𝑳𝒂 𝑪𝒆𝒏𝒊𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒂 (𝑷𝒐𝒔𝒆𝒊𝒅𝒐𝒏 𝒙 𝒕𝒖) 𝑺𝑵𝑽 💦

Parte 7

La noche en el palacio, a pesar de la repentina partida de TN, continuó en un ambiente de celebración, pero el ánimo del príncipe Poseidón estaba visiblemente afectado. Aunque intentaba ocultarlo tras su característica expresión seria, aquellos que lo conocían bien, como sus hermanos Hades, Adamas y Zeus, podían ver la tristeza y frustración en su mirada.

Poseidón regresó al salón, pero en lugar de unirse nuevamente a la fiesta, se retiró a un balcón cercano, donde la suave brisa nocturna le ayudó a calmar sus pensamientos. Se preguntaba por qué TN había huido tan abruptamente, y la conexión que había sentido con ella seguía latiendo en su pecho con una intensidad que jamás había experimentado.

Hades, preocupado por su hermano, decidió acompañarlo en silencio. Se paró a su lado, observando las estrellas brillando en el cielo despejado. Después de un largo momento, habló con su voz grave pero llena de comprensión.

-Ella volverá, Poseidón. Lo sé. Recuerda que quedan otras dos noches-dijo Hades, colocando una mano reconfortante en el hombro de su hermano.

Poseidón no respondió de inmediato. Mantuvo la vista fija en el horizonte, pero finalmente asintió, permitiendo que una pequeña sonrisa se asomara en sus labios.

-Gracias, hermano -dijo finalmente, volviendo su mirada hacia Hades-. Es extraño... nunca antes me había sentido así. Es como si la conociera desde siempre.

Hades asintió, comprendiendo el torbellino de emociones que Poseidón estaba experimentando. Él mismo había vivido momentos de incertidumbre en su vida. Sabía que este día llegaría pero en su mente tenía muchas dudas sobre la doncella misteriosa, sería ella una princesa o solo una plebeya? Como marcaba la tradición su hermano se tendría que casar con una princesa para conveniencia del Reino, aun así sabia que no podía obligarlo si su corazón no lo aceptaba.

-El destino tiene formas curiosas de unir a las personas. Y lo que es tuyo, hermano, no se irá tan fácilmente.

Mientras tanto, dentro del salón, Adamas y Zeus estaban conversando sobre lo sucedido. Adamas, siempre el más escéptico y analítico, aún no podía creer lo que había presenciado.

-¿Realmente crees que esa chica es la indicada para Poseidón? -preguntó Adamas, frunciendo el ceño-. Apenas la conocemos, y no sabemos nada de ella, siquiera si es una princesa.

Zeus, con su usual actitud despreocupada, le dio un codazo amistoso.

-Vamos, Adamas, no todo se puede explicar con lógica. A veces, simplemente hay que dejar que las cosas sigan su curso. Además, es la primera vez que veo a Poseidón tan... vivo.

Adamas resopló, pero no pudo evitar sonreír ante la perspectiva de que su hermano menor pudiera haber encontrado algo más que una simple conexión.

-Supongo que tienes razón. Solo espero que todo esto no termine en un desastre y que ella no sea un plebeya.

Mientras todo esto ocurrió, Hades mando a sus sirvientes a buscar el nombre de aquella chica misteriosa en las tarjetas de presentación de los invitados que llegaron al baile. La servidumbre estaba como loca buscando.

De vuelta en el carruaje, TN estaba tratando de calmar su acelerado corazón. A medida que se alejaba del palacio, no podía dejar de pensar en el príncipe y en cómo sus ojos parecían hablarle de una manera que las palabras no podían. Sabía que no podría mantener su identidad oculta por mucho tiempo, pero por ahora, lo único que deseaba era regresar a casa antes de que su madrastra y hermanastras descubrieran lo que había hecho.

Al llegar a su hogar, TN se deslizó rápidamente hacia su cuarto, con la esperanza de que nadie la hubiera visto. El carruaje por otro lado simplemente se fue hasta desaparecer como si por arte de magia se tratara. Se sentó en la cama, todavía vestida con el hermoso vestido azul, y miró hacia la ventana, donde las estrellas brillaban con intensidad. ¿Volvería a ver al príncipe Poseidón? ¿Qué sucedería cuando la verdad saliera a la luz?