‼️Advertencia: Contenido explícito leve‼️
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El día era opaco con tonos grises en el cielo. El viento resoplaba con fuerza, golpeando secamente contra la ventana de un humilde y bien decorado comedor, pues las felices fiestas estaban tan cerca.Eran pasadas las dos de la tarde.
Caminaron por un un rato mientras Jake trataba de sacar algún tema de conversación, pero se rindió al solo recibir aprobatorios. Después de seguir caminando un poco más, encontraron un cálido sitio donde podían refugiarse del frío invernal y saciar su hambre.
A pesar de que era su formal desayuno, tuvieron que optar por el menú vespertino a causa de la hora. Para darle un sentimiento más matutino ambos pidieron una taza de café caliente. No hubo queja alguna. No hubo ninguna palabra.
Aunque el lugar estaba completamente vacío, la comida no resultó ser tan mala como lo parecía, lo que fue una gran sorpresa, al menos para Jake. Era de entender que las personas preferían quedarse cómodas y calientes en casa en aquellas épocas del año. Sin embargo, en la pastelería era totalmente diferente, puesto a que, apesar de que los pasteles y deliciosos panes que Míriam preparaba eran la principal atracción, el café que él mismo preparaba no podía quedarse atrás. Así que, cuando la gente por alguna razón se encontraba desierta en el helado clima,les tenntaba aún más a entrar a tomar una muy Rica y caliente taza de café, acompañada con una generosa porción de pastel del día, por supuesto.
Volviendo a lo principal. El ambiente seguía un tanto tenso entre ambos chicos. Era tan delicado y denso a la vez, como si cualquier comentario o acción incorrecta pudiese ser perjudicial para Jake, así que optó por devorar su pasta en silencio, no sin dedicarle algunas pequeñas miradas a Hunter de vez en cuando, quien, en lugar de comer, solo movia su bistec con papas en salsa roja que había ordenado. Cuando se cansó de torturar una papa, comenzó a dar pequeños y ruidosos sorbos a su café, que ya estaba algo helado.
Una vez Jake quedó por fin satisfecho de su platillo lo dejó a un lado esperando a que alguien se lo llevara.Se quedó mirando a Hunter de manera un tanto directa, esperando e recibir cualquier clase de señal para que Jake pudiese hablar, pero no fue así.
Continuó picando su papa hasta convertirla en un puré.
Jake sacó su celular por debajo de la mesa de madera con disimulo para a segurarse de la hora, pues no entendía del todo el reloj de manecillas que estaba pegado en una pared. Maldijo en voz baja cuando se dió cuenta de que había olvidado cargar su celular después de ir a buscar provisiones para Tom aquella madrugada. Resignado, guardó su celular en el bolsillo con decepción.Se acercó a ellos un mesero a retirar el plato de Jake, quien aprovechó la oportunidad para pedir que rellenaron su café. Aunque, a diferencia de la comida, el café lo encontraba bastante soso y anticuado, pero tomar y tomar de su taza era lo único que no hacía el ámbiente una causa pérdida, así que continuó tomando y tomando más café.
Hunter paró de torturar su papa y volteó a ver a Jake, quien, al darse cuenta de la mirada que estaba sobre él, empezó a ahogarse con el café que justo estaba bebiendo. Hunter se sorprendió un poco y le pasó un puñado se servilletas, lanzandolas a su cara y a la mesa, que estaba cubierta de café. Jake agradeció apenado el gesto de Hunter, tomando la primera palabra.
-Gracias -tosió.
Por suerte el café que escupió solo había caído sobre la mesa y no sobre él, así que aquellas servilletas fueron más que suficientes para no dejar rastro de cualquier actividad anormal.
Después de tener un puñado de servilletas remojafas a un lado de su taza, volvió ese silencio tan horrible que tormentaba a Jake. Ni siquiera estaba enterado del motivo del silencio, aunque, si lo pensaba bien, tal vez era parte de su imaginación. Hunter tal vez simplemente prefería comer en silencio.
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Mi Lugar Correcto [Tom X Jake]
FanficLa vida le jugaba mal a Jake desde que el campamento terminó. Todo fue a peor cuando se vió obligado a dejar la casa de sus padres. Cuando menos lo esperaba la vida decidió darle aquella oportunidad que tanto anhelaba. ¿Pero lograría no echarlo a p...