Torre de astronomía

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Era una fría noche de noviembre y James Potter se encontraba subiendo a la torre de astronomía bajo su capa de invisibilidad y su escoba.

Era tarde, por ahí de las 2 am, tenía problemas para dormir y volar le ayudaba a calmar el insomnio por lo que cada que no podía salía a la torre a volar.

Llegó a la puerta y la abrió sin preocupación, dando un salto del susto al escuchar un gritito del otro lado. Aún con su capa entró despacio, asegurándose de que ninguna parte de su cuerpo quedara expuesta.

Se fue metiendo cada vez más al espacio hasta toparse con alguien, era Regulus Arcturus Black el causante del grito de hace segundos, este miraba hacia la puerta con una expresión de preocupación, esperando a que no fuera ningún maestro.

James no se quitó la capa, no hizo ningún ruido y solo camino hacia un rincón escondido para dejar su escoba, siempre observando al menor quien ya estaba más calmado sentado en el barandal de piedra que tenía la torre. Se veía en paz incluso a punto de quedar dormido. James estaba parado a unos metros de él menor solo viéndolo, llevaba tiempo observando al menor en sus partidos, clases, comedor e incluso cuando el pelinegro iba al lago negro a leer. Se acercó con cuidado de no hacer ruido hasta quedar sentado a un lado del bebé Black.

Los dos jóvenes estaban sentados con el sueño consumiéndolos, o así era para Regulus hasta que escuchó el sonido de una tela caer a un lado de él, volteó rápidamente a ver que había sido encontrado a un James Potter dormido con la cabeza ladeada, se alejó rápidamente preguntándose cuánto tiempo llevaba ahí el moreno.

Este seguía dormido ajeno al pánico del otro. Regulus se calmó al ver que el mayor estaba profundamente dormido y volviendo a sentarse en donde estaba, la cabeza del de lentes fue cayendo poco a poco en el hombro del pelinegro, sorprendiendo al mismo.

Regulus no sabía qué hacer, tenía a su crush de la infancia dormido y apoyado en el, escuchó al Potter removerse y quejarse mientras con su brazo izquierdo lo jalaba para que Regulus quedara más cerca. El corazón de Regulus latía a un ritmo impresionante pues ahora literalmente tenías cabeza del de lentes en su pecho y los brazos de este al rededor de toda su cintura.

Sabía que no tendría caso intentar despertarle pues según Sirius, despertar a James era caso perdido por lo que sin más y dejándose llevar, pasó sus brazos por el cuello del moreno rodeándolo para que su cabeza quedara más recta, quedando con el pelo castaño en su boca, mientras le acariciaba la parte de atrás de la nuca.

James se removió un poco levantándose en el acto, Regulus se le quedó viendo mientras el de lentes lo miraba con ojos dormilones y sin decir nada, James se quitó los lentes, sacó su varita de su túnica murmurando algo que hizo cerrar la puerta de la torre para luego tomar algo que para sorpresa de Regulus hizo que su morena mano desapareciera.

El Potter lo volteó a ver de nuevo solo que esta vez se levantó, quedando en rodillas, empujó despacio al menor para hacer que se acostara, este sin decir nada ni hacer un movimiento de queja se dejó hacer, quedando acostado en aquel frío piso.

James se acosto a su lado en cuanto vio al menor relajarse, lo agarró de la cintura acercándolo más a él y haciendo que el otro pasara uno de sus brazos por su cuello para después mover una de sus piernas para que esta le rodeara la cintura.

No sabía si estaba o muy adormilado o simplemente estaba consiente y se estaba engañando así mismo.

Regulus estaba tenso, lo podía sentir y supuso que era por el frío por lo que tomó su capa tapándolos.

Ambos viéndose a los ojos sin saber qué hacer, no sabían cuánto rato había pasado pero no tenía importancia. James se fue acercando poco a poco al cuello de Regulus, sin saber muy bien que estaba haciendo empezó a besarlo, lamberlo y succionarlo dejando unas marcas que no durarían hasta la mañana.

Regulus ya no estaba tenso, estaba petrificado por lo que él Potter había hecho, sin mucho razonamiento, agarro la cara del mayor besándolo, un beso corto.

Era su primer beso, un beso muy corto pero un beso.

Y con el chico que le gustaba desde los 13 años.

James no hizo nada ni dijo nada pues el sueño era demasiado, hizo un último esfuerzo acercando al menor para darle un beso más largo pero igual de inocente.

Los dos quedaron dormidos bajo la capa.

Ajenos a todos, sin saber qué pasaría cuando despertaran o si alguien los descubriría.

Nosotros juntos‼️ Jegulus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora