Capítulo 1

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Naruto veía con cuidado a la gente pasar frente a él, su mirada se veía perdida, estaba cansado- mocoso, muévete, se derramó una bebida en la mesa siete- el pequeño levantó su mirada grisácea a un sujeto de al menos cuarenta años, asintió, con velocidad corrió al lugar, limpió la mesa con rapidez, se hincó en el piso limpiando el suelo- muévete bestia, mi cliente se espantará si sigue viéndote, demonios -el rubio levantó sus azules grisáceos viendo con molestia a la chica que reía, salió del lugar, podía escuchar las risas de la mujer a su espalda, caminó hacia el baño con velocidad, al llegar lavó el paño que usó para limpiar la bebida, lo talló con fuerza, la puerta se abrió, una chica entró al lugar, la vio con cuidado -¿Qué demonios me ves bestia?, lava bien eso, sirve para algo- el ojiazul afiló su mirada -por lo menos sirvo para limpiar, no sólo para hacer mamadas- la pelirroja apretó el ceño cabreada, jaló de su cabello con fuerza -¿Quién demonios te crees mocoso arrimado?- el rubio la aventó, la chica no se quedó atrás aventándolo. Naruto levantó su mirada gris, ambos se veían mal, debió golpearla, la pelirroja sonrió con burla- ¿Qué sucede?, ¿Esta vez no te lanzarás sobre mí pequeña bestia?, vaya, comienzas a aprender tu lugar - el rubio afiló su mirada- no me desgastaré contigo -tomó el paño, salió del baño dejando atrás a la chica que reía, era una hija de perra igual a las demás.

El rubio entró a los camerinos, algunas chicas se vestían, otras se aseaban un poco, otras se pintaban, una de las chicas sonrió con maldad, tiró su bebida en la alfombra -ups, limpia esto bestia- el ojiazul afiló su mirada -debes ser bastante idiota para derramar tu bebida- la castaña apretó el ceño- limpia bestia, sino lo haces, Yuta te regresará al bosque de dónde saliste, ¿ya se te olvidó que eres un simple arrimado?- Naruto apretó el ceño- tal vez lo sea, pero la puta aquí, eres tú -abrieron sus ojos bastante, era una palabra prohibida en el lugar -hijo de perra -lo aventó al suelo, las chicas comenzaron a tratar de golpearlo, el chico salió con velocidad bajo las piernas de una de ellas, se paró empujando a una mujer sobre el resto de las chicas, las vio caer una sobre otra, salió del camerino desapareciendo de la escena, fue con velocidad a limpiar los espejos de la sala principal donde atendían a los clientes.

Yuta se acercó a su lado cabreado -¿otra vez mocoso?- Naruto limpiaba el espejo con cuidado -me llamaron nuevamente bestia, me golpearon entre todas, ¿sólo esperas que me deje golpear y ya?- no lo veía los ojos, estaba cabreado, su mirada gris lo mostraba, Yuta negó con fastidio -acaba eso y ve por agua al pozo mocoso, se meterán a bañar dos de las chicas, recibirán a un cliente importante en poco tiempo, pon esencia de rosas en el agua -Naruto suspiró con fastidio, terminó de limpiar el espejo bajo la mirada de su jefe, salió del lugar hacia el bosque, caminó con fastidio, su mirada gris era indicativo de su poca tolerancia en ese momento, tomó las cuatro baldes ajustándolos al tronco, los cargó en sus hombros, colgaban dos de frente y dos por detrás, mientras el tronco lo acomodaba en su espalda, caminó con cuidado de no derramar una gota, era bastante fuerte para ser civil, entró por detrás vaciando el agua en la tina, salió fuera del lugar nuevamente, colocó leña en el fuego para que se calentara el agua, se recargó cabreado observando a hombres llegar y salir del lugar, suspiró con fastidio levantando su mirada hacia el bosque, si tuviera dinero ya se hubiera largado de ese lugar, vivir en la bodega de un prostíbulo no era el proyecto de vida de nadie.

Observó a un shinobi observar la mansión, llevaba a tres sujetos más a su espalda, se veían importantes con ese chaleco jounin sobre sus cuerpos, por un momento fantaseó con la idea de ser uno de ellos, bajó su mirada gris, acarició su abdomen suavemente, por un momento recordó su infancia, la anciana que lo había encontrado en el bosque lo llevó a su hogar cuando era un bebé, creció a su lado bajo maltrato, era una desgraciada, por un momento el último día a su lado vino a su mente, tenía seis años cuando sucedió, recuerda jugar entre los árboles a escondidas de la anciana, trataba de alcanzar una pequeña flor en una rama, se estiraba como podía, pero no la alcanzaba, la deseaba con todo su ser, era hermosa en un color rojo intenso, nunca había visto una igual, tanta era su necesidad de tenerla, que su cuerpo comenzó a formar una pequeña cadena de chakra color dorada, la cual salió de su abdomen, estaba emocionado, creyó que hacía magia, cuando la anciana lo vio, sus ojos mostraban terror, coraje, aún recuerda sus golpes y cómo lo lanzó al bosque de regreso “monstruo, regresa a ese maldito bosque de dónde saliste y no vuelvas” su mirada se hizo aún más gris a pesar de ser azul.

La Niebla sangrienta como habían llamado a su país, hacía honor a su nombre, los kekkei genkai eran cazados como cerdos, repudiados, no era idiota, sabía lo que significaba esa cadena, tenía un kekkei genkai, estaba seguro que había sido abandonado por ello, recargó suavemente su cabeza en el muro de madera de la mansión, se preguntaba si su clan aún existía, muchos habían sido eliminados, aún si existiera, se habían deshecho de él como un perro, no valía la pena pensar en ello, esta era su vida.

Arrebato de amor (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora