Arrebato de amor (Itanaru)

Capítulo 30

Naruto veía a la distancia al Nara hablando y sonriendo con la chica de Suna, estaba sentado sobre un depósito de agua analizando su existencia, estaba evidentementemente deprimido, su rostro estaba sobre sus manos, giró su mirada, levantó una ceja viendo a Genma a la distancia con una chica con cabello púrpura, tenía grandes pechos, era hermosa, ambos jugaban y bromeaban, giró su mirada viendo el jardín de la boda de Itachi, estaba listo para esa tarde, tres hombres y de ninguno él era prioridad, ninguno lo amaba lo suficiente para dejar todo por él, una lágrima cayó por su mejilla, levantó un puchero tembloroso sintiéndose hecho a un lado, la limpió con velocidad, estaba harto de esa mierda, se levantó con la mirada fría, había sobrevivido a mucho más mierda, siguió limpiando sus ojos, no se dejaría caer por esos cretinos, sólo estaba preocupando a sus padres con su actitud deprimente nuevamente.

Brincó sobre las casas hasta llegar a la suya, entró por la ventana, abrió sus ojos bastante, su hermano estaba ahí con los brazos cruzados -¿irás?- Naruto guardó silencio un momento analizando, apretó el alféizar de la ventana, tragó pesado, asintió, caminó digno tomando ropa interior de sus cajones -sí, no bajaré la cabeza, si tengo que desencantarme de Itachi con esa maldita boda, quiero verlo con mis propios ojos-

Menma sonrió satisfecho, levantó un kimono negro con detalles en flores rojas y doradas- papá y mamá lo mandaron a hacer para ti, haz que se le caiga la cabeza a ese idiota o que se decida de una maldita vez- Naruto vio el hermoso kimono en su brazo, abrió sus azules demasiado, sonrió abrazando a su hermano -gracias ttebayo -susurró quedito una muletilla, Menma sonrió acariciando suavemente su espalda -ve a ponerte lindo, anda- Naruto asintió entrando a la ducha.

…..

El Hokage caminaba con una suave sonrisa, su esposa iba de su brazo con orgullo con un hermoso kimono rojo, Menma iba con los brazos cruzados con un Yukata tradicional, veía con seriedad todo, Naruto iba a su lado con el hermoso kimono que mandaron a hacer para él, su cabello sólo mantenía un broche de flor con perlas, estaba suelto, caía a la altura de su cuello, se veía lindo, con sus enormes azules veía con inocencia a la gente guardando su imágen cretina de momento, los rumores en la aldea comenzaron respecto a su sexualidad, no estaban seguros que fuera chico o chica. Naruto caminaba con cuidado por el complejo Uchiha sin prestar atención, la gente saludaba a su padre con emoción, el pequeño lo veía con orgullo.

Al llegar a la boda Naruto observó con cuidado el lugar, apretó el ceño con molestia -¿no decían que lo habían quemado?- Minato suspiró hondo- uno de los anbus tiene una gran habilidad para manipular la tierra, le quedó bien- el rubio menor asintió cabreado, esto parecía una boda de ensueño, la hija de puta debía tener un nuevo ajuar y seguramente una peluca hermosa, apretó sus puños con coraje, giró su mirada sintiendo una presencia, parpadeó con duda, un cuervo lo observaba a la distancia, su corazón latió con fuerza recordando a Itachi, tragó pesado, sus ojos se aguaron, apretó sus puños con frustración, giró su rostro cabreado ignorando al ave, el cuervo voló sobre ellos, dejó caer una nota no muy lejos de su lugar, el rubio observó que nadie viera, se levantó por un bocadillo, con disimulo tomó la nota, la abrió con velocidad “por favor, disfruta el espectáculo, sé que te gustará hermoso”-

Naruto masticó suavemente analizando, apretó el ceño cabreado ¿qué mierda quería si ya estaba por casarse? ¿cuál espectáculo?, tomó dos bocadillos más, los llevó con él a su lugar pensando en la nota, tal vez no era para él, suspiró con fastidio masticando lentamente ¿o sí? -¿harás una escena acaso? aún estoy impresionado con la calma que has demostrado- el rubio afiló su mirada -no estoy de humor, tal vez espero que un rayo caiga sobre la hija de puta -Menma negó con diversión -aún puedes gritar me opongo a media celebración, como en las películas -Naruto suspiró con fastidio, su mirada era gris, estaba cabreado y dolido- hoy yo no haré la escena, veamos qué sucede- el pelirrojo lo vio con duda.