Secretos y mentiras / Lucemond

Cap. 3 - Te buscare

No me quedé muy tranquilo luego de ese casi encuentro y Elijah lo noto. Durante la cena tocó el tema y yo solo lo desvíe, pero cuando quedamos solos, insistió y le conté todo. Desde esa noche clara en Driftmark cuando me enamore de Aemond al verlo reclamar a Vhagar, hasta esa tormentosa noche cuando estuvimos juntos. Le dije que Rhaena había planeado todo y me sorprendió el saber que esa noche, ella le había contado la verdad a él, después de que ambos estuvieran juntos. Elijah me escucho sin juzgarme o hacer ningún tipo de comentario, eso me tranquilizaba porque sabía que podía contar con él, después de todo solo éramos nosotros dos. Habían pasado ocho largos años desde esa noche, pero jamás la había olvidado. Cuando termine mi historia, el silencio reino en la habitación. Yo solo jugaba con la punta de la mesa y él me miraba suspirando y bebiendo su cerveza.

Lucerys - Me mata tu silencio.

Elijah - Estoy viendo cuanto tardas en darte cuenta. - lo mire confuso.

Lucerys - De qué?

Elijah - De que esa niña, puede que sea tuya. - soltó mientras bebía del tarro

Mi mano cayó de la mesa y dejé de respirar. Lo mire sorprendido y el solo sonreía de lado. De pronto sentí un gran peso en mi estómago y mi vista se nublo, haciendo que parpadee varias veces. Me tambalee en poco en mi asiento, pero me sujete rápido de la mesa antes de caer al suelo por esa revelación. Era posible, digo. Esa niña era igual de alta que Aemond y si, sus ojos verdes llamaron mi atención. Pero jamás se me cruzó por la cabeza que podría ser mía.

Elijah - Respira alfa o te quedarás duro en esa silla.

Lucerys - No puede ser - Negué con la cabeza - Él nunca dijo nada. Es más, cuando Rhaena quedó embarazada ella fue a verlo y al volver, no dijo nada de que él estuviera embarazado.

Elijah - Tal vez cuando ella fue, el aún no lo sabía o quizás... - lo mire y el cambio la cara - Ella te amaba, realmente te amaba. Tanto que hizo todo eso para que pudieran tener un heredero y poder ser felices.

Lucerys - Quizás qué?.

Elijah - Ella me invitó a su habitación porque estaba celosa de ti. Y también de él. Quizás, cuando fue a verlo ella...

Lucerys - Insinúas que ella sabía sobre él y nunca me lo dijo? - eso sonó más molesto de lo que esperé. No me gustaba a donde estaba dirigiendo la conversación. Yo confiaba en mi esposa y estaba seguro que ella no sería capaz de hacerme algo así.

Elijah - Tienes razón, lo lamento. Yo no la conocí tanto como tú y te pido perdón si estoy hablando de más.

Lucerys - Lo haces! - gruñí y el levanto las manos, en señal de rendición - No hablaré de esto. Solo te lo conté, para que entendieras mi actitud de hoy, nada más.

Elijah - Está bien, lo siento. - se levantó tomando su tarro, pero antes de salir, volví la vista hacia mí - Pero hay una posibilidad y lo sabes.

Con esto último, salió de la habitación y me quedé en silencio un momento. No quería pensar mal de ella, no después de todo lo que pasamos juntos para tener un heredero y la cruel forma en que los dioses me la quitaron cuando al fin, pudimos tener uno. Mi pecho empezó a doler al recordarla, me hacía tanta falta a veces. Pero la veía todos los días en nuestro hermoso niño y me apenaba horriblemente el saber que el no pudo conocerla.

Me quedé un rato más sentado, pensando en los últimos ocho años y cada pensamiento me llevaban a él. Decidí no enfermarme más con ellos y me retiré a la habitación. Cuando llegue la cama estaba vacía, mi niño había decido ir a dormir con Elijah y yo no estaba de ánimos para dormir solo, asique me dirigí a su camarote.