One shorts - bkdk

Izuku sensei

¡AU canon!

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La guerra contra los villanos había dado su fin con la victoria de los héroes.

Izuku se sentía tan feliz por haber sido de gran ayuda, pero los vestigios del One for All iban a desaparecer y el peliverde era consciente de ello, al igual que Katsuki.

Aquella promesa de combatir juntos no se cumpliría, pero siempre lo apoyaría en cuanto el sueño del rubio de ser el Héroe N° 1. Y lo hizo.

Actualmente Katsuki ya era un Pro Héroe y conocido por la gran mayoríade personas.
Izuku se dedicó a enseñar y alentar a nuevos alumnos de la U.A. Era un gran profesor.

Pero nadie sabía del romance de Bakugo y Midoriya, un pareja en secreto. Podrían haberlo hecho oficial, pero el miedo e inseguridad de parte de Izuku era de notarse. Aún no se sentía listo para que su relación se hiciera oficial y Katsuki respetaba eso, lo esperaría.

Izuku era tutor de la clase 1A. Todos sospechaban de una relación de su profesor con alguien, pero no tenían la más remota idea de quien, y Midoriya nunca hablaba de esos temas.

Un día, Izuku daba sus clases como normalmente lo hacía. El llamado de parte de uno de los profesores hacia él hizo que se retirara de su clase por unos momentos.

Su traje de profesor que siempre llevaba a veces estaba siempre pulcro, eso lo destacaba era su gran disciplina. Una camisa blanca y su corbata que ahora amarraba bien y su formal traje.

- ¿Si, dígame?- preguntó el peliverde. Según le dijeron alguien lo esperaba en uno de los pasillos.

- Deku~ - la voz ronca llamaba a ese apodo que siempre le decían y al cual estaba acostumbrado.

Izuku reconoció la voz, era Kacchan.

-¡¿Kacchan?!. ¡¿qué haces aquí?!- exclamó el peliverde sorprendido de verlo.

- ¿Cómo que, qué hago aquí?- preguntaba irónicamente el rubio que venía en su traje de héroe. - Vine a ver a mi lindo novio~- dijo tomando de la cintura al pecoso acercándolo a él.

Izuku solo atinó a sonrojarse ante aquel acto hecho de parte del mayor.

- ¡Estamos en la academia Kacchan!- regañó Izuku.- ¿Si nos ven?- su peor miedo era eso.

Amaba mucho a su Kacchan, pero su inseguridad estaba presente, a veces se sentia culpable por no hacer saber a todo el mundo que aquel rubio enojón era suyo.

Pero Katsuki lo entendía.

-Ah. Bien- Katsuki jaló al peliverde a un salón vacío el cual estaba oscuro. Así nadie los vería.

Ahora ambos estaban dentro de aquel salón. Katsuki volvió a tomarlo de la cintura viéndose cara a cara, Izuku solo atinaba a sonrojarse sin tener contacto visual.

El rubio no dejaba de manosear al menor tocando cada parte de su cuerpo, hizo que el peliverde se sacara el saco color negro para "apreciarlo mejor". Eso decía.

Katsuki lo único que quería era tener un poco de intimidad con el peliverde. Después de todo no se la pasaba con él por el hecho de mantener su relación en secreto.

-Kacchan~..- se quejaba el peliverde ante los toqueteos.

El rubio metía sus manos por debajo de aquella camisa, mientras que el peliverde solo se dejaba. Para Katsuki, Izuku era lo mejor del mundo no solo por el amor y cariño que le daba, sino que por las grandes sensaciones que le hacía sentir. Izuku a ojos de todos era un santo, pero cuando nadie más que Katsuki miraba, era todo lo contrario.