Emperor [taegikook]

CAPITULO SIETE

El era tan hermoso ante mis ojos fue el más hermoso, sus ojos me miran con amor

No contento con el disgusto que sentía, durante el mes siguiente el palacio recibió informes de sus tropas en el norte. Al parecer alguien había causado varios incendios en el distrito mercantil y los barrios bajos. La nobleza estaba bajo presión, debido a que se había perdido mercancía costosa. Y la única solución a la que habían llegado era establecer toques de queda y búsquedas por los responsables. Cada informe terminaba con una súplica velada de sus generales y la población: querían resolver el problema.

—tenemos que hacer algo — Dijo el emperador cuando le comentó aquello. Estaban en las habitaciones de reuniones, discutiendo el más recién de todos los reportes. — Debo ir a ver el desastre hablo el Emperador. Reúne a los demás . Las reuniones  su Alteza Imperial no han terminado. Se considera un mal presagio si hablas de campañas militares en una sesión de la corte.—

Yoongi sintió un sabor agrio en la boca. Toma un sorbo de té que le había preparado Joseph. Le agradecería cuando saliera de la reunión.

— Debería atender este asunto, debo es mi deber — Dijo yoongi —Es el quinto reporte que recibo. El General Choi Minho  y el capitán  jung  no han logrado controlar la situación.— 

Kouyou asintió, sin despegar la mirada de yoongi. A ojos de kouyou, yoongi gruñía y mantenía el reporte apretujado en sus manos. Algunos considerarían esa actitud como malhumor, para ella era temor. El norte era la capital del Oeste y hasta ahora, yoongi solo había podido despachar soldados para atender la crisis. Era mucha coincidencia que esto ocurriera a tan pocos meses de la proclamación oficial  que el emperador Min tomaría esas tierras como heredero del Oeste y justo durante la reunión del Príncipe del Este. Las ideas de yoongi no habían sido muy distintas a las de su guardia.

—Tengo que conseguir el permiso de la corte para abandonar la corte— Dijo yoongi, sintiendo el agotación. No había sido difícil ver que algo andaba mal, más allá de la crisis— ¿Podría escribirle al príncipe de los jeon?—

—Puedo escribirle al príncipe, yoongi— Contestó Kouyou— Pero debes prometerme que no interferirás directamente con la operación hasta entonces ni dejar la capital.

Yoongi abrió los ojos como platos.

—¡Pero…!

—No estoy prohibiéndote que envíes órdenes. Estoy pidiéndote cautela, querido.—ademas que tú guardia personal no está aquí para cuidarte

—te recuerdo que el general y capitán se lo llevaron — Lo se, por eso no puedes ir dijo Kouyou

Pasaron unos segundos antes de que yoongi asintiera.

La discusión había producido desagrado en yoongi, quien había pasado los días siguientes a esa conversación escribiendo instrucciones para el ejército. Los caballos más rápidos llegaron en siete días al Oeste. Eso no calmó la preocupación de yoongi, para la consternación de sus soldados.

Uno de esos días, yoongi estaba practicando tiro con arco. No había fallado ninguno de los objetivos, cosa que apenas le traía algún tipo de satisfacción. Habría sido mejor si sus flechas daban en la causa de sus problemas. No sabía cuántas horas llevaba ahí, pero tenía el carcaja medio llenar , últimamente su mente lo ocupaba Kim aún no olvida esa noche en su habitación desde ese día hasta que los soldados y su guardia fueron enviados al oeste Kim no le dirigió palabras algunas, taehyung antes de irse entro a su habitación y sin decir nada lo beso como la noche pasada, lo dejo aún más confundido .

. Oye que alguien se le acerca y se voltea. Sobbie , quien se inclinó ante yoongi. Algunos guardias que estaban cerca se alejaron.

—Debe salir— Dijo el chico, con el mismo tono tajante que habría usado para describir una decoración de mal gusto. Su voz se oía leve, apenas más alta que el murmullo del viento. Al ver la expresión de yoongi, añadió— Lleva días gruñendo de malhumor. Y debemos revisar sus manos. Nadie se ha acercado porque tienen miedo de que los atraviese con una flecha.—