Cancer x Acuario

Capítulo Doce

Segunda oportunidad

«Cada vez que te cierro la puerta lo hago precisamente porque lo que estoy deseando es abrírtela de par en par y dejarte entrar».

-James a David

<<<

<<<

<<<

Pasaron las semanas. Tres, cuatro, Navidad. Año nuevo.

Venecia se compró un vestido dorado para su baile de invierno. Build se mantuvo ocupado ayudando a Alanís con la contabilidad del puerto deportivo.

Bible se fue a una conferencia medioambiental de cuatro días.

Una conferencia que había terminado esa mañana, así que estaría a punto de llegar a casa.

Build le pasó a Venecia un té de flor de saúco calentito —sin una gota de alcohol esta vez, como debía ser— y volvió a tirarse en el sofá, tapándose a toda prisa con una manta. Llevaba unos pantalones, tres jerséis y una bufanda que le había robado a Bible.

Venecia, acurrucada en un rincón, soplaba su té mientras pequeños hilillos de vapor procedentes del interior le cubrían las pecas como si de un velo se tratara. Le había crecido el pelo y las raíces rojas brillantes contrastaban con el océano gris que era aún el resto. Dio un sorbo a su bebida, la dejó en la estantería y volvió a agarrar el celular.

—Me toca, me toca.

—Es tu juego —dijo Build soplando él también sobre su taza—. Siempre te toca.

—Es que mis preguntas son mejores. —Venecia se aclaró la garganta y añadió—: A ver, cuando este signo está herido le cuesta mucho recuperarse. No puede deshacerse de su pena sin más y a veces se vuelve incluso más distante.

—Acuario.

—Muy bien.

—¿Estás tratando de decirme algo?

—Que las cosas buenas llevan su tiempo. Has hecho muchísimos progresos con mi padre. No te rindas.

Como si se le hubiera pasado por la cabeza semejante cosa.

—Venga, otra pregunta.

—Cuando este signo se encariña con alguien, cae a sus pies sin remedio.

—Acuario. Otra vez. ¿Sería posible que jugaras a este juego sin todo ese subtexto que le estás metiendo?

—Puedo intentarlo. ¿Qué signo puede pasar de llorar a echarte enojarse ferozmente en el transcurso de un minuto sin dejar de quererte con locura?

Build le dedicó una miradita, que ella entendió perfectamente, y la amenazó:

—No pienso hacerte el queso a la plancha que te iba a hacer.

Venecia se rio.

—Se trata de un signo que parece serio, pero que en realidad es la risa.

Build resopló.

—Iba en serio. Además, hace tanto frío que no puedo ni pensar en cocinar.

—Llevas toda la semana sin querer cocinar.

Eso era cierto.

—Echo de menos a tu padre.

—Yo también. Dijo que llegaría hacia las seis. Así que estará pronto aquí.

Venga, otra pregunta.

—Cáncer —contestó Build.

—Aún no te he preguntado nada.