Saga N°1 de La Pentalogia "Improntas"
A Samuel Uley nunca se le pasó por la mente que las Leyendas que contaba Billy Black, Fueran ciertas, ni mucho menos que sería el Alfa de la Manada. El ya tenía su vida planeada, Se iba a Casar, Tenía Un empleo...
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Era Jueves a medio día, Evaline iba de aquí para allá intentando hacer la comida más rápido, usando a consecuencia sus dos manos y usaría tres si es que tuviera.
El apuro era porqué sus lobitos no habían venido durante dos días seguidos por las extensas guardias que Sam les hizo hacer.
Ahora Eva, les iba a dar un muy bonito recibimiento al haberlos extrañado demasiado. Se dio cuenta lo vacia y solitaria que se sentía la casa sin sus cachorros comiendo y bromeando entre ellos.
- Si que te empeñas demasiado. —Habla Sam, mirándola desde la entrada a la cocina, sin poder evitar sonreír al verla así.— ¿Que haces? Huele muy rico.
Eva volteó a verlo con una leve sonrisa, aún echándole cosas a la gran olla que estaba en el fuego.
- Estoy haciendo Chili de Carne porque vendrán con demasiada hambre, comerán todo lo que no comieron en estos dos días y quiero que disfruten. - Ella ríe levemente, centrando otra vez su atención a la cocina.
- Déjame ayudarte. —se acerca a ella, mirando el interior de la gran Olla, nada sorprendido ante la exquisita vista al haber olido la comida desde el bosque.— ¿Qué necesitas que haga?, Pareces un poco ansiosa y eso me preocupa.
Eva suspiró, revolviendo la mezcla.— Solo estoy tratando de terminar a tiempo. Los chicos llegarán pronto y quiero que todo esté listo.
Sam asintió.— Lo entiendo, pero los chicos se conformarian con cualquier cosa que hagas porque saben que lo haces con amor... Cosa que puede que me ponga celoso. - Murmuró ladeando la cabeza pensativo, haciéndola reír.
- ¿Qué tal si cortas las cebollas y el ajo que faltan? —pregunta ella sonriendole tímidamente.— también puedes ayudar con el tomate triturado. —se encoge de hombros.— yo luego sazonare con comino y orégano.
