you, me... and her - rodrivan [CANCELADA]

11 - En las nubes.

Ya habían terminado de bañarse luego de ese largo rato en la piscina. Iván estaba limpiando la herida de Rodrigo, ambos se encontraban en la habitación del más alto.

—Che...— habló Buhajeruk, un poco tímido—¿sabés qué, amigo? hace mucho que no me siento así— dijo con la mirada fija en la mano de su amigo.

—¿A qué te referís? te estás poniendo trolo — ambos rieron.

—No sé, después de distanciarnos y eso, no volví a sentirme cómodo como me siento con vos— soltó una risa nerviosa— osea si, con Sara, pero es distinto...— hubo un corto silencio— no sé, te extrañé— levantó su vista para encontrarse con los ojos verdes de su mejor amigo, los cuales brillaban.

La distancia entre ambos poco a poco se hacía menor. La respiración de los dos era bastante agitada y los ojos de Buhajeruk estaban ya entrecerrados.

"Somos solo eso, amigos." palabras que Iván había dicho hacía unos días atrás resonaron en la cabeza de Rodrigo.

Pero había otras que las contradecían.

"Si te digo que me gustas desde la primera vez que te ví, ¿qué me dirías?" 

Tiró su cuerpo hacia atrás evitando cualquier contacto. No sabía que estaba pasando con su amigo de cabello oscuro, pero debía detenerse.

—Eh...— Iván se percató de lo que estaba pasando y su rostro se volvió rojo— no... yo... perdón, no sé— las palabras no le salían gracias al nerviosismo.

—Amigo, ya fue. No pasó nada, ¿no?— rió nervioso— somos amigos— sonrió para darle tranquilidad al otro, aunque lo que menos había en el ambiente era eso, tranquilidad.

—Sí, si... sí— asintió— amigos, como siempre— río un poco.

El castaño se levantó y se dirigió a la puerta;— cenen sin mí, mañana voy a entrenar y prefiero no llenarme de comida.

—¿A entrenar?— preguntó extrañado— ¿y tu mano?

—Vos tranquilo amigo, ya fue— rió— hasta mañana.

—Hasta mañana...— observó como Rodrigo cerraba la puerta, pero lo detuvo de un grito— ¡esperá!

—¿Qué?— dijo Carrera abriendo la puerta nuevamente.

—¿Puedo ir con vos mañana?— preguntó. Un silencio que parecía interminable apareció.

Finalmente el pecoso asintió;— está bien, pero es temprano, ¿te despierto?

—Sí— sonrió— hasta mañana.

—Chau amigo— finalmente cerró la puerta y largó un fuerte suspiro. Con su cabeza aún en una nube se dirigió a su propio cuarto para poner orden en su mente.

Se castigó a él mismo por el -momento- que tuvieron ambos hacia unos minutos. —Me dejé llevar— susurró mientras se tumbaba en su cama— qué imbécil que soy dios— pasó sus manos por su rostro mientras repetía mil veces lo imbécil que era; o que se sentia, más bien dicho.

[...]

—Carre...— el sonido era ahogado, inentendible para Rodrigo— ¡Carre!— gritó el entrenador para sacarlo de su estado.

—¿Qué?— dijo sorprendido.

—No me estás prestando atención, ¿podés pelear?

—Sí, obvio que puedo pelear— habló completamente seguro de sí mismo. Iván, quien observaba el entrenamiento desde un banco, lo hacía con orgullo y seguro de que si amigo iba a ganar.

—Igualmente, no quiero forzar esa mano— señaló— te voy a tirar un par de golpes y esquivalos, ¿dale?— propuso.

A Carrera no le gustaba para nada esa idea, pero si se negaba a eso, directamente no podría entrenar;— está bien— aceptó resignado.

El sonido de la campana hizo que el entrenamiento empiece. Carrera no había dormido nada así que lo único que funcionaba inconscientemente eran sus reflejos, que lo ayudaban con el ejercicio que estaban haciendo.

Su cabeza estaba en otro plano recordando lo de anoche, mientras que las palabras -somos solo eso, amigos- retumbaban en sus oídos como si alguien las dijera una y otra vez sin parar.
Gracias al teléfono de Iván sonando pudo salir del segundo plano en el que se encontraba, ni siquiera prestaba atención a lo que su entrenador le decía de vez en cuando.

—Hola amor— atendió el azabache.

Rodrigo escuchó eso y ahora solo recordaba cuando encontró a Iván durmiendo aquella vez.

"Te prometo que la voy a dejar"

Todo en su cabeza se volvió blanco cuando luego de varios golpes, su entrenador logró darle uno bien fuerte.

—¡Carre!— gritó preocupado— perdón, creo que me pasé de fuerza— comenzó a convocar a la gente del lugar para que asistan al castaño.

Lo último que vió Rodrigo antes de terminan inconsciente fue a Iván subiendo al ring de práctica para socorrerlo.

[...]

—Amiguillo... amiguito... Carrerita carrerista ganador de carreritas— balbuceaba estúpidamente Mauro esperando a que Rodrigo despierte.

—¿Podés dejar de decir boludeces?— habló entre risas la peliazul.

Carrera abrió sus ojos de a poco sin entender donde estaba, observó a su alrededor y notó que había vuelto a su habitación.

—Uh, se despertó el gil, pensé que había muerto— bromeó Lit Killah observando al pecoso— ¿qué onda gato? ¿estás acá o no?

—Cerrá el orto o me cojo a tu wacha, la puta que te parió— bromeó con voz ronca y aún un poco perdido.

—Eeaa, se despertó— rió el peliblanco— ¡Spreen, se despertó Carre!— gritó llamando al azabache.

—No llames a Iván pelotudo, está abajo con Sara, dejalos— susurró Angie— ¿estás bien, Carre?— se acercó un poco más a su amigo para observarlo de cerca.

—Estoy bien amiga— sonrió. —¿Qué onda como llegué acá?

—Creo que Spreen te trajo, te asistieron ahí con tu entrenador pero dijeron que si descansabas ibas a estar bien, no parás de tener mala suerte vos eh— rió el músico.

Velasco lo golpeó en el brazo;— callate boludo, mejor que sigas descansando.

—Tengo hambre— quejó tocándose el estómago.

—Yo te traigo la comida, vos quedate ahí— la más baja de los tres salió de la habitación.

Bajó las escaleras para dirigirse a la cocina, dónde ya tenían preparado un plato especial para el ojiverde.
Pasó por la sala donde Sara e Iván miraban una película, el azabache justo vio a Angie pasar así que la detuvo.

—¿Se despertó?— preguntó preocupado. La peliazul simplemente asintió. —¿Puedo subir?

Angie negó;— no hace falta, disfruten la peli, dejame todo a mí— sonrió y miró a Sara, quien le devolvió la sonrisa.

—Eso amor, dejá que se encarguen— agregó la castaña.

—Bueno— aceptó, desconfiado de todas formas— voy a subir cuando termine la película.

—En serio no hace falta, tiene que descansar— Angie quería mantenerlo lejos, pues quería ayudar a Sara, quién estaba preocupada por su propia relación y también, sintió que era algo bueno para Rodrigo; ya que lo notó bastante apenado observando a Sara y a Spreen en algunas ocasiones.
Sería un '2x1' según Angie; luego se encargaría de interrogar al pecoso cuando se sintiera mejor.
Aún quería confirmar alguna de sus teorías.