Capitulo Diecinueve - Energía Rosada

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Lloraba sobre el cuerpo de Rania todavía. Con Ángel que me daba palmadas en el hombro. De repente Juan llamo mi atención y me hizo mirar hacia arriba. Con la cara llena de lágrimas aparte la mirada del cuerpo de Rania para encontrarme con el Doctor White montado encima de una placa de energía rosada. El viento hacia volar su bata y el reflejo del sol brillar sus lentes. Estaba completamente solo y se veía herido.

— Ohh, pero miren nada más —dijo White mientras continuaba bajando. Todos empezaron a disparar hacia él, pero rápidamente creo una placa de energía, protegiéndose y desviando todas las balas—. ¿Cómo van a hacer para matarme sin la nefilim? Lograron poner a Led en mi contra, pero yo sigo siendo mas poderoso. Cuando acabe con todos y finalmente pueda hacer mis experimentos con Jessica. Tienen suerte de que me sirve viva.

La energía salía desde unos tubos en sus guantes, que a su vez estaban conectados siguiendo sus brazos hasta su espalda. La energía rosada, que parecía una neblina con esporas, tomaba forma cuando ponía sus manos en dirección hacia ellas. Les daba forma de cuadrados y rectángulos, enormes y altos. Era impresionante que pudiera hacer todo eso sin ser un nefilim. Verlo me hacía quedar hipnotizado. Hasta que volvía a hablar.

— Me hicieron creer que Jessica se entregaría. Que estúpido que soy, pensaran ustedes. —dijo soltando una risa—, pero les salió bien. Lograron corromper a mi pupilo amado. Tan pronto lo vea le enseñare como se castiga a los traidores. Y miren quien tenemos aquí, el famoso Gil. Aprovechare para hacerle ver cuál será su destino como traidor. A mi no se me traiciona. ¿¡Oíste Led!? —gritaba. A pesar de los disparos yo podía escucharlo. Parecía que había perdido los cabales—. Ustedes no entienden nada. Me han estorbado mi proyecto. Hubiera podido salvar a la raza humana. Volver a poner orden en la cadena alimenticia, pero unos niños querían a su amiga viva. No entienden nada ustedes. ¡No saben nada! Mas no importa ya. El mundo esta jodido, ellos ganaron esta guerra y yo soy solo un científico loco que creyó en ellos. Me deje engañar, pero ya no más —continuo mientras seguían disparándole—. Y ustedes que harán contra ellos. Unos simples muchachos de secundaria de colegio privado. Unos becados.

— ¿De que estas hablando loco de mierda? —dijo Juan.

— De los reptilianos —soltó y luego puso unas barreras de energía obligándonos a ir hacia atrás. Mientras se acercaban rompían el asfalto en la calle.

— White deja a los muchachos. Si tienes un problema es conmigo y con Led —grito Gil acercándose a la barrera de energía. Era transparente, aunque impenetrable.

— Oh Gil, mi problema es con todos ustedes. Esto es personal. Digamos que ustedes todos me están hasta las pelotas —dijo White mientras acelero el curso de las barreras energéticas.

No entendíamos porque hacia eso. Hasta que vimos detrás de nosotros una horda de veloces que se venía acercando. Nos iba empujando cada vez más. No podíamos escapar rodeando las paredes de energía. Las criaturas ya estaban ahí. Yo levante el cuerpo de Rania para que no quedara aplastado por la pared que nos empujaba hacia atrás. Los chicos comenzaron a disparar y matar las criaturas que se acercaban. Algunas subían por las paredes y saltaban encima de nosotros. Eran ya tantas que las chicas tuvieron que ponerse a luchar junto con los demás.

Yo miraba a White fijamente. Él había creado otra barrera de energía delante de nosotros. Yo no entendía que estaba haciendo, pero uso esa barrera para hacerla chocar contra la que nos estaba encarcelando delante de él. Le daba un golpe seco, y lo repitió varias veces. Cuando lo hacía todo el aire vibraba y con mis oídos solo podía escuchar un sonido sordo. Era tipo un "piiii". Se veía como metía toda la fuerza para hacer eso. Repose el cuerpo de Rania ya que las barreras se habían detenido. Mire hacia atrás y a lo lejos veía aún más criaturas que venían. Esta vez eran miles. ¿Pero cómo? Me pregunte. De repente una criatura venia hacia mí y la corte en dos pedazos con la espada. Apenas la había sacado del estuche.

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