Gracias Destino

Solo quiero volver a ser yo

Realidad 2

Me desperté con un dolor en el pecho, algo curioso es que en esta vida Jennie es una chica con muchas enfermedades y era de milagro que estuviese viva todavía, aún no me acostumbraba a está vida, pero era raro, a pesar de las enfermedades sigo adelante o bueno sigue adelante, ocupar el primer lugar y nacionalmente no es nada fácil.

Sé que esta vida no es mía, pero cada recuerdo, cada emoción, se siente tan auténtico que me cuesta distinguir la realidad de la fantasía.

Lisa... su nombre es un eco en mi mente, una herida que nunca cicatriza. Recuerdo todo con una claridad que debería ser imposible. Recuerdo cómo solía mirarme, como si yo fuera su universo entero, y cómo lentamente esa mirada se desvaneció, reemplazada por una frialdad que nunca había conocido en ella.

Más recuerdos vinieron, justamente hoy, 12 de junio, aquel mes, estuviéramos cumpliendo 2 años, recuerdo esto y es raro.

Éramos inseparables, como dos piezas de un rompecabezas que encajaban perfectamente. A los ojos de los demás, éramos amigas, pero en mi corazón, Lisa era mucho más. La forma en que sonreía cuando me veía, el modo en que nuestras manos se rozaban accidentalmente, eran pequeños indicios de que sentía lo mismo. Pero había algo más, algo que no supe ver o que quizá no quise ver.

Lisa siempre habló de chicos, de cómo su familia esperaba que algún día se casara con uno y tuviera una vida "normal". Lo decía con una sonrisa, pero sus ojos nunca brillaban como lo hacían cuando estaba conmigo. Aun así, yo ignoré las señales. Quería creer que éramos suficientes la una para la otra, que el amor que sentía por ella podría superar cualquier obstáculo, incluso la presión de su familia cristiana y la mía católica.

Pero me equivoqué.

El día que todo se rompió fue como si el mundo se detuviera. Lisa me dijo que no podía seguir adelante, con la típica excusa que yo era la que debía sanar, está bien, lo tenía que hacer, ¿Pero y ella? Yo la amé durante ese tiempo que rompíamos y volvíamos, ahora ella no pudo brindarme el mismo amor que yo le dí, el mismo apoyo, estábamos en distintas páginas, no logramos entendernos.

Ahora, a pocos meses de graduarnos, la veo todos los días en el instituto, está con sus dos mejores amigas sonriendo, pero hay una tristeza en sus ojos que me dice que no está bien. Sin embargo, sigue adelante, cumpliendo con las expectativas de los demás, mientras yo estoy aquí, sintiendo el peso de su elección como si fuera mía, seguimos siendo buenas amigas y no me quejo, creo que preferiría esto a que perderla por completo.

No puedo escapar de este dolor, porque aunque sé que esta vida no es realmente la mía, el sufrimiento de Jen, de la verdadera dueña de este cuerpo, me consume. Siento su desesperación, su angustia por lo que perdió, y me pregunto si alguna vez podré liberarme de esta prisión emocional.

Cada día es una lucha por mantenerme entera, por no dejar que el dolor me destruya. Y cada día me pregunto, si alguna vez regresaré a mi vida real, o si estoy destinada a revivir este sufrimiento una y otra vez, en cada universo, en cada realidad paralela.

¿Qué está pasando?

Con el pasar del tiempo me rendí, seguir buscando una repuesta a esta horrible situación ya no daba para más, extraño mi realidad, mi universo, extraño a Lisa, mi Lisa, ya no recuerdo mucho de aquella vida a la que en verdad pertenezco.

Todos estos días han sido muy pesados, pero soñé, soñé con Lisa, mi Lisa, aquel sueño que solo escuché un "solo una señal", no entendía, pero busqué la forma, la forma de contactarme.

En la verdadera realidad de Jennie

Lisa

¿Han pasado dos años?