Luego de esa noche, volví a la fortaleza. Les dije a ambos que enviaría un cuervo informando las noticias, buenas o malas y me despedí. Los días se convirtieron en semanas y aún nada, asique perdí las esperanzas. Mi doncella Alyss era la única que sabía de lo ocurrido y me cuido bien. Podía hacer mi vida normal, pero me prohibió volar, por lo menos hasta que pasara el primer mes.
Treinta días pasaron y amanecí con vómitos. Ni bien termine con eso, me reviso y dijo que estaba embarazado. Me sentí realmente feliz y lo primero que hice fue enviar un cuervo a DriftMark con solo dos palabras " buenas noticias". A la semana ella vino a verme y la recibí con mucho amor, pero la note muy apagada asique solo la lleve a mi galería privada y empezamos a hablar.
Aemond - Que bueno que recibiste mi cuervo, estaba pensando que tal vez se había perdido.
Rhaena - No, lo recibí a tiempo. Pero tenemos que hablar Mond. - la mire atentamente - Estoy embarazada.
Aemond - Rhaena eso es maravilloso. - sujete sus manos, pero no respondió. Intenté encontrar su mirada, pero ella solo tenía los ojos fijos en su falda y comencé a comprender que le pasaba - Y ahora, ¿qué pasará entonces?
Rhaena - Dioses, lo lamento tanto Mond. No pensé que esto pasaría. - sus lágrimas empezaron a caer y aleje mis manos - Yo... Solo fue una vez con otro hombre y pasó...
Aemond - Estás diciendo que no es de Lucerys?. - negó con la cabeza - Y él lo sabe?
Rhaena - Claro que lo sabe, no es estúpido. Después de que él estuvo contigo yo no quise estar con él. Me sentía muy dolida y traicionada. Yo los vi juntos, las cosas que te hacía, te miraba y besaba, como si hubiera querido hacer eso toda su vida. El jamás fue así conmigo. - recordé lo que dijo esa noche y me sentí muy culpable - Lo peor de todo es que fue mi idea y no pude recriminarle nada. Solo puedo sentir vergüenza por haberme embarazado de otro, de alguien a quien ni siquiera amo.
Aemond - Rhaena, no fue tu culpa. Simplemente paso.
Rhaena - Si, fue mi culpa. Jamás debí proponerte que estuvieras con él, me arrepiento tanto. Estaba desesperada y no pensé en las consecuencias. Tu eres mi amigo, y el mi esposo, como pude ser tan tonta. - acercó sus manos y sujeto las mías con fuerza - Pero eso ya no importa, vine aquí para pedirte, suplicarte que no tengas al bebé.
Aemond - Que dices? - quise soltar sus manos, pero las sujeto con más fuerza.
Rhaena - Por favor Aemond, yo no le dije a Lucerys que recibí tu cuervo. Pero si él se entera que tú llevas su hijo querrá hacerse cargo - seguí intentando librarme de su agarre, pero ella me miraba con determinación - ¡Por favor! Te lo pido. No quiero perderlo, lo amo demasiado como para verlo aferrado a ti y a tu vientre.
Aemond - Rhaena, suéltame por favor. Me estás lastimando.
Rhaena - Por favor, promete que no lo tendrás y nunca le dirás a Luke sobre esto.
Aemond - Acaso solo te importa él? - me miró con lágrimas en los ojos y yo no podía reconocer a la persona que tenía frente mío - Que hay de mí? ¿Acaso no te importa lo que tus palabras me hacen o como me siento? Yo te amo, siempre te amé. ¡Hice esto por ti! Para que una parte de mí, siempre estuviera contigo, pero ahora me dices que como tú estás embarazada, ¿ya no te sirvo? - me libere de su agarre y me pare - Como puedes hacerme algo así? Entiendo que estés desesperada, ¿pero era tu amigo, como puedes jugar con mis sentimientos y simplemente utilizarme de esta forma?
Rhaena - Aemond, por favor. Entiende que no puedo perder a Luke, él es todo mi mundo. Después de esa noche me di cuenta que, si él se entera, solo estarás tú y ese niño en su mente. Yo no podría vivir con eso, no podría soportar la idea de que los prefiriera antes que a mí.
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Secretos y mentiras / Lucemond
Hayran KurguNo importa cuanto intentemos ocultar nuestros secretos o como disfracemos las mentiras, la verdad siempre sale a la luz.... Incluso, cuando no queremos. Sin importar lo mucho que nos esforcemos, el destino siempre gana...