CUENTOS DE LAS MILF DE KONOHA, 2 TEMPORADA.

CAPITULO 20: LA NUEVA RELACIÓN DE HERMANAS. ARCO DE LAS ÚLTIMAS MEMORIAS.

Al día siguiente me levanté y fui rápidamente a la habitación donde había dejado a mi hermana con el, quería creer que no había pasado algo, que mi hermana menor se había salvado, que no había caído en la trampa. No la quería atacar, no iba a dejar que Donovan también se la llevara pero el sabía que aún tenía algo de resistencia y por esa razón me violo en el baño termal.

A pesar de que estoy cerca de mi esposo y de mi padre, no puedo hacer nada, solo permitir que me siga violando y yo lo beso y hago el amor con el. Para cuándo termino mi abuso ya no tenía control de mi cuerpo y estaba lista para inmovilizar a mi hermana Hanabi.

Antes de llegar al cuarto vi a mi hermana menor salir de ahí con una sonrisa caminando con paso feliz, luego me ve y por un momento se enoja pero luego sus ojos se llenan de lagrimas  y corre a abrazarme con fuerza, tiene miedo y no para de llorar con fuerza.

—Lo siento, perdóname, lo siento mucho—Me disculpa mientras la abrazo y trato de pensar en palabras de esperanza pero es claro que no hay salvación para nosotras.

—Me violaron, el me violo Hinata, dos violo a las dos—Dice mi hermana para abrazarme con más fuerza—Yo no quería pero no pude resistir, no se detuvo ni se apiadó—dice sollozando—¿Cómo es posible que alguien nos haga esto? ¿Qué fue lo que hicimos para que nos pasará esto?

—Lo siento, de verdad lo siento mucho—Le digo mientras lloro por la impotencia—Trate de detenerlo pero el amo me manipulo para no desobedecerlo, lo siento, no pude salvarte—Le dije con tristeza, esto fue mi culpa, yo la puse en este desgracia y ahora debo encargarme de sacarla de esta locura pero ¿Cómo puedo hacerlo cuando no puedo resistir al amo?

—Lo has llamado amo—Dice mi hermana con voz tensa—llamaste amo a mi señor—se tapa la boca con horror y se aleja de mi—No quiero, no quiero, no quiero, no quiero ¡No quiero! ¡No quiero que siga violando!—La tomo de los brazos y trato de calmarla pero ella solo sigue gritando, la abrazo con fuerza y de pronto una voz oscura sale de mi y le ordena.

—Cállate o haré que el amo te castigue, considérate afortunada de que el amo quiera tu enorme trasero para coger—No se porque lo dije pero en ese momento Hanabi también reacciona de una manera muy diferente.

—Lo siento, son solo los nervios, pero me gustó que mi señor disfrutara de mis anchas caderas—Dijo mi hermana menor con una sonrisa haciendo que me aterrara, Donovan no solo nos controla cuando abusa de nosotros sino que también deja un control cuando estamos lejos de el, no puedo creerlo pero estamos atrapadas.

Cuando mi hermana me dejó fui a la a donde estaba mi padre, intenté hablar y revelarle todo pero las palabras no salen de mi boca, mi padre me mira preguntando si me pasaba algo pero solo le miento diciendo que todo está bien. No controlo mi cuerpo ni mis pensamientos, ahora siento como Donovan me acecha con deseo pero ni por asomo volteo a mirarlo ni siquiera lo atacó, de hecho me sonrojo porque me mira, ese bastardo altera mi mente y no puedo hacer nada para evitarlo. Después de esa horrible experiencia regresamos a casa, pero era claro que mi casa no sería suficiente para detenerlo, para mantenerme a salvo, en cuanto llegue a mi casa recibí la visita de Donovan, ahora soy yo quien lo invita a entrar, lo beso apasionadamente y le hago un striptease, me desnudo y dejó que el me haga lo quiera, abro las piernas y follo con un niño de 13 años.

Me penetra con ese pene que muy seguramente violo a mi hermana antes, a pesar de eso sigo gimiendo y mi cara muestra que lo disfruto mucho, me esta controlado y nadie sabe que está haciendo y no pueden detenerlo. Nunca salí de con nadie ni tuve relaciones con otra persona  porque no le veía lo importante, quería tomarme un tiempo para disfrutar de mi vida sola pero ahora no solo tuve mi primera vez con el, sino que sigo siendo violada por un niño de 13 años, no lo quiero pero mi mente me dice que lo amo, que estoy loca por el y que soy su esclava eterna.