16. Las cartas sobre la mesa.

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Capítulo dieciséis | "Las cartas sobre la mesa."





Addie.


Lo único que te separa de cumplir tus aspiraciones son los complejos. Los seres humanos no nos permitimos sobrepasar esos límites por los complejos creados por la misma sociedad. El complejo de fallar, el complejo de equivocarse, el complejo de ser el mejor o el peor en algo.

Temen caerse y quieren correr.

El miedo nos limita y el complejo nos condena. Nosotros mismos nos ponemos límites guiados por estos dos fenómenos de la mente creados, inculcados y alimentados por la sociedad. No creo que alguien no pueda hacer algo, solo existen personas limitadas que intentan hacer fracasar a los que les rodean para sentirse mejor con ellos mismos.

Aprendí eso desde muy joven y lo grabé a fuego en mi mente. Soy invencible, imparable y puedo tener todo lo que yo desee. No soy exactamente la más tímida cuando de lo que quiero se trata, voy a por ello y lo tomo. Si no lo hago yo puede hacerlo cualquier otra persona. Así fue como terminé siendo una prestigiosa empresaria y me gané a pulso el respeto en los bajos mundos hasta coronarme como la líder de la mi propia organización y una figura influyente en el mundo criminal en América. Mi reputación me precede, pero cuando tomo mi rol como la Cazadora soy despiadada, sádica y extremadamente creativa cuando me toca torturar a mis presas.

Respiro despacio, tenso la cuerda y fijo mi vista en el punto exacto al que quiero dar. Tomando otra bocanada de aire la suelto y la flecha impacta y perfora mi blanco. Sonrío orgullosa cuando observo los doce blancos, todos con una flecha en el punto medio. No hay puntos rojos ni círculos, pero mires por donde mires sabrás que es el centro. Manejar el arco y la flecha es más complejo que un arma cualquiera, para mí este tipo de prácticas son como un arte. Mi arco y flechas son sagrados, solo yo puedo tocarlos. Kia equivocó en algo, no vengo a este acantilado solo a despejar la mente, también vengo aquí a practicar mi puntería y liberar frustración.

Desecho el arco y el carcaj a un lado y doy unos pasos hasta donde dejé una bolsa con mis cosas junto al auto y en el momento justo, con fluidez saco una navaja de uno de los costados de mi cinturón y le apunto a la yugular a la persona que me está observado desde hace media hora.

—Estás loco, no puedes aparecer sigilosamente por detrás de mi como haria el enemigo.— le recrimino a Patrick que tiene los brazos extendidos y una mueca de disgusto.

—A veces olvido que eres una máquina asesina.— alejó el cuchillo de su garganta y retrocedo un paso.— Emilio Salvatierra se a puesto en contacto y quiere negociar.

El club Imperio es uno de mis mejores casinos, muchas personas influyentes del mundo se reúnen para apostar y hacer negocios. Está es la cede de encuentro de muchos mafiosos y mayormente se utilizan los almacenes subterráneos para jugar a la Ruleta Rusa cuando hay que ajustar cuentas.

Sé jugar póker, aprendí desde joven y con tiempo refine mi técnica hasta hacerla impecable. Mi maestro, Lynch Popov me enseñó porque era un alcohólico adicto a las apuestas. Lo peor de todo era que el maldito era muy bueno en eso y nunca, pero nunca perdía. Su mayor error fue enseñarme porque ya nadie quería jugar con el y perder, y como yo era una chiquilla que quería aprender de todo le dije que me enseñara. Pero me volví jodidamente buena en eso, al punto de ganarle más de una vez.

—El póker es un juego de cartas que combina habilidad, estrategia y suerte.— me había dicho el una vez.

Llegué media hora antes de lo acordado al casino. Decidí que era una buena oportunidad para revisar cómo va todo en el negocio y dejar claros algunos puntos importantes a mis empleados. Revisando la contabilidad del local me he dado cuenta de que han estado desfalcando mi dinero, unos pocos miles de dólares. No es el hecho de que me estén tomando dinero, no me importa la verdad podría jubilarme ahora mismo y vivir siete vidas siendo millonaria con ese dinero, es la burla que implica ese acto. Que mis propios empleados intenten pasar sobre mi autoridad.

Almost Paradise | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora