La puerta fue cerrada con muchísimo cuidado después de asegurarse de que Macaque estaba cómodo por el momento. Él nunca tuvo un solo cuarto dentro de su cabaña, pero esta situación era peligrosa y delicada, asique lo ameritaba. No podía simplemente lanzar a Macaque en una cueva como tampoco podía dejarlo dormir sobre su sillón por todos los 4 días que dure su celo. Con ayuda de MK y un poco de magia en el bastón lograron crear un cuarto algo pequeño a un lado, pegado a su casa. El único lugar con una puerta.
Lo bueno es que ahora era capaz de respirar gracias puerta que los separaba, el aroma de Macaque era tan intenso que había comenzado a marearlo. Ahora solo tendría que abrir la puerta principal y ventanas para dejar que algo de ese aroma desaparezca, no había peligros estando aquí... ningún demonio podía atravesar la cascada. Macaque estaba seguro, escondido del mundo, justo como lo necesitaba.
Un lugar para pasar su celo sin mayores interrupciones.
"¿Cómo está?" Preguntó el humano, el cual continuaba aquí debido a la preocupación, haciéndole dar un pequeño salto de sorpresa. Estaba tan metido en sus pensamientos que se olvidó de su presencia. Wukong lo permitió ya que MK no era afectado por el aroma de Macaque, y también porque le ayudaba un poco a mantener su cordura. No quería que MK le vea como una bestia salvaje repleta de lujuria, reprimir sus propios instintos hasta este punto de por sí ya era demasiado.
Apenas y podía esconder la creciente erección en su pantalón.
Dando un pequeño giro mostró una sonrisa amable, una expresión relajada que le costó bastante obtener. Los gritos constantes de ese dulce aroma pegado a su pelaje no ayudaban del todo para que mantenga su cordura. "Tranquilo, él va a estar bien. Cree un nido para él, y finalmente logré hacer que me soltara. No tengo palabras para describir lo fuerte que es incluso durmiendo" soltó una carcajada junto a su comentario, logrando aliviar un poco más los nervios del chico frente suyo. "Ahora solo tengo que vigilar que no se escape por alguno de sus portales... aunque dudo que tenga la energía para usar sus poderes."
"Uh, si, claro. Nido? Como.. esos qué hacen las aves?" Preguntó algo curioso y confundido, nunca antes había escuchado la palabra 'nido' salir de la boca de Monkey King, no podían culparlo por querer saber más. Además, la ignorancia no era buena.
"Uhh..." el rey lo miró antes de colocar sus manos sobre su cadera, pensando un momento antes de saber cómo explicar. Poner en palabras la cultura demoníaca era algo complicado, no porque fuese imposible o vergonzoso, sino que muchas de las costumbres eran extrañas para otras especies. Los humanos incluidos. No sabía si MK estaría tan abierto de mente para aceptarlo pero, vamos! Era MK, literalmente el chico más dulce, compasivo y amable que hay en este mundo. Él podía tolerarlo, eso es seguro. "Bueno, si? Aunque son más grandes y no son hechos con ramas. Son hechos con tela, cosas suaves, mm... los monitos de la montaña tienen nidos escondidos por ahí, son esenciales para el cuidado personal, sabes?" Esa explicación debía bastar, no era tan explícito pero sus palabras debían de satisfacer la curiosidad de niño al menos un poco.
"Oh" MK pareció pensar en ese hecho un segundo antes de alzar una ceja. "Si son tan importantes, ¿Macaque no tendrá uno propio? Ya sabes... en su casa o algo. ¿Tiene casa siquiera?" Ahora que ambos pensaban, nunca vieron a Macaque asentarse en ningún lado. Solo lo veían en la montaña de vez en cuando, pero, ¿Acaso tenía un hogar al cual volver? Pensar en eso preocupó a ambos, más a Wukong.
"Macaque es... todo un caso, bud. Mejor no lo hostiguemos con preguntas, dudo que pueda responder alguna ahora." El rey giró su cabeza un poco para ver por sobre su hombro la puerta que ahora se asentaba detrás suyo. "Está fuera de sí, lentamente está entrando en su ciclo... solo digamos que volverá a estar bien en 4 días a partir de ahora, okay? Los días de entrenamiento se pospondrán hasta entonces!"
![](https://img.wattpad.com/cover/374732018-288-k524996.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Peachy smell
FanfictionWukong siempre ha amado los duraznos, y todos los que han oído hablar de sus aventuras saben de lo que ha sido capaz para poder comer esa deliciosa fruta. Pero, ¿quién habría pensado que la razón era más profunda que una simple fruta colgando de un...