Capitulo Trece - La Pelea De Mi Vida

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El tiempo parecía haberse detenido. Los días eran iguales al anterior y yo me sentía estancado en el mismo sitio. Lo único que me llenaba de emociones diferentes a la tristeza era Rania. Logre encontrarle un lugar donde dormir y estar lejos de todos para que tuviera privacidad. El centro comercial era bastante grande, aunque estaba a mitad de construcción, estaba lleno de habitaciones; salas, pasillos y terrazas. Así que lleve a Rania a lo que parecía que iba a ser una oficina, pero solo era una habitación de cemento gris llena de cubetas y herramientas. Le había preparado una cama con viejas telas y un colchón del hospital, y cerca tenía provisiones para que no sintiera la necesidad de caminar hasta el otro lado del centro donde estaban todas las provisiones y dormían los señores del hospital, Nikole, Lalo y Salmo.

No creía que la situación fuera a mejorar. Todos estaban optimistas, pensando que lo peor ya había pasado. Que ahora podríamos encontrar otra comunidad con gente buena y seguir adelante. Yo al contrario sabía que en cualquier momento podría aparecer Led y el científico loco que causo todo esto desde un inicio. No se lo había comentado a nadie, sería un problema más para todos, para mi era mejor que siguieran creyendo que ya lo peor había pasado.

Los días pasaban en el centro comercial, era horrible estar ahí. El aire tenía sabor a escombros y sentarse en el piso era doloroso debido a la falta de pavimento. Sin embargo, todos habían encontrado un lugar donde ponerse cómodos, sabían que estaríamos ahí por mucho tiempo.

Yo solía estar con Rania, no porque me diese pena que ella estuviera sola. Me daba más pena que nadie quisiera estar conmigo. Estar con ella me hacía olvidar toda la locura que había en nuestro grupo y me calmaba en mis momentos de preocupación. Por un lado, estaba Salmo y los que quedaban del hospital, solo se quejaban y echaban la culpa a nosotros. Salmo comenzaba a perder la fe y a unirse a ellos «al final si no hubiéramos llegado, probablemente hasta Ama siguiera con vida». El discurso de William nos alentó, pero el sentimiento no duro por mucho.

Lalo también había escogido quedarse con Salmo y de repente todos estábamos en el mismo lugar, pero sin vernos los unos a los otros. Lalo y Salmo se quedaron con una gran parte de las provisiones y se instalaron donde al inicio estábamos todos. También fue un poco culpa de Nikole, se metió en la cabeza de Salmo diciendo que los nuevos chicos traerían más problemas, ahora se entiende porque se llevaba tan bien con Shannon. Poco a poco nos pidieron al resto de ir buscando otros lugares dentro del mismo edificio, todo para darle privacidad a los ancianos, no se sentían seguros con nosotros cerca «y evitar que le diera un ataque al corazón por ver a Jessica o a mí».

Todo el resto de personas nos movieron a las salas más allá de donde estábamos. Ahora dormiríamos en un espacio enorme lleno de columnas, algunos cien metros de sala vacía y gris donde parecía que iban a construir un food court. Otros simplemente siguieron explorando el edificio buscando otras habitaciones como la que había encontrado para Rania. Yo había dejado mis cosas con Rania, pero dormía afuera ya que no tenía la valentía de pedirle de dormir juntos, quizás la ponía incomoda.

Cerca de los ancianos se habían instalado Salmo y Lalo junto con otros adultos que eran del hospital, a ellos tampoco parecíamos agradarles. Los chicos se quedaron cerca también, en un intento de William para calmar las aguas.

A Ángel y Ray los veía poco, se habían metido casi del otro lado del edificio. Aún más allá de donde habíamos llegado Rania y yo. Imagino que querían privacidad para que nadie los pueda oír mientras hacen el amor. Se sentía extraño que Ángel durmiese con otra persona, pero en lo profundo me sentía feliz por él.

——No puede ser que siempre hayas tenido esa cara aburrida ——le decía a Rania—— Dale sonríe un poquito al menos!

——No tengo razones para sonreír Mateo, tus intentos son inútiles ——respondió mirándome directo a los ojos.

Los BecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora