Terapia

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¡AU sin quirk's!

¿Es posible desarrolllar emociones y sentimientos que nunca tenias entre un psicólogo y su paciente?

Tal vez sería raro, pero si sucede. ¿Acabaría bien o mal?

Izuku es un omega peliverde que trabaja en un centro de apoyo psicológico, es un lugar tranquilo y con buenas personas que ayudan a los demás. A el también le agrada ese lugar, de vez en cuando las cosas se salen de control, pero no hay mejor cosa que ayudar a otras personas.

Aquel día Izuku atendía a otros pacientes en citas para charlas sobre el Autoestima o problemas emocionales. Algo normal, tanto omegas como betas eran ayudados allí, la presencia de alfas era extraño ya que al ser de mayor rango podían resultar peligrosos.

Pero, ese día sería distinto.

— Habitación 809 B. Alfa dominante, problemas de ira. Katsuki Bakugo— leyó el expediente. Le resultaba raro ver a algún alfa, suponía que no era nada peligroso.

— ¿Crees que puedes tomar mi turno?— preguntó la pelimorada. Compañera de trabajo.— Tengo una sesión pendiente y no puedo aplazarla más..

— Ah..— suspiró — Esta bien, pero será la última vez que tomaré tus turnos, Jiro.— aceptó amenazante.

— Gracias Izu..— agradeció para luego desvanecerse en el pasillo del lugar.

Ahora tendría que ir a esa habitación, deseaba con todo su ser que no ocurriera nada.

Abrió la puerta lentamente, dentro del cuarto un chico de cabellos rubios cenizo se encontraba sentado viendo por la ventana.

Pasó y una oleada de feromonas lo golpearon, parecía que entro en territorio enemigo. El rubio lo miro de reojo y le gruñó.

Eso era completamente normal, suponía.

— Umh..— murmuró. ¿Qué podría decir?, se preguntaba.

— Tú no eras con quien estaría— el alfa habló amenazante.

— No lo soy, ella tuvo algo que hacer y quedaras a mi cargo— indicó el omega tomando asiento en el sofá.

Habia mucho silencio, era incomodo. Nunca antes hizo terapias con alfas, solo con betas y omegas.

— Si puedo saber... ¿Por qué tú, un alfa, está internado aquí?— preguntó curioso al mayor.

— ¿No se supone que tienes mi expediente?— respondió indignado.

— Ya lo revisé. No dice nada acerca del porqué tu presencia aquí.— comentó volviendo a revisar el expediente que llevaba en mano.

El alfa no dijo nada, solo se quedó callado y sentado en aquella cama junto a la ventana.

— Estoy aquí para ayudarte Katsuki..— susurró el omega algo aterrado por la imponente presencia de aquel alfa.

Katsuki Bakugo, alfa dominante y venía de una familia adinerada. ¿Pero, qué hacía allí?.¿Problemas de ira?, se notaba, mas no parecía agresivo. Sus feromonas acarameladas y quemado le agradaban, pero no al punto de gustarle.

— Sé que es la primera vez que nos vemos, pero soy alguien confiable. No pienso obligarte a hablar, ya que lo harás con el tiempo.— pronunció en tonos tranquilos el peliverde omega.

A Katsuki no le importaba, no deseaba regresar a aquel lugar que lo volvió así. Prefería quedarse allí con ese omega y perder el tiempo.

Los días pasaban, tanto Izuku como Katsuki aún no desarrollaban la confianza que tanto les faltaba para entablar una mínima conversación.

One shorts - bkdkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora