Vientos de cambio

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Después de la conversación con Ryan, Chan se sintió más aliviado, pero sabía que este era solo el comienzo de un viaje emocional más complicado. A medida que los días pasaban, intentó enfocarse en su música y en su trabajo, pero no podía dejar de pensar en lo que había discutido con Ryan. Sabía que, tarde o temprano, tendría que tomar una decisión sobre lo que realmente sentía.

Mientras tanto, la vida en Los Ángeles continuaba su curso. Los medios seguían especulando sobre su relación, pero gracias a los esfuerzos de su mánager y de la compañía, la situación parecía estar bajo control. Aun así, Chan no podía evitar sentir que algo había cambiado en su relación con Ryan. No era necesariamente algo malo, pero había una nueva capa de complejidad entre ellos, algo que ninguno de los dos sabía exactamente cómo manejar.

Una tarde, después de una larga sesión en el estudio, Chan decidió que necesitaba despejar su mente. Agarró su chaqueta y salió a caminar por el barrio. Las calles estaban tranquilas, y el aire fresco de la tarde le ayudaba a ordenar sus pensamientos. Mientras caminaba, su teléfono vibró en su bolsillo. Al sacarlo, vio que era un mensaje de Felix.

"¿Cómo estás? ¿Has tenido tiempo para pensar en lo que hablamos?"

Chan sonrió ante la preocupación de su amigo y respondió rápidamente.

"Sí, he pensado mucho en ello. Ryan y yo hablamos, y decidimos tomarnos nuestro tiempo para entender lo que sentimos. Es complicado, pero estoy más tranquilo ahora."

Felix respondió casi de inmediato.

"Me alegra escucharlo. A veces, tomarse un tiempo es lo mejor que se puede hacer. ¿Y cómo va todo lo demás?"

Chan le contó a Felix sobre su rutina diaria, el trabajo en el estudio, y cómo estaba intentando mantener la cabeza ocupada. Aunque las cosas no eran fáciles, sentía que estaba manejando la situación lo mejor que podía.

Después de un rato, se despidió de Felix y continuó su caminata. Se encontraba cerca de un pequeño café que solía visitar cuando necesitaba escapar del bullicio de la ciudad. Decidió entrar y pedir un café para llevar. Mientras esperaba, su mente vagó nuevamente hacia la conversación con Ryan. ¿Qué pasaría si finalmente decidiera que había algo más entre ellos? ¿Cómo afectaría eso su vida? Y, más importante aún, ¿cómo se sentiría al respecto?

Mientras salía del café, con el vaso caliente en la mano, una voz familiar lo llamó.

—¡Chan!

Se giró y vio a Lady Gaga caminando hacia él, con una sonrisa radiante en su rostro. Estaba vestida de manera casual, con gafas de sol grandes y un sombrero que la cubría parcialmente.

—Gaga —respondió, sorprendido—. No esperaba verte aquí.

—Este es uno de mis lugares favoritos —dijo ella con una sonrisa—. ¿Tienes un momento para sentarte y charlar?

Chan asintió y ambos se sentaron en una de las mesas al aire libre. Gaga lo miró con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—Cuéntame, ¿cómo te ha ido? —preguntó ella, quitándose las gafas de sol para mirarlo directamente.

Chan le habló sobre lo que había estado sintiendo y cómo la conversación con Ryan había ayudado a aclarar un poco las cosas. Gaga escuchaba atentamente, asintiendo de vez en cuando.

—Me alegra que hayas hablado con Ryan —dijo ella finalmente—. A veces, la única manera de entender nuestros propios sentimientos es enfrentarlos de frente. No es fácil, pero es necesario.

Chan asintió, agradecido por su consejo.

—Sé que no va a ser fácil —respondió—. Pero estoy dispuesto a hacer el esfuerzo para averiguar qué es lo que realmente quiero.

Gaga le sonrió, y hubo un momento de silencio cómodo entre ellos.

—Recuerda, Chan —dijo ella después de un rato—, la vida es demasiado corta para vivirla con dudas. Sigue tu corazón, incluso si el camino es incierto. Al final, lo más importante es ser honesto contigo mismo.

Sus palabras resonaron profundamente en Chan, y él supo que tenía razón. Mientras ambos se levantaban para despedirse, Gaga le dio un suave apretón en el brazo.

—Estoy aquí para lo que necesites, Chan. No lo olvides.

Él sonrió, sintiéndose agradecido por tener a alguien como Gaga en su vida. Luego de despedirse, Chan continuó su caminata de regreso a su apartamento, sintiendo una nueva determinación en su interior.

Al llegar a casa, Chan se dejó caer en el sofá, mirando al techo mientras su mente repasaba todo lo que había pasado en las últimas semanas. Aunque todavía no tenía todas las respuestas, sabía que estaba en el camino correcto. No podía predecir lo que sucedería entre él y Ryan, pero estaba listo para afrontar lo que viniera.

La vida estaba llena de incertidumbres, pero también de posibilidades. Y aunque el futuro era un territorio desconocido, Chan decidió que no lo enfrentaría con miedo, sino con esperanza.

Vecinos, amantes y un secreto en comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora