La cita

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Unas voces a lo lejos interrumpieron el sueño de Jake, que de alguna forma había logrado conciliar. Consiguió abrir los ojos con algo de molestia debido a la pesadez de estos. Miró alrededor y pudo notar enseguida que  apenas reconocía la habitación donde estaba, entonces recordó todo. Recordó la cantidad de cosas que habían pasado el día anterior, sin embargo, no quiso ahondar mucho en ello, pues se aseguró de desahogarse a la perfección anoche, poco antes de caer dormido.

Con el poco ánimo que tenía se puso de pie y salió de la habitación. Siguió las voces que poco a poco se volvieron más cercanas. Ahí encontró a Nick y Alec juntos en la cocina. Donde el último se encontraba cocinando el desayuno.

—Buenos días, chicos —Se sentó en la mesa junto a Nick. Enseguida notó una par de miradas cómplices entre ambos, pero tenía demasiado sueño como para sentir algo de curiosidad. Algo extraño de él.

—Buen día, tonoto. ¿Vas a desayunar con nosotros?

—No soy de desayunar, pero gracias —Agregando que no tenía ni un ápice de hambre. Probablemente pensar le quitaba el hambre, últimamente había notado esa tendencia en él.

—¿Entonces cuando comes? ¿En el trabajo? —inquirió, a lo que Jake le respondió con un gesto afirmativo, cosa que alarmó un poco a Nick—. Pero comemos al medio día. Eso no es bueno para tu salud.

—Pero ya estoy acostumbrado.

—No digas tonterías —añadió Alec—. En esta casa siempre se desayunar, así que come, que no es hotel —extendió su brazo y puso frente a Jake un plato de huevo con jamón. Odiaría actuar grosero cuando ambos lo habían tratado con tanta hospitalidad (uno más que el otro), así que consiguió pegarle un par de bocados.
Estaba seguro que su cuerpo lamentaría un cambio tan abrupto en su dieta. Por el otro lad, le alegraba que solo fuera algo de una sola ocasión, pues quedarse más tiempo con ellos no estaba dentro de sus planes.

—En realidad quería decirles algo —tragó en seco—. Regresaré con Tom, así que ya no me quedaré más aquí. Gracias por todo— Jake esperó una respuesta, incluso indagó un poco en sus rostros para encontrarla, pero nada. Ambos se miraron un poco cómplices nuevamente, para después de un largo rato de silencio voltear a ver a Jake de nuevo. Como si se hubiesen hablando telepáticamente, o algo por el estilo.

—De hecho, también queremos decirte algo —declaró Nick.

—¿Estás embarazado?

—¿Lo estás? —preguntó Alec con sorpresa en su voz, pero luego se tomó la libertad de pensar un poco—. ¿Qué? No, no lo está. Es sobre otra cosa.

—Hoy en la mañana... Muy temprano en la mañana. Creo que eran casi las 4:00am, no lo recuerdo bien, pero todavía no salía el sol y hacia un poco de frío...

—Hoy vino el espía ese y te trajo unas cosas —explicó Alec mientras le pasaba una mochila a Jake. La misma mochila con la que había llegado a la casa de Tom. No pudo evitar sudar frío. Después de pensarlo por las últimas 6 horas él había decidido quedarse cerca de Tom, tal vez como amigos, pero ahora que había sucedido esto no estaba totalmente seguro si podría hacerlo, pues prácticamente lo corrió de su casa. Definitivamente había hecho eso.

Tomó la mochila de forma apresurada, que extrañamente estaba más liviana de lo que recordaba. Al momento de abrirla notó que no eran con exactitud todas sus cosas, pues consiguió contar un par de prendas suyas. Aunque no contaba con un extenso armario, sabía que no era toda su ropa. Estaba un poco confundido.
Le pasó por la mente que quizás tomaría sus demás pertenecían y las vendería, así sería una forma de cobrarle por el hospedaje que le ofreció. Era lo que más tendría sentido ahora.

Mi Lugar Correcto [Tom X Jake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora