini quien habló, su voz  fría y calmada como el mismo invierno mientras mantenía su semblante serio.

Con su mano descansando en su cara, el hombre peliblanco miró a todos, antes de posar su mirada en mi.

-Debemos volver a golpearles- la señorita de Flamesworth habló. Una niña, cuyo padre murió combatiendo al igual que su hermana, la lanza.

Que debía dirigir una de las familias más asquerosas y despreciables.

-No podemos- Bladeheart, tan respetuoso como siempre hablo mirándonos, ajeno a la lucha entre duques.

Como siempre los bandos estaban hechos, los Flamesworth y los Wykes se aliaban e incitaban a la guerra.

Ya ves de cuánto les sirvió, el destino es gracioso, ambos duques murieron en Elger, hace trece años.

Los Aurae y Leywin como siempre les llevábamos la contraria, siempre buscando las medidas más razonables y menos emocionales.

Luego estaban los Bladeheart, ajenos a todo, neutrales, centrados en su espada.

Cansado y harto de esta panda de niños, suspiré necesitaba un descanso.

Hablando de niños.

Mire a su majestad el rey el hermano pequeño del "gran" principe, quien no parecía poder decir ni hacer nada, inseguro con su madre y consejeros detrás.

En el otro extremo de la sala una joven maga de elite, Cynthia creo que se llamaba.

Mirándonos con tranquilidad, y al mismo tiempo, en el fondo podía notarse nerviosa.

Le sonreí con calma, volví a mirar al joven rey, era triste ver a un niño en esa situación, apenas 11 años, y ya tenía que reinar.

Este niño debía reinar un reino destruido, en esta guerra habíamos perdido más de 5 lanzas, y más de 300000 hombres, los campos estaban devastados y los aventureros se habían alzado en armas.

Y como alvidar que los enanos han comenzado a moverse, esos tipos saben que nuestras líneas apenas están resistiendo.

Teníamos suerte de que Virion, el gran rey elfico no hubiese mandado a su ejército a cargar con todo.

Y tan solo había una razón, la caballería Pesada, puede que en el bosque fuese inútil, pero en llanura era devastadora.

Despejé mi mente antes de recostarme y hablar.

-Si su Majestad me confiere de un ejército de más de 15000 hombres yo detendré el avance elfico- vi como todos callaban, todos los niños se silenciaron ante mi presencia, ante la presencia del único duque que había sobrevivido esa carnicería.

-Señor Leywin, sabemos de su capacidad- intento hablar la reina regente, la silencié con la mano, me gustó ver la cara de Wykes al ver a su hermana ser mandada callar.

-No estoy hablando contigo Mariel, le hablo al rey- vi como el muchacho se estremecía, definitivamente nunca estaría a la altura del título, pero por el momento con las lanzas, el era intocable.