🌼Flor De Invierno🌼

cap 3

Aun con la cabeza agachada, Yuki le respondió con voz suave

—¿Qué te dijo tu cuervo?- Si le contó sobre el entrenamiento, lo haré cuervo asado.

El cuervo, que había avisado a Giyu que Yuki no estaba en ningún pueblo cercano, observaba la escena desde una rama cercana, riéndose en su mente. No sentía odio hacia la chica, pero, aunque fuera un poco mayor, le encantaba ver drama desarrollarse ante sus ojos.

—¿Por qué no estabas en ningún pueblo? —preguntó Giyu, su tono era levemente enojado y ansioso por saber por qué diablos Yuki le había mentido, acaso se había ido con otro hombre, se canso de el?.

En su mente, Giyu empezaba a ponerse nervioso al pensar que Yuki se había cansado de estar con él. Varias preguntas comenzaron a atormentarlo, y la inseguridad crecía dentro de su corazón, envolviendo lo como una sombra.

—¿Por qué dices eso? —respondió Yuki, con un leve tono dudoso—. Yo te cocino, cuervo chismoso.

Giyu suspiró, intentando mantener la compostura.

—Mandé a mi cuervo a que te vigilara —admitió finalmente—, aunque no me dijo dónde estabas. penso giyu

Aunque Giyu no cambió su expresión externa, por dentro las preguntas lo carcomían, cada una de ellas más punzante que la anterior.

—Con razón me sentía observada —pensó yuki, frunciendo el ceño mientras dirigía su mirada al cuervo—. Se supone que era un secreto —mencionó, enfatizando la palabra "secreto" mientras dirigía una mirada reprobatoria al cuervo.

Giyu, tratando de entender, endureció aún más su tono.

—¿Qué clase de secreto? —preguntó con un tono frío y seco, lo que hizo que Yuki se sintiera aún más nerviosa.

—Fui a hacer un encargo de un objeto a alguien —admitió Yuki, su voz temblorosa pero sincera—. Quería que fuera una sorpresa porque era un regalo para ti, pero veo que un cuervo lo arruinó —sus palabras eran verdaderas, aunque el encargo lo había hecho antes de ir a la finca de la llama.

Finalmente, el rostro de Giyu se suavizó, sintiendo una mezcla de alivio y culpa por haber desconfiado de su querida esposa. Sin embargo, la inseguridad de no ser suficiente para ella seguía presente, latente en su interior.

—Lo siento, honey —murmuró Giyu con voz baja—. Me preocupé mucho cuando mi cuervo me dijo que no estabas en ningún pueblo.

Giyu se sentó frente a Yuki, agachando su cabeza en señal de disculpa, esperando que ella pudiera entender cuánto la amaba y cuánto temía perderla.

Yuki observó a Giyu con sus ojos llenos de una mezcla de ternura y preocupación. yuki conocía a giyu tan bien que sabia que giyu estaba inseguro de si mismo.

Sabía que él tenía la tendencia a ser protector, pero también era consciente de la inseguridad que a veces lo invadía, y esa idea le dolía. Se acerco asta estar frente a él, tomando suavemente su rostro entre sus manos, obligándolo a mirarla a los ojos.

—ice, no tienes que disculparte —le dijo con una voz suave, intentando calmar su sentimiento de culpa —. Entiendo que te preocupes por mí, pero no quiero que pienses que algún día me cansaré de estar contigo. Nunca me cansaría de ti.

Giyu levantó la mirada asombrado de como su esposa logro saber aquello que lo atormentaba , la miro a aquellos ojos dorados encontrando consuelo en la mirada de su mujer, pero la sombra de la inseguridad aún no desaparecía por completo. Había algo que lo seguía atormentando, algo que no había podido decirle.

—Es solo que... —comenzó a decir, con la voz quebrada—. A veces siento que no soy suficiente para ti. Temo que un día encuentres algo mejor, alguien que te merezca más.