2 Rings | JiYoo | Dreamcatcher.

Capítulo 05: SuAmor

SuA había cumplido su primer año trabajando en el circuit, su función era monitorear la cuenta de las vueltas de las motos en las carreras y la administración de la redes sociales del recinto deportivo. Fue ese día donde no pudo seguir disimulando su interés por Minji, la belleza hecha mujer, una chica amable, pero solitaria, que rechazaba a todos los que intentaban tener una cita con ella. Pero que, cada vez que la bajita risueña lo requería, estaba dispuesta a acompañarla y apoyarla.

Primero fueron juntas posteriores al horario laboral, después se convirtieron en salidas ocasionales para beber los fines de semana. Con el tiempo se volvieron amigas, lo cual las llevó a visitar la casa de la contraria y compartir de alguna manera su intimidad. Por lo que, justamente el día del primer aniversario de SuA en el circuit, en que la festejada bebió en exceso, la única que conocía la clave de acceso a su departamento era Minji.

—SuA, no te caigas por favor, debo abrir la puerta —le pidió con voz baja.

—¿Abrirás mi puerta?, ¿tú?, ¿sabías que es la puerta de mi corazón? si la abres, tendrás que ser mía —la ingeniera se reía de sus chistes tontos, la pequeña solía estar bromeando, aunque a veces, no eran tan bromas y Minji parecía no ser tan astuta como para entender.

—Apóyate a en mi y camina —la tomó por la cintura para guiarla adentro.

—¡Noooo, no me tomes de ahí! porque me enamoro —aunque estaba muy borracha, se entendía lo que decía.

—Jajaja, Ven, vamos a la cama —le ordenó Minji, estaba amaneciendo y la dueña de casa estaba muy bebida.

—¿Quieres irte a la cama conmigo sin haberme dado un besito si quiera? Eres una descarada Kim Minji, deberías besarme primero —continuaba con el juego, estirándole los labios.

—Un beso quieres... Un golpe te voy a dar si no dejas que te acuerte.

—¡Golpéame, Kim Minji! golpéame, pero primero ¡me das mi besito! —la mayor se reía de la pequeña pues, era divertida. Una vez que la acostó y arropó, se despidió para irse, pero la mas baja la tomó de la muñeca con los ojos cerrados.

—No te vayas —pidió con su voz natural.

—¿Ya no estás borracha?

—Si lo estoy, por eso quiero que te quedes aquí, conmigo —tocó con la otra mano la cama.

—¡Hey!, no dormiré contigo, no vas a conseguir tus cochinadas —respondió entre risas.

—No te voy a seducir, solo quédate conmigo —contestó entre suspiros.

Esa noche Minji accedió a quedarse, SuA estaba mejor de la borrachera, pero necesitaba algo caliente que beber. La mayor hizo dos chocolates calientes, para que la pequeña volviera completamente a la vida con el golpe de azúcar. Se metió a la cama, junto a ella y la ayudó a sentarse antes de darle la taza.

—Muchas gracias.

—Está bien, fue muy gracioso todo desde que llegamos y tu cama es su evita —sonrió con un popote en la boca.

—No era un juego —dijo SuA y se quedaron en un extraño silencio.

—¿Cómo que no lo era? —preguntó Minji, sin atreverse a mirarla, pero muy por el contrario la otra chica se acomodó para verla fijamente.

—Me gustas —confesó y Minji se petrificó.

—Deja de jugar, aun estás borracha —soltó una risa nerviosa.

—No estoy jugando Minji, te pedí que te quedaras para confesártelo, porque sobria no era capaz de hacerlo.

—SuA, yo... —comenzó a alejarse, se sintió extraña aunque no mal.