—Van a hablar mucho de esta fiesta cuando regresemos a Hogwarts— dijo Peter mientras veía como varios barriles de cerveza entraban a la casa de su amigo Potter.
Esa noche James se había propuesto hacer la mayor fiesta que los jovenes brujos del mundo mágico verían en su vida, si bien era alguien muy fiestero nunca se había imaginado a el como el anfitrión porque pensaba que era muy cansado, no se equivocaba.
—James, ¿Estás seguro de que vas a poder con tanta gente? ¡Aquí invitaste hasta a Regulus y las serpientes!
—Tranquilo Remus, todo esta bajo control, y sí. Invite al mini Black pero porque Sirius me amenazo.— dijo el moreno poniendo sus manos arriba en señal de inocencia.
—¿Dónde esta Sirius?...— los amigos se miraron confundidos sin saber donde estaba el pelinegro aún cuando faltaba menos de media hora para que empezaran a llegar los pubertos invitados.
Sirius estaba esperando a su hermano menor en la ventana de este, ya era lo suficientemente tarde y sus padres estaban dormidos, el menor podría escaparse fácilmente. Así fue, ambos hermanos Black salieron volando de Grimmuld Place en la escoba medio prestada de James.
Regulus estaba nervioso, era su primera fiesta, iba tarde y el único amigo que había querido acompañarlo era el alcahuete de Barty, significaba que tendría que cuidarlo que no se besuqueara con alguien indeseable como un Gryffindor o un sangre sucia.
—Listo, baja con cuidado— dijo su hermano y le hizo caso, por más que fuera un gran jugador de Quidditch, su hermano no daba para el deporte y el era quien manejaba la escoba.
Entraron a la estruendosa casa, era enorme y fácilmente podría perderse, de igual manera entro seguro y con una cara de no querer estar ahí. La fiesta estaba en su apogeo, brujos jovenes bailando al ritmo de la música desconocida para el sangre pura, había personas besándose y tocándose muy explícitamente. Ahora solo tendría que encontrar a Barty y pasarla bien el resto de la noche.
James había despertado en su cuarto con una cruda horrible, nada que no arreglara una posión para eso. Intentaba reorganizar sus recuerdos de la noche anterior y sonrió al recordar lo increíble que lo había pasado con un pelinegro de lindos labios e increíble trasero y suspiro al no poder recordad más de la cara de aquel desconocido. Dispuesto a dormir de nuevo, se empezó a mover intentando encontrar una buena posición hasta que sintió una espalda que definitivamente no era de el.
Se levantó algo sobresaltado para ver a un pelinegro de pecas muy conocido para ser exactos.
—¡Mierda!— gritó tapándose la boca inmediatamente para no levantar al menor a su lado, muy tarde pues un Regulus Black desnudo ya se estaba empezando a despertar.
Regulus se empezó a remover en esa grande cama que se le hacia tan desconocida, no recordaba nada de la noche anterior ¿Sirius lo había llevado de vuelta a la mansión?. En cuanto se sentó con un esfuerzo sobre humano pues le dolía demasiado el culo por alguna razón, y volteo. Grito espantando al moreno a su lado quien le tapo la boca.
—No me odies bebé Black, pero creo que tuvimos sexo— dijo James resaltando lo obvio para luego mirarse y al menor. —Y creo que fue más de una vez.
—No te mames, Potter— fue lo único que pudo decir Regulus antes de levantarse, aún desnudo, para buscar su ropa e irse de ahí como alma pena, dejando a James en la cama entre asustado y sorprendido.
Pt. 1/3
