Capitulo Veinte - Nueva Espada

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De la nada la espada comenzó a vibrar y hacer sonidos de electricidad. No podía soltarla. Estaba pegado a ella y cada vez era más caliente quemando la palma de mi mano. Los campos de fuerza en forma de muros gigantes estaban deshaciéndose formando un vórtice alrededor de mi espada, era como si la estuviese absorbiendo. La espada inicio a brillar con un tono rosado que no podía mirar fijamente ya que me cegaba la vista. Toda la energía comenzó a entrar dentro de la espada y esta brillaba cada vez mas fuerte. Los muros estaban desapareciéndose poco a poco y ya podía ver a White claro y transparente.

Luego de unos pocos minutos los muros altos de campos de fuerza habían desaparecido completamente. Ahora mi espada brillaba de un color rosado y vibraba en continuación. Yo no podía decir nada o pensar nada. No entendía nada. White me miraba curioso, pero con miedo. — No lo puedo creer —dijo White—, donde encontraste esa espada niño.

— En una tienda de armas —respondí mientras me acerba a él lentamente. No podía caminar muy rápido. Tenía una sensación de hormigueo en el brazo y la espada pesaba más que antes de absorber la energía.

White echo a correr tan pronto se quedó sin sus campos de fuerza. Intentaba usar sus guantes, pero solo disparaban chispas de electricidad como si estuvieran dañados. Ahora estaba completamente indefenso. Detrás de mí, los chicos todavía luchaban contra las criaturas. Eran demasiadas así que Ángel y Paola avisaron a todos y luego comenzaron a correr escapando de la horda.

Todos estaban confundidos. Me miraban mientras iban corriendo alejándose de la horda. Gil llevaba a Led sobre el hombro que seguía inconsciente. Mientras corrían me giré para poder ver las criaturas que había ignorado hasta ese momento y cuando vi la cantidad que se nos venían encima pensé que íbamos a morir. Eran un tercio de la horda que nos mantuvo cautivos por una semana en mi vecindario. La única manera de salvarnos era escapar, pero no sabía si lo lograríamos. Eran así tanto que no podía ver el final de la cola y ocupaban toda la calle de extremo a extremo.

Los chicos corrieron detrás de White que estaba alejándose. Se fueron siguiéndolo mientras el seguía intentando usar sus guantes sin ningún éxito. Juan mientras corría me pregunto qué había pasado y Laihiri miraba fijamente la espada. Quería irme y cazar a White junto con ellos, pero solo pude que mirar mi espada. Brillaba y mi brazo hormigueaba, me daba un poco de miedo pues no sabía que estaba pasando dentro de mi cuerpo. Mi mano derecha tenía seños de que la energía había entrado en mí. Sentía que la espada me llamaba, me pedía que hiciera algo. Supuse que la energía dentro de la espada podría hacer algo similar a las barreras de White. Pensé que estaba alucinando al imaginarme un montón de movimientos. En mi mente aparecían movimientos y figuras que podría hacer con la espada, pero no era yo el que las estaba imaginando, algo me las estaba poniendo allí. Imaginaba la energía saliendo de la espada en formas de luz que cortaban todo en su camino, o como rayos de una electricidad rosada. Sentía mucho calor en ese momento.

Las criaturas se venían arriba de mí. Estaba solo. No tenía demasiado tiempo, pero sentí como si todo fuera más lento. Veía los veloces acercarse con sus caras y dientes ensangrentados mirándome con deseo de devorarme. Mientras miraba la espada note que la energía salía desbordándose en formas de un gas y gotas que caían de ella y luego volvían a subir y entrar en la espada nuevamente.

Ondee la espada y note como la energía la seguía. Parecido a los animes japoneses donde había espadas que dejaban un as de luz o energía y este mismo destruía todo, o a los sables de Star Wars. Era idéntico. Me movía junto con ella y la luz de la espada seguía mis movimientos. Comenzaba a sentir un poder que recorría mi cuerpo. Dejaba una presencia de la energía flotando en el aire. Intente tocarlo con mi otra mano, pero quemaba al acercar mis dedos. Tuve una idea, o quizás, fui inspirado por la energía.

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