Cancer x Acuario

Capítulo Nueve

Segunda oportunidad

«Había algo en él... dulzura, amabilidad. Belleza. Demasiada Belleza. Mejor tener cuidado».

-James

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El barco nunca estaba en silencio. El sonido de las olas, el crujir de la madera, voces que llegaban de otras habitaciones.

Build estaba acostumbrado e incluso disfrutaba de la familiaridad de ello.

Sin embargo, esa mañana, fueron otros los sonidos que interrumpieron sus adormecidos e intermitentes sollozos.

Se oía una especie de zumbido vibrando a su alrededor y el ruido del agua golpeando la embarcación. Era como si acabaran de atravesar una ola gigante y esta hubiera hecho que el barco se elevara y volviera a bajar de forma abrupta. A Build le llevó unos momentos sobreponerse a ese vértigo y que el estómago se le asentara.

¿Otra tormenta?

Un vistazo al exterior reveló un cielo azulísimo y unas cuantas nubes esponjosas pasando a toda velocidad.

Un momento... ¿Cómo iban a estar pasando nubes a toda velocidad?

«Que no cunda el pánico», pensó Build, entrando en pánico. De mala gana, soltó el chaleco salvavidas al que seguía abrazado, se levantó y se vistió, volviendo a ponerse el chaleco encima de la ropa. Tenía el estómago revuelto y el corazón le iba a mil por hora.

Se suponía que esa mañana era para ahogarse en la pena y en la autocompasión mientras hacía las maletas y abandonaba el Aquarius. No había tenido pensado ahogarse de verdad.

¿Estaba Bible tan enfadado que quería atormentarlo y sacarlo a altamar antes de que se marchara?

Build se dirigió arriba, agarrándose al pasamanos de las escaleras como si le fuera la vida en ello. El salón estaba vacío.

El barco se tambaleaba en un sube y baja constante mientras su cuerpo parecía jugar al pesca - pesca con la gravedad, sin llegar nunca a atraparla. Y no jugaba solo, no, la señora náusea era su fiel compañera, y lo estaba mareando de lo lindo.

—¿Bible? ¿Venecia?

Build se agarró a la mesa y se quedó mirando el reloj. ¡Las diez! ¡Mierda! ¿Se había quedado dormido? Pero... eso quería decir que Venecia ya se habría ido al viaje del colegio.

Eso quería decir que no había podido despedirse de ella.

Eso quería decir... Frunció el ceño. No tenía ni idea de qué más quería decir, aparte del hecho de que el barco se movía sin parar en altamar y que él seguía a bordo.

—¡Bible!

Joder. Joder. Necesitaba —que Bible lo perdonara— tierra firme.

El barco se inclinó hacia un lado.

.

.

¡Se inclinó hacia un lado!

Y eso solo podía significar que estaban a punto de volcar.

Build se tambaleó por el salón, subió los escalones y se dirigió a cubierta; cuando abrió la puerta fue recibido por un brillante sol y un fuerte viento contra el que tuvo que luchar mientras se arrastraba por el suelo hacia la popa del barco y ráfagas de agua procedentes del mar lo rociaban a su paso.

Bible trasteaba con varas metálicas y unas redes. Llevaba tennis de deporte, pantalones, un corta vientos y unas gafas de sol.

—Bible.