8 - Dulce.

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-Es verdad- susurró para sí mismo, aunque era inaudible bajo la ducha. -Ese día me propuse dejar de sentir cosas por él- rió- qué pelotudo que soy.

Parecía un loco hablando solo bajo la ducha; estaba muy metido en sus pensamientos como para preocuparse por eso.
Cada vez que recordaba ese día su corazón se detenía por completo. Luego de eso se alejó de Iván por más de un mes y un día se arreglaron sin hablar nunca de esa noche.

Rodrigo la recuerda con lujo de detalles y Buhajeruk simplemente no la recuerda. Así son las cosas desde entonces.

El ojiverde salió finalmente de la ducha luego de estar -minimo- una hora bajo el agua tibia. Se ató la toalla a la cintura y se retiró del baño.

-Hola- un Iván sonriente estaba acostado en su cama.

Rodrigo se sobresaltó;- ¿qué haces acá? me hiciste asustar boludo.

El azabache rió;- perdón... tardaste mucho bañándote, estoy acá hace un rato- volvió la vista a su celular.

-¿Por qué?- ladeó su cabeza.

-Vine a curarte la mano, traje más curitas y cosas para limpiarte- se encogió de hombros.

Carrera casi se desmaya por el gesto... Iván era igual de dulce que un algodón de azúcar, y los más lindo era que solo era así con él.
En realidad, con él y Sara. En el fondo, odiaba compartirlo.

Rodó los ojos y suspiró enojado.
-Perdón, si querés te dejo las cosas y lo haces vos- hizo esos gestos olvidando que Buhajeruk aún estaba ahí.

-Ah no, perdón... estaba pensando en otra cosa- sonrió- gracias amigo.

Iván le devolvió la sonrisa;- vení, así hago eso y te vestís...

Rodrigo se sentó en un lado de la cama. Spreen se levantó a buscar las cosas que había dejado en el escritorio del más bajo, para luego volver y sentarse al lado de su amigo.

-A ver tu mano- Carrera extendió su mano tatuada con la lastimadura al aire. Se veía asquerosa, pero mejor que el día anterior. -¿Te duele todavía?

-A veces, mientras me bañaba no me dolía.

-Qué bueno- sonrió- avísame si algo que hago te duele.

"Esa frase se podría usar en un entorno sexual, ¿no?" pensó Carrera mientras el contrario mojaba una gasa en solución fisiológica.

Buhajeruk estaba muy concentrado en lo que estaba haciendo para notar los ojos verdes del pecoso que estaban mirando directamente su rostro.
La mirada de Rodrigo brillaba; observaba con detalle cada facción de su mejor amigo, desde el lunar bajo su ojo hasta sus finos labios.

Pronto comenzó a bajar por su cuello y clavículas que se dejaban ver por la camiseta oversize que llevaba el azabache. Se lo estaba comiendo con la mirada y él lo sabía.

-Ahí está- Spreen sacó al castaño de sus pensamientos para hacerlo volver a su realidad. El más alto ya tenía a alguien, a alguien muy bonita y buena... debía dejar de hacer esas cosas. -¿Te dolió?- pero era imposible con esa versión atenta y dulce de Iván. Tan dulce que daban ganas de comerlo.

El pecoso negó con la cabeza;- Gracias- sonrió- no dolió nada.

-Ah, me alegro- le devolvió la sonrisa- ahora sí, cambiate y cenemos, estoy cagado de hambre- se levantaron a la par. Rodrigo andaba muy distraído para notar que, al dejar la cama, la toalla en su cintura estaba cayendo.

El sonido casi sordo de la tela estampando contra el piso dejó estático a Carrera, al igual que a Iván. El azabache quería reírse de la situación pero no podía dejar de ver el cuerpo increíble que había formado su mejor amigo en estos últimos meses, quizás no le había prestado tanta atención antes.

Cuando el pecoso por fin pudo reaccionar rápidamente tomó la toalla y la colocó sobre sus partes, cubriéndose y rascándose la nuca nervioso, eso hizo que también Buhajeruk salga de sus pensamientos.

-Perdón- dijo con la voz temblorosa el castaño.

-No, no pasa nada- rió nervioso y se acercó a la puerta, abriéndola de espaldas- te veo abajo- sonrió y cerró de un portazo.
La respiración del más alto estaba algo agitada, y sentía sus mejillas calientes. Corrió a un espejo a verse, su cara se había tornado de un color carmesí. Respiró hondo antes de bajar las escaleras y encontrarse con su novia.

-Hola amor- sonrió- ¿dónde estabas?

-Eh... yo estaba en... estaba en... arriba, arriba... estaba arriba- dudaba de sus propias palabras.

-¿Estás bien? estás un poco rojo- pasó la mano por la piel blanca del azabache. -Y caliente.

-Es que hace mucho calor en mi pieza... creo que me siento un poco mal.

-Uh, está bien. Ahora cenamos todos y vamos a acostarnos, ¿dale?- Iván se limitó a asentir.

Aún se sentía nervioso, y él no entendía muy bien la razón. En su cabeza rondaban imágenes de Rodrigo...

[...]

Tuvieron una buena cena gracias a las hamburguesas que les brindaba el patrocinador.
Carrera actuaba como normalmente lo hacía, sonriendo y bromeando, pero en su mente aún estaba lo que había pasado hace unas horas en su habitación. Se avergonzaba tanto que podría llorar.

Llegó la hora de dormir para casi todos; menos para Rodrigo que era alguien que se desvelaba, ya sea o no por el jet-lag, simplemente no podía dormir. [jet-lag; cuando viajas a otro país con diferencia horaria y eso básicamente te desconfigura el día, es decir, vas más atrasado o adelantado que los demás]

Odiaba estar a días de la pelea y aún no poder arreglar sus horarios... sentía que eso le afectaría más de lo que le gustaría.
Suspiró mientras se volteaba en su cama y cerraba los ojos en un intento de descansar.

you, me... and her - rodrivan [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora