Mi Lugar Correcto [Tom X Jake]

Fotos y recuerdos

El capítulo anterior ya está terminado. Si solo leyeron la primera parte, por favor vayan a leer el resto a partir de "👇"

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Sus piernas corrían sin cesar a lo largo de la calzada sin darse el gusto de tan siquiera poder respirar correctamente. No dolía, tampoco sentía cansancio alguno.

Su mente estaba atormentada, todo era tan oscuro y confuso que no se permitía mirar al futuro. Por un momento no había nada. Se preguntaba a sí mismo si había algún modo de cambiar quién era; como se sentía. Tratando de averiguar si hallaba esa respuesta tal vez lograría ser feliz, pero no lo sabía con precisión. Lo único que sabía es que estaba dispuesto a dar su felicidad con tal de encajar con el resto, aun si tenía que arriesgarlo todo.

Sería aburrido, pero quizás sería menos doloroso.

Desde hacía unos años atrás que las cosas empezaron a dejar de ser como antes. Aún tenía vagos pero maravillosos recuerdos de aquella época donde podía ser libre sin que nadie tuviera el derecho de juzgarlo. Cuando no se moría de la curiosidad por experimentar todo su alrededor apostando su tranquilidad.

Antes todo era más sencillo.

Jamás tuvo la necesidad de morderse los labios para contener el llanto cuando alguien hablaba de él de forma descarada, incluso estando delante de él. No era necesario apresurarse a su habitación cada vez que el sonido de las llaves anunciaba la llegada de su padre, después lloraba por ingrato. Nunca tuvo que esperar a que todos durmieran para colarse en la cocina como una pequeña rata cuando los días se volvían difíciles. Nada de eso.

Su anterior yo vivía quejándose de lo intenso que podía llegar a ser su hermano con él, de la comida que su madre preparaba o de el poco tiempo que tenía su padre para jugar con él desde que su edad superó una cifra. Ninguna comparación. Ahora su hermano era quien lo evitaba, a Jake ahora le gustaba la cebolla y ya no tenía ganas de jugar con su padre.

Cuando lo pensaba, el cambio le parecía abismal. ¿Pero en qué momento? ¿En qué maldito momento todo empezó a ser de esa forma?

Quería a su hermano, amaba a su madre y extrañaba a su padre.

Incluso si trataba de recordar con todas sus fuerzas, como si su vida dependiera de ello, no hallaba la respuesta por ninguna parte. ¿Acaso fue por empezar a negar la ropa que su madre elegía para él? ¿Desde que comenzó a tener un poco de vanidad hacía sí mismo?

Perdón, perdón y perdón. Solo quería que todo fuera como antes.

En caso de que alguien supiera la respuesta, tenga la bondad de decírsela. Grítenla si hace falta o, si lo prefieren, susúrrenla al oído, pero háganlo. Lo único que él deseaba en ese instante era un gran y fuerte abrazo sincero de su padre y de su madre, que lo miraran con orgullo en lugar de esa mirada desde arriba con expresión adusta, como sí él ya no valiera lo mismo que antes.

¿Los amaba tanto para tratar de cambiar por ellos?

No lo sabía.

Sus piernas empezaban a perder ritmo y velocidad, sus pasos se volvían más cortos y ligeros. No sabía si era por correr sin rumbo, pero tenía la sensación de haber recorrido una distancia muy larga. Últimamente, se había vuelto rutinario tratar de escapar de casa, al menos por un par de horas, pero lo más lejos que había llegado hasta ahora era hasta el cerco de la casa, donde solo se atrevía a tocar el picaporte para luego dar la media vuelta sin mirar atrás. Pero esta vez fue diferente, tanto que incluso se inmutó ante la rama que rozó su pierna de manera violenta, desgarrando parte de su pijama de algodón de cuadros e hiriendo ligeramente su piel. Eso sería el problema del mañana, ahora sólo podía pensar en el presente y en lo perdido que estaba.