Gatito

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¡AU sin quirk's!

La noche había caído con ello brisas frías y lloviznas se presentaban. Izuku salió al
supermercado a hacer un par de compras para su cena, era consciente que podrían a ver
algunos cambios clímaticos teniendo en cuenta que lo escucho en las noticias.

Con sus compras ya realizadas se dirigió a la salida, sacó su paraguas y caminó hacia su hogar.
Probablemente no se habría detenido y mas por el frío, pero un pequeño llanto llamó su
atención, o mejor dicho un maullido. Se adentró en un callejón casi oscuro siendo guiado por los llantos del minino. Encontrándolo, asustado, con frío y un tanto mojado.

Le acercó su paraguas para que deje de mojarse, no iba a dejarlo allí, pero no sabía si tenía dueño o si estaba abandonado. Miró a los lados esperando ver a alguien que diera indicios de ser el dueño, pero lo único que se veía era basura y muchas cajas tiradas.

No pudo pensar mucho, la lluvia aumentaba y el pobre animalito moría congelado. No le tomó
mucho tiempo decidir y se lo llevó a casa en una pequeña caja .

Ya en casa, Izuku agitó su paraguas para que se limpie de la lluvia, dejo la cajita en el suelo
y se sacó sus zapatillas. Se removió el cabello, tomaría un baño de lo mojado que estaba.

Abrió la cajita hallando al gatito aún asustado, lo tomó entre sus manos acariciándolo suavemente
para que tenga un poco de confianza en él. Viéndolo mejor era un muy lindo gatito naranja con manchas blancas, ojos color miel y con una manchita negra en su diminuta nariz rosada.

Poco a poco sus llantos cesaban,  comenzaba a ronronear y quedarse dormido. El peliverde seguía dando mimos hasta que sintio algo de cuero, revisó mejor en el cuello del gatito y era un collar con el nombre de este mismo.

-"Yuri"-pronunció lo escrito en aquel collar. Al parecer no era gatito, si no gatita.

Se encaminó a su habitación y dejó a la minina en su cama, fue a buscar algunas mantas para hacerle una camita improvisaba, luego podrá buscar algo más cómoda para ella. La volvió a tomar entre sus brazos, se agachó y la acurrucó dentro de la caja que ahora estaba con mantas bien acomodadas.

Ese momento fue aprovechado por el pecoso para darse un baño de agua caliente. Se vistió con su
pijama y fue a la cocina, prepararía su cena y luego a dormir.

Puso agua a hervir y pan a la tostadora, abrió una de las bolsas y sacó nutella. Luego de unos
minutos sacó el pan ya tostado, preparó un poco de té y comenzó a cenar.

Ya terminando de lavar, escuchó maullidos. Se acercó a ver a Yuri, quien ya hacia despierta con ganas de salir de la caja.

Tal vez necesitaba algo de comer. No tenía comida de gato, pero sabiendo que aún era pequeña le dió un poco de leche caliente.

Y tan pronto la tomó, cayó dormida. Parecia cansada después de una noche ajetreada.

Izuku moría de la ternura por ver a la pequeña gatita acurrucarse y hacerse bolita. Él tambien estaba cansado e iba dormir, cayendo en los brazos de morfeo.

(...)

Sí, ahora mismo le iba a dar algo.
¡Llevaba horas buscando al animal y no lo encontraba por ningún lugar!

Tendría que darse por muerto o mentir. Y ninguno de esos dos era un solución.

Una llamada hacia vibrar su teléfono, era ella.

–¡Hola!, ¿Cómo esta Yuri?– una rubia preguntaba. Toga, su media hermana.

–Ella esta metida por allí– respondió enseguida. Mentir fue lo único que le quedaba, pero no por mucho tiempo.

One shorts - bkdkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora