Vecinos, amantes y un secreto en común

Rumores y realidades

Los días siguientes pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Bang Chan y Ryan comenzaron a pasar más tiempo juntos, explorando la ciudad y compartiendo anécdotas sobre sus vidas. Había algo natural en la forma en que su amistad se desarrollaba, una mezcla de camaradería y algo más que ninguno de los dos estaba listo para reconocer del todo.

Una tarde, mientras Chan estaba en el estudio grabando algunas demos, su teléfono vibró en el bolsillo. Era un mensaje de Gaga: *"Chan, ¿has visto las noticias?"*. Chan frunció el ceño, sin entender a qué se refería, y decidió tomarse un descanso para revisar. Al abrir una de las redes sociales, se quedó atónito.

Titulares como "Ryan Reynolds y Bang Chan, ¿el nuevo romance de Hollywood?" inundaban su feed. Fotos de ellos cenando, caminando por la playa y riendo juntos estaban por todas partes. Aunque ninguna de las imágenes mostraba nada abiertamente romántico, la prensa había tejido una historia con cada gesto capturado.

Su corazón se aceleró al leer los comentarios. Algunos fans lo apoyaban, mientras que otros estaban en estado de shock. Chan sabía que la atención de los medios era parte de la vida pública, pero esto era diferente; afectaba a alguien más, alguien que, hasta hace poco, era casi un extraño.

Sin perder tiempo, llamó a Ryan. Necesitaba saber cómo estaba manejando la situación.

—Hey, Chan —respondió Ryan con su tono habitual—. ¿Qué pasa?

—¿Has visto las noticias? —preguntó Chan, intentando no sonar demasiado alarmado.

Hubo una breve pausa antes de que Ryan respondiera.

—Sí, las he visto. No te preocupes por eso. Sabes cómo es la prensa; siempre buscan una historia que vender.

—Lo sé, pero no quiero que esto se salga de control. No quiero que te afecte.

Ryan rió suavemente, y Chan pudo sentir la calma en su voz.

—No es la primera vez que los medios inventan algo sobre mí. Estoy acostumbrado. Lo importante es que no dejemos que esto nos afecte a nosotros. Somos amigos, y eso es lo que cuenta.

Chan suspiró aliviado, sintiéndose agradecido por la comprensión de Ryan.

—Gracias. Solo... no quiero que esto arruine lo que estamos construyendo.

—No lo hará, te lo prometo. Y si alguna vez te sientes incómodo con algo, dímelo. Estamos en esto juntos.

Las palabras de Ryan resonaron en Chan, calmando sus nervios. Después de colgar, se sentó en silencio por un momento, dejando que las emociones encontraran su lugar. Sabía que la vida bajo el escrutinio público podía ser difícil, pero lo que compartía con Ryan era demasiado valioso para dejar que los rumores lo destruyeran.

Decidió dejar de lado las redes sociales por un rato y concentrarse en su música. Después de todo, esa era su verdadera pasión y su manera de procesar lo que sentía. Se zambulló en el trabajo, dejándose llevar por la creatividad y permitiendo que la música hablara por él.

Esa misma noche, Chan recibió otro mensaje de Ryan: *"¿Te apetece cenar en mi casa esta noche? Así evitamos a los paparazzi."*

La invitación le sacó una sonrisa. Ryan siempre sabía cómo sacarlo de sus pensamientos. Respondió rápidamente: *"Me parece perfecto. ¿A qué hora?"*

Unas horas más tarde, Chan se dirigió al apartamento de Ryan, que estaba en un elegante edificio en el centro de la ciudad. Al llegar, Ryan lo recibió con una sonrisa y una cerveza en la mano.

—Bienvenido a mi humilde morada —dijo Ryan con un tono teatral, haciéndole un gesto para que entrara.

El apartamento de Ryan era moderno, decorado con un estilo minimalista pero acogedor. Había algo en la simplicidad del lugar que lo hacía sentir cómodo, como si reflejara la personalidad de su dueño.

—Gracias por invitarme —dijo Chan mientras se sentaba en el sofá—. Y gracias por ser tan comprensivo con todo este asunto de los medios.

Ryan se sentó a su lado, pasándole la cerveza.

—Es parte del paquete, supongo. Pero no tienes que agradecerme nada. Yo también estoy disfrutando de nuestra amistad, y no voy a dejar que unos rumores la arruinen.

Chan asintió, sintiéndose reconfortado por la firmeza en las palabras de Ryan. Sabía que no era fácil para nadie estar bajo la lupa pública, pero la actitud relajada de Ryan ayudaba a poner las cosas en perspectiva.

La cena fue una mezcla de risas y conversaciones profundas. Hablaron sobre sus carreras, sueños y miedos, compartiendo detalles que normalmente no compartirían con cualquiera. Había algo en la intimidad del ambiente que hacía que todo se sintiera más cercano, más real.

Después de la cena, se acomodaron en el sofá, disfrutando de un silencio cómodo mientras las luces de la ciudad brillaban a través de las ventanas.

—Sabes —dijo Ryan, rompiendo el silencio—, he estado pensando en todo esto. Y creo que la mejor manera de lidiar con los rumores es no darles importancia. Si nos mantenemos firmes y no reaccionamos, eventualmente se cansarán y pasarán a otra historia.

—Tienes razón —respondió Chan—. Lo mejor es ignorarlo y seguir adelante con nuestras vidas.

Se quedaron en silencio por un momento, y Chan no pudo evitar preguntarse si Ryan estaba pensando lo mismo que él: ¿y si los rumores tenían algo de verdad, aunque ellos no lo hubieran reconocido aún?

Finalmente, Ryan se levantó, estirándose.

—Bueno, supongo que es hora de que nos despidamos. Mañana tengo una sesión de fotos temprano.

Chan también se levantó, sintiéndose un poco reacio a irse.

—Gracias de nuevo por todo, Ryan. Realmente significa mucho para mí.

Ryan sonrió, y por un momento, sus miradas se cruzaron, sosteniéndose por un segundo más de lo necesario.

—Para eso están los amigos, ¿no?

Chan asintió, sintiendo una mezcla de emociones que no podía del todo descifrar. Se despidieron, y mientras Chan regresaba a su apartamento, no pudo evitar pensar en lo que esa noche había revelado. No solo sobre la forma en que manejaban la presión de los medios, sino sobre la conexión que compartían.

Mientras se acostaba esa noche, Chan se dio cuenta de que su vida en Los Ángeles estaba cambiando más de lo que había anticipado. Los rumores habían hecho que él y Ryan se acercaran más, pero también habían plantado la semilla de una pregunta que no podía ignorar: ¿qué significaba realmente su relación con Ryan?

Era una pregunta que todavía no tenía respuesta, pero Chan sabía que, tarde o temprano, tendría que enfrentarse a ella.