Era nueve de noviembre y hoy era el cumpleaños de EMI, llevaba algunos días planeando una cena sorpresa en la terraza del hotel de mi padre. EMI cumple treinta y siete años y aunque a veces siento que nuestro amor es tan inesperado como la diferencia de edad que nos separa, no puedo evitar sentirme completamente feliz a su lado ya que nuestra conexión es profunda y auténtica. Cada momento con EMI es una aventura, y quería que su cumpleaños número treinta y siete fuera inolvidable.
El día comenzó con una mezcla de emoción y nerviosismo. Me aseguré de que la terraza del hotel de mi padre estuviera perfectamente decorada. Las luces colgantes y las velas creaban una atmósfera mágica, mientras que las flores frescas y la música suave añadían un toque de elegancia. Había coordinado con el chef del hotel para crear un menú especial, combinando los platos favoritos de EMI con algunas sorpresas culinarias.
A lo largo del día, mi mente estaba ocupada con los preparativos. Quería que todo fuera perfecto. Mientras supervisaba los arreglos florales y la disposición de la mesa, no podía evitar sonreír al pensar en la cara de EMI cuando viera todo. EMI llegó a las ocho en punto puntual como siempre, al verlo mi corazón latió más rápido. Estaba guapísimo con una chaqueta negra y una camisa blanca que resaltaba su piel bronceada. Sus ojos se iluminaron al ver la decoración y la mesa dispuesta en la terraza.
-¡Feliz cumpleaños EMI! -dije acercándome a él con una sonrisa.
-Esto es increíble Conejito -respondió abrazándome con fuerza- No puedo creer que hayas hecho todo esto por mí.
Nos sentamos a la mesa y comenzamos a cenar, el primer plato era una ensalada de rúcula con peras caramelizadas y queso de cabra, acompañada de una vinagreta de miel y mostaza. La expresión de EMI al probarla fue suficiente para hacerme sentir que todos los esfuerzos habían valido la pena. La conversación fluía con naturalidad mientras disfrutamos de cada plato, hablamos de nuestros planes futuros, de los lugares que queríamos visitar y de los sueños que teníamos. El risotto de champiñones con trufa y el filete de ternera con puré de patatas y espárragos fueron un éxito total. La música suave del violín en el fondo añadía un toque de magia a la noche.
-No puedo creer lo perfecto que es todo esto -dijo EMI tomando mi mano sobre la mesa- Eres increíble conejito.
Después de la cena, saqué una caja negra de mi bolso y se la entregué a EMI, sus ojos brillaron con curiosidad mientras la abría. Dentro había un reloj Rolex de oro.
-Es hermoso conejito -dijo poniéndose el reloj- Siempre sabes cómo sorprenderme.
Nos quedamos un rato más en la terraza, disfrutando de la vista y de la compañía mutua. Pero finalmente, decidimos ir a la suite del hotel, donde tenía preparada otra sorpresa. La suite estaba iluminada con luces tenues, y el aroma a lavanda llenaba el aire, en la cama había dispuesto pétalos de rosa en forma de corazón y una botella de champán estaba enfriándose en un balde junto a dos copas.
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Daddy and Baby Boy
Novela JuvenilNoah, un joven de 18 años, se ve envuelto en un encuentro sexual con un Emiliano, un hombre de 36 años, en uno de los hoteles de su padre. Lo que comienza como una noche de sexo se transforma en algo más profundo cuando se reencuentran en una cena d...