One shorts - bkdk

Lluvia

Izuku siempre salia a jugar con su mejor amigo, en ese entonces, Kacchan.

Pasaban horas y horas jugando, difrutando del día hasta el anochecer para luego ir a casa a descansar.

Esa tarde, Izuku decidió llamar a Katsuki para salir a jugar.

–¡Kacchan, vamos al parque!– dijo entusiasmado el pequeño peliverde.

– ¡Sí, vamos Izuku!– exclamó el rubio jalando del brazo al menor y llevándolo a aquel parque ubicado cerca de sus casas.

Esa tarde jugaron a ser héroes, aquello que tanto anhelaban ser, hasta que el cielo se torno gris y el viento soplaba aún más.

Ambos niños notaron el cambio y miraron hacia arriba confundidos, pronto las gotas empezaron a caer. Era un pequeña llovizna, al parecer, nada de que preocuparse.

– Y-ya hay que irnos, nos vamos a mojar...– dijo nervioso Katsuki.

– ¿Por qué?, ¿No te gusta la lluvia Kacchan?– preguntó Izuku.

–¡Claro que si!– afirmó el rubio. Era mentira, no le gustaba y le causaba un poco de miedo e Izuku lo sabía.

Una pequeña risa se escuchó de parte del peliverde.

–A mi me encanta la lluvia–indicó con una linda sonrisa.

Y pronto, el fuerte sonido de un rayo acompañado de la gran luz se escuchó y vió, asustando a Katsuki.

Las pequeña gotas ahora eran más grandes y caían en gran cantidad, aquella llovizna se convertía en una fuerte lluvia.

En ese momento, Izuku corrió al lado de Katsuki y le tomó de la mano.–Todo está bien Kacchan, porque estoy aquí..

Años despues..

Aquel recuerdo había quedado en los lindo momentos que pasó con Kacchan. Ahora estaba en U.A, cursando para ser el héroe que tanto quería desde que tenía memoria.

Ellos actualmente habían desarrollado una relación sentimental, después de charlar y aclarar las cosas que a ambos les atormentaba.

Toda la clase 1-A era consciente de aquellos tortolos enamorados que desprendían amor, cariño, respeto y confianza, esta última siendo la mejor de su relación. Podían haber discusiones y peleas, pero al fin y al cabo sabían solucionarlo.

Katsuki amaba a Izuku.

Izuku amaba a Katsuki.

Los dos se amaban no habia día en el que nadie se diera cuenta de  ello.

Aquel día las clases se desarrollaban con normalidad.

Izuku miraba hacia otro lado, distraído de la clase de Aizawa, pero un pequeño golpe lo hizo mirar a todos lados. Era un papelito.

Te espero afuera al final de clases.

Atte: Katsuki

Miró delante de él.–¿Kacchan..?– murmuró.

¿Qué era lo que Kacchan planeaba?, se preguntaba Izuku. No habia nada importante ese día.

La clase de Aizawa habia dado por terminada, el timbre sonó significando el incio de su refrigerio.

Confundido se dirigió a la cafetería en compañía de sus amigos.

— Oye, Deku.– llamó la castaña, Uraraka.

— si, ¿dime?– contestó el peliverde prestandole atención.