Capitulo Dieciocho - Descansa En Fuerza

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— Led, soy Jessica. Me voy a entregar. ¿Ok? No nos disparen o hagan daño. Solo liberen a las chicas y yo vendré sola. Estamos aquí... —dijo a través de la radio del vehículo.

Chh... okey... Chhh —se escuchó segundos después.

Estábamos acercándonos cada vez más a un rascacielos alto de color blanco. Las calles vacías nos tenían atentos y sin decir una palabra. Yo tenía genuinamente miedo, pero no podía tirarme para atrás. Rania me tomaba de la mano todo el tiempo. Ella también tenía un poco de miedo. Los demás no decían nada. Jessica estaba afuera, ahora en el lado izquierdo para protegerse de la vista desde el edificio que nos quedaría a la derecha. Al frente del rascacielos blanco había un pequeño elevado, un puente para los carros. Y debajo una intersección con cuatro cruces. Nos detuvimos en el medio del puente. Sin bajar intentamos avisar que habíamos llegado, pero Jessica ya se había ido más adelante. Automáticamente todos bajamos corriendo detrás de ella, excepto Rania.

— ¿Jessica que haces? —le grito Ángel.

— Ya lo dije Ángel. No hagas esto más difícil —decía mientras admiraba el rascacielos. Luego alzo la radio y volvió a comunicarse con el Doctor White— ¿Vas a venir a no? Quien sea que me esté escuchando. White, Led o quien sea. Vengan a buscarme. Me estoy entregando.

Estuvimos esperando minutos. Hasta que se volvieron una hora. Todavía no salía nadie. Pensamos que quizás no estaban. Quizás habían matado a Ray, Paola y Laihiri. —Quiero a las chicas sanas y salvas. Si no, no hay trato —continuaba diciendo Jessica. Lo volvía a intentar cada cinco minutos. Y entonces, luego de casi otra hora más que esperábamos, vimos la forma de varias personas asomarse en el techo. Eran ellos. Unos cinco hombres nos miraban desde el techo, pero en la radio solo había silencio.

Volví hacia el vehículo y le pedí a Rania que bajara el cristal. —No vayas a salir por nada del mundo, algo raro esta pasando —le dije.

— ¿Y cuál es el plan Mateo? Jessica se entrega y hacemos como si nada? Y yo que tengo poderes y puedo hacer de todo debo quedarme aquí. En cambio ustedes van y se arriesgan. Dime si te parece lógico el plan? —respondió.

— Tu quédate aquí tranquila, pase lo que pase. White si te ve vendrá por ti porque sabe que eres una amenaza para el. Vamos a intentarlo por la forma mas humana. Si algo sale mal entonces vienes tu y nos das una mano. No quiero perderte Rania. Prométeme que no vas a salir de aquí —le dije dándole mi mano para que me lo prometiera físicamente.

— Te lo prometo —dijo apartando la vista.

A lo lejos escuche que los chicos hablaban con alguien. Estaban respondiendo desde el edificio. —Que sucede? —pregunte acercándome.

Díganme jóvenes. ¿Cuál es el plan de ustedes? —se escuchó a través de la radio. Era el doctor White.

— Me voy a entregar White, pero tengo que ver a las chicas, o no hay trato.

Durante varios minutos solo hubo silencio. En el techo del edificio todavía estaban parados White y su gente, aunque uno había desaparecido. No sabíamos que estaba por suceder. White bajaría a buscar a Jessica? ¿O nos haría entrar en el laboratorio? No tuvimos tiempo para pensar. De repente la tierra debajo de nosotros comienza a temblar. Debajo del elevado pude ver una luz rosada. Entonces comenzamos a volar en el aire. El pedazo de puente donde estábamos parados se despegó. Teníamos mucho miedo. El furgón con Rania adentro se quedó afuera del rango. Ella salió automáticamente e intento tomarnos. White nos quería llevar hacia la calle de abajo. Rania intento tomarnos con sus poderes, pero de repente se formo un cubo hecho de la energía de White a nuestro al rededor, y los poderes de Rania ya no tenia efecto. Pude verla como gritaba desde la lejanía. Estaba preocupada, y yo más que ella. Luego de flotar por los aires aterrizamos debajo del puente, delante de la entrada principal al laboratorio, donde vi una mancha invisible que reconocía de haberla visto antes.

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