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What I can promise is I'll lie down, like a bed of wildflowers. - Wildflower Wildfire (Lana del Rey)
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La ahora ya oficial pareja iba camino a un lugar fuera de la ciudad, iban a festejar sus dos meses de noviazgo.
Arabella se sentía en las nubes cuando Jacob estaba con ella, es el hombre que siempre pidió, o bueno con el que siempre soñó, nunca se imaginó que estaría con la persona de la cual ha estado enamorada desde que comenzó la universidad.
El camino fue tranquilo, los dos iban relajados y sin pendiente alguno, escuchando música y cantando, el amor que ambos transmitían era puro y maravilloso. Llegaron a un pequeño lago, Jacob se estacionó.
—Llegamos.— musitó, volteando a ver a su chica.
Arabella, por su parte le regaló una sonrisa y se acercó para plantar un pequeño beso en sus labios, bajaron del carro y se acercaron al lago.
Jacob sacó su cámara y fotografió a Arabella, el castaño amaba tomarle fotos, el la fotografiaría toda la vida.
Arabella comenzó a bajar las cosas para el picnic que tenían planeado, Jacob la ayudó bajando la canasta de la comida; acomodaron la manta en la cual se recostarían y comerían, los dos se sentaron y Arabella acomodó su cabeza sobre el hombro del chico admirando la belleza del lago y los cisnes que nadaban en ella.
— Yo siento que en mi otra vida fui un cisne.— Arabella exclamó, a lo cual Jacob solo soltó una pequeña risa, — ¿tu que animal piensas que fuiste?— preguntó volteando a ver al castaño.
Jacob pensó, — Yo creo que también fui un cisne.— respondió, — porque los cisnes eligen a una sola pareja para todo la vida, y cuando alguno de ellos muere, el otro vuela lo más alto y se deja caer para morir.— dijo, Arabella solo lo veía y escuchaba con atención.
— ¿En serio?— preguntó Arabella, el chico solo asintió, — ¿Tu crees que en todas nuestras vidas estaremos juntos?— Arabella preguntó con curiosidad.
— Claro que si, yo te buscaré en cada vida que tengamos, se que estamos destinados a estar juntos.— dijo acariciando el rostro de su amada, — Créeme que yo haría cualquier cosa con tal de verte feliz cariño.— acercó su rostro al rostro de la chica y se dieron un tierno beso.
...
Finalmente cayó la noche, ya iban de camino a casa de Arabella; llegaron a la casa de Arabella y Jacob se bajó para abrirle la puerta del carro, bajo y le agradeció, caminaron hacia la entrada y Arabella tocó el timbre, los estaban riendo y mirándose a los ojos.
El padre de Arabella abrió la puerta, y la chica quedó helada, no imaginó encontrar a su padre.
—¿Quién es el?— preguntó mirándolo con mala cara, el padre de Arabella no era fácil de tratar, tanto así que ni a ella le gustaba convivir con el, entre menos lo viera mejor para ella.
—Es mi novio.— respondió, entrelazando su mano con la de Jacob, — Jacob, el es mi papá, papá ,el es Jacob mi novio— los presentó.
— Mucho gusto señor.— Jacob saludó, estrechando su mano esperando a que el señor hiciera lo mismo.
El padre de Arabella, solo asintió y aceptó la mano de Jacob, mirándolo de arriba abajo, examinándolo, y se fue.
— Perdón por eso.— dijo Arabella un poco apenada.
—No pasa nada linda.— respondió dándole un beso en la frente, —ya me tengo que ir, ¿te veo mañana?— preguntó.
Arabella asintió y lo abrazó, — Te espero mañana.— dijo para separarse del abrazo.
Jacob se despidió y caminó hacia su carro, mientras que Arabella entraba a su casa; Cuando Arabella entró a su casa, su padre se encontraba molesto.
—Quiero que te alejes de ese muchacho.— dijo con voz firme.
Arabella solo lo miró confundida, —¿Que?— respondió, su mirada cambió de confusión a una molesta.
— Que te alejes de ese muchacho.— repitió, cruzando los brazos.
— No lo haré, el es mi novio y no lo dejaré simplemente porque se te dió la gana.— Arabella dijo molesta, su relación con su padre nunca ha sido buena, muchas veces ella descubrió las infidelidades de su padre hacia su madre, y es por eso que le tiene un cierto "odio" a su padre, además de que ha sido violento.
—¡Porque me respondes de esa manera!— su padre gritó, — Soy tu padre.— dijo acercándose a ella.
Arabella dio la vuelta para subir rápido a su habitación, mientras escuchaba los gritos de su padre llamándola de mil maneras y gritándole cosas hirientes, se metió a su cuarto y cerró la puerta con seguro.
Se pegó hacia una esquina para tapar sus oídos y abrazar un peluche que Jacob le había regalado, buscó su teléfono para llamar a su mamá, le llamó repetidas veces y no contestaba, lo cual la tenía preocupada, su padre seguia golpeando su puerta.
—¿Dónde estás mami?— se decía hacia si misma, las lágrimas comenzaban a deslizarse por su rostro.
Su día perfecto acaba de ser arruinado.
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