2 Rings | JiYoo | Dreamcatcher.

Capítulo 02: Garaje

La cortina del garaje se levantó acompañada de un fuerte estruendo, fue jalada y enrollada hacia el techo por Minji desde el exterior. Inmediatamente Yoohyeon llevó una de sus manos a la boca tras asomarse, fue una sorpresa más que grata observar el interior. El lugar era más grande de lo que se podía apreciar por fuera y contaba con una cantidad impensada de equipo y motocicletas.

—Increíble —mantuvo los dedos sobre sus labios.

—Cierto —afirmó la ingeniera satisfecha por la expresión de la contraria —Ven, pasa —Yoohyeon miró hacia atrás antes de entrar.

—Nadie nos siguió, yo trabajo sola.

La deportista dio un paso hacia adelante, aunque no pretendía que esa simple acción tuviese consecuencias cercanas.

Minji se quitó los zapatos y dejó caer su overol frente a la chica, pero sin mostrar atención a su presencia. Su intención era ponerse un traje de cuero profesional para salir a probar una moto Suzuki GSX-RR. Pero unos pasos más allá, Yoohyeon no podía quitarle los ojos de encima, condujo la mirada por las curvas de su espalda y la media vuelta de sus costillas, deteniéndose en un objeto que le colgaba del cuello. Antes de poder distinguir lo que era, la pelinegra la miró y la otra chica fingió que exploraba el lugar. A la ingeniera se le escapó una risa negando con la cabeza, había sido un descaro por parte de la corredora mirarla así.

—Toma —llegó hasta Yoohyeon ofreciéndole un modelo igual al que ella llevaba puesto. La más alta lo recibió con ambas manos.

—¿Dónde puedo cambiarme?

—¿Cómo que dónde? —para Minji la respuesta era evidente. —Pues aquí.

La cara de la corredora careció de expresión luego de escuchar la respuesta, se veía como si le hubiesen apagado el cerebro. Minji resonó sus dedos frente a la cara de la pelinaranja y esta volvió en sí, pestañeando con rapidez.

—Bien, si te causa pudor hacerlo aquí, pese a que estamos solas...

—¿Y si justo alguien viene cuando yo no esté vestida? —interrumpió y Minji no pudo contenerse para provocarle un poco.

—Solo yo estoy aquí para verte sin ropa. Así como tú me viste —Yoohyeon se congeló, sabía que no pasó desapercibida cuando la miraba, pero diferente es que ella se lo dijera así, tan directa.

La pelinegra se alejó para dejar de incomodar a la deportista y se dispuso a elegir un casco acorde a la motocicleta, pero repentinos quejidos de la más alta requirieron de su atención, pues, un mechón de su largo cabello cobrizo se atoró en el cierre del traje.

Minji se apresuró a ayudar a Yoohyeon, ella solo se quejaba del dolor o quizás desespero. Aunque la más baja trataba con delicadeza de desenredarle el cabello, el cierre no cedía, por cada tirón, la corredora más fuerte chillaba y la ingeniera optó por meter su mano al interior del traje ceñido de cuero, para tratar de destrabarlo. La más alta dejó de quejarse como por arte de magia, la mano de la contraría estaba entre sus pechos y el movimiento ejercía presión en su contra. Y aunque sin intención, lo hacía de manera provocativa.

No había notado que sus ojos se perdieron en la boca semiabierta de la pelinegra, mas cuando esta logró soltarle por fin el cabello del cierre y su mano electrificada salió despacio, quemándole la piel con el delicado contacto.

—Listo —la deportista le observaba embobada. —Es hora de probar esa Suzuki.

Al cabo de varias vueltas por la pista, vio que Yoohyeon la observaba con fascinación. Se dirigió a su lado ofreciéndole la moto y entregándole el mismo casco que ella traía, para nuevamente advertirle que solo podía recorrer y, no correr en la pista. Pero en la segunda vuelta el instinto de competidora le hizo acelerar, provocando que en la siguiente curva perdiera el control de la Suzuki con llantas nuevas, derrapándose en el concreto.